Mecha corta

La humanidad enfrenta el desafío de adaptarse a un mundo donde el poder

La humanidad se halla ante el desafío de aprender a cohabitar en con las reglas impuestas por un mundo convulso, confrontado por intereses de dominio territorial, codiciando la supremacía de un músculo político y económico de un bloque por sobre el otro; ninguno de los frentes teme ni la mínima intención de ceder en una desbordada ambición, sin tregua alguna, incluso al interior de las naciones con el denominador de la misma intención. 

Una desaforada pugna de vencer al adversario al costo y de un modo incluso ortodoxo que sea, jugando con las emociones y manipulando masas que le tienen a merced, carente de criterio dispuesta a ofrendarse por defender un régimen.

Sólo este 2024 se habrá tenido la cifra récord de 70 países que renovaron gobernantes presidenciales, que en algunos casos se trata de reelecciones, entre los que se incluyen países en guerra como aconteció con Vladimir Putin en Rusia; así como Benjamín Netanyahu por revalidar en Israel. Mientras que por en Venezuela Nicolás Maduro se aferra a la investidura de Jefe de Estado mediante prácticas fraudulentas, sin presentar las actas de resultados que le exigen otras naciones del mundo; Brasil, Colombia y otras naciones latinas rompieron relaciones por ese motivo. 

En Norteamérica, México tuvo este 2 de junio sus elecciones cuasi generales; federales, locales y municipales, con resultados inusitados que permitieron dar continuidad a un régimen polarizador por la implementación de un modelo autodenominado de la Cuarta Transformación, al tiempo de que la partidocracia opositora evidenció su incapacidad para reconfigurarse y volver a la palestra; en su lugar optaron por el pragmatismo de una coalición disfuncional.    

Los Estados Unidos de América, sin embargo, se haya igual a escasa semana y media, de aquí al martes 5 de noviembre para tener sus elecciones; la totalidad de la Cámara de Representantes, parcialmente su Senado, y la Presidencia que en una parejera optará entre la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, dada en el colegio electoral; con una campaña que tendió a ser disruptiva, al dejar ambos el escaparate mediático convencional para migrar la disputa al espectro de los de los influencer en YouTube. 

Independiente del resultado que se dé en el vecino país del norte, sea Kamala Harris o Donald Trump quien juramente al cargo de Jefe de Estado el 20 de enero de 2025, la relación comercial y sociopolítica con México tendrá un cambio radical, con sus inherentes consecuencias de complejidades por encarar.       

La Unión Americana representa todavía el epicentro de las decisiones que allí se gestan para luego deliberarse y ser adoptadas por las potencias que dominan la geopolítica; agrupadas en el G7, que incluye a Inglaterra, Japón y Alemania; además de Francia, Italia y Canadá.    

El mundo; América, Europa, Asia, Oceanía y África en los tiempos y circunstancias actuales y subsecuentes están obligados a acatar lo que la elite determine como reglas del juego del poder, con las que se deberá tenerse en cada nación la astucia de saber jugar, incluido México entrado en su visón de instaurar una integral reforma de su Estado de Derecho que le tiene con el cuchillo entre los dientes ante el nerviosismo internacional, aún más de los corporativas transnacionales con inversiones arraigadas. 

Aunque en la región asiática empezó con sus ensayos reales de intervencionismo para hacerse del territorio de Taiwán, que reclama como suyo; así como Rusia busca posesionarse de Ucrania sin aun lograr su objetivo, desde el 24 de febrero de 2022. Un escenario que debe pensar Xi Jinping, presidente y secretario general del del Comité Central del Partido Comunista, porque encendería la llama de una guerra mundial centralizada allí, confrontándose alineados también sus afines contra Occidente y Estados Unidos. 

Son tempos y circunstancias aún más de extrema complejidades indeseables en la correlación por hacerse del monopolio de la dominancia política y económica que no cesará, esta es la realidad que tendrá al resto del mundo entre la espada y la pared. En medio del estrés global porque incluso las potencias desarrolladas encaras sus propias pugnas internas por resolver. Son tempos difíciles que le tienen a todos pendiendo de un hilo.  

Bitácora

Un fuerte abrazo al entrañable Alfonso Valdivia, trascendido ya a la vida celestial. Mi gratitud personal a quien me trajo de regreso a estas páginas ya como analista político. El amigo periodista de un diálogo autocrítco, receptivo e irreprochable ética que exige ser un censor de la vida pública, un profesional.    

eduhdez@yahoo.com