La rehabilitación de espacios públicos es fundamental entre las acciones de todo gobierno. Por esta razón es importante subrayar lo que se ha hecho por los inmuebles bibliotecarios en Centro, sobre todo, la inversión oportuna en la "Gregorio Méndez Magaña", la biblioteca municipal más antigua y espaciosa de Villahermosa.
En estos tiempos digitales donde ya hemos escuchado a un sinfín de voces referirse a la extinción del libro impreso y bibliotecas, resulta esencial rescatar cada espacio bibliotecario, a los que continúan llegando sus usuarios.
Los trabajos de rehabilitación de la "Gregorio Méndez Magaña", fundada hace 40 años, mejoraron las condiciones del edificio que resguarda unos ocho mil ejemplares del acervo bibliográfico y otros 2 mil 500 de la colección personal del escritor, editor y periodista tabasqueño, Manuel González Calzada.
A lo largo de sus cuatro décadas de funcionamiento, la biblioteca pública "Gregorio Méndez Magaña", ha atendido a casi un millón de usuarios que acuden a consultar su acervo bibliográfico, participando en las actividades de fomento a la lectura y en un sinnúmero de talleres y manualidades, dirigidos a niños, jóvenes y adultos.
Entre el acervo de este centro cultural y educativo, que cubre todas las áreas del conocimiento, destaca por su antigüedad una novela de Vicente Riva Palacios, escritor mexicano del siglo XIX, y la visita del escritor mexicano Felipe Garrido, promotor de la lectura.
Cuando viví en Xalapa, Veracruz, visité diversas y variadas bibliotecas. Me sorprendió el número de colecciones especiales que escritores han donado a espacios bibliotecarios y en condiciones óptimas. Durante días, bucee en las colecciones de Sergio Galindo, narrador veracruzano, y la de Germán Dehesa, en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), de la Universidad Veracruzana. Aquí uno encuentra joyas literarias. Por ello, contar con colecciones en la capital de Tabasco, es más que un tesoro invaluable. En otros momentos he dicho que "las grandes ciudades resultan interesantes en la medida en que poseen acervos, mismos que nos recuerdan el pasado para hacernos comprender el presente".
La colección personal de "Manuel González Calzada" y la colección especial de "Francisco J. Santamaría", con unos 5 mil libros donados a la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, visten de conocimiento a la ciudad y la blindan en términos históricos. Lo anterior, sin contar las colecciones especiales de la biblioteca estatal "José María Pino Suárez", con sede en Villahermosa, o el Fondo Tabasco "Manuel Gil y Sáenz", localizado en la biblioteca "Lácides García Detjen" de la Universidad Olmeca.
Este rescate de espacios educativos y culturales en Centro, es un modelo necesario de replicar en otros municipios tabasqueños. De entrada, recientemente abrieron sus puertas, previas remodelaciones, tres inmuebles: "Gregorio Méndez Magaña", colonia Atasta; "José Carlos Becerra", colonia La Manga II; y Filemón León Vidal, villa Parrilla. Sin embargo, nueve recintos bibliotecarios han sido rehabilitados, número que crecerá en los próximos meses dado que la meta es darles mantenimiento a 14 inmuebles de un total de 25 en Centro. Al finalizar el periodo del gobierno municipal, en este 2024, el 60% del sistema bibliotecario habrá sido rescatado. Es más, y de acuerdo con la alcaldesa Yolanda Osuna Huerta, 82 mil volúmenes de la Red Municipal de Bibliotecas será digitalizado para facilitar su consulta.
Al rescate de estos espacios públicos, la donación de colecciones y la digitalización de libros, se suma el sello editorial de Centro que ha publicado cuentos y poemas, derivado de los premios municipales, así como la novela "Las vírgenes terrestres, de la escritora tabasqueña Alicia Delaval, en aras de no solo ofrecer inmuebles óptimos, sino el acervo de la literatura local para su lectura y análisis.
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