En 1992, la revista de la División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades de la UJAT, mayo-agosto, me publicó un ensayo titulado "La economía tabasqueña: veinte años de retrospectiva". El asunto medular que abordé en ese ensayo fue la evolución de las participaciones federales que el gobierno de la República enviaba a Tabasco antes y después del gobierno del ingeniero Leandro Rovirosa Wade, antes y después del boom petrolero en el Sureste de México. En ese ensayo destaqué también las difíciles relaciones que, en un inicio, tuvo don Leandro con Díaz Serrano, director de Pemex, y con el mismo presidente José López Portillo.
También afirmé que don Leandro logró negociar mayores participaciones federales para nuestra entidad debido a que en Tabasco se extraía el 80 por ciento del petróleo de todo el país. Así lo afirmé entonces en mi ensayo, sin llegar más al fondo de la olla. Pero al asistir a la entrega de los juchimanes el pasado viernes 24 de noviembre con motivo del 65 aniversario de la UJAT, mi amigo y también galardonado ese día, Miguel Rueda de León, me aclaró lo que sucedió tras el biombo en aquel histórico 1979 y que jugó un papel esencial en la mejoría de las relaciones entre Rovirosa Wade y López Portillo y que se tradujo en la Ley de Coordinación Fiscal de 1979.
En un testimonial Rueda de León relata en detalle las vueltas que tuvieron que dar y las maniobras, hábiles y muy políticas, que realizaron en aquel año para entregar el Premio Nacional Juchimán de Plata de 1979. Nos dice nuestro amigo que a principios de ese año se reunieron en la casa de la periodista Hilda del Rosario, el pintor Fontanelly Vázquez, el periodista Isidoro Pedrero Totosau y el mismo Miguel. En esa reunión se nombró el jurado para otorgar el Premio Juchimán de Plata Nacional de 1979. El jurado quedó de la siguiente manera: Presidente, Andrés Iduarte Foucher; Secretaria, Rosario María Gutiérrez Eskildsen y Alicia Delaval, como vocal.
Quince días después se volvieron a reunir para integrar la carpeta de las siete propuestas para el Premio Nacional Juchimán de Plata. Después de analizar 28 currículums, quedaron las siguientes personas: María Lavalle Urbina, Griselda Álvarez Ponce de León, Margarita López Portillo, Juan Rulfo, Pablo González Casanova, Edmundo Valadez y 2 Carlos Fuentes". Y yo digo que como política mata al arte, a la ciencia y a la academia, por supuesto y en esa lógica, doña Margarita López Portillo resultó ser la ganadora del Premio Nacional Juchimán de 1979: la señora tenía un poder igual al presidente.
Cuando le explicaron a doña Margarita López Portillo del por qué se le otorgaba el premio a ella, ni ella se las creyó, sobre todo teniendo enfrente a gigantes de la literatura universal como Juan Rulfo y Carlos Fuentes. Doña Margarita comentó que desde hacía años conocía a don Andrés Iduarte, que lo admiraba mucho y le agradecía su voto como presidente del jurado. También dijo: "Respeto el valor y el compromiso del gobernador Leandro Rovirosa Wade al haberse enfrentado a Pemex".
De vuelta a Tabasco, le enviaron una carta al gobernador donde le informaban que los galardonados para el premio estatal eran el doctor Miguel Gómez Ventura y el periodista Trinidad Malpica Hernández y la ganadora del premio nacional era la maestra Margarita López Portillo.
El ingeniero Rovirosa los citó para una reunión en la Quinta Grijalva y les expresó su interés de que doña Margarita viniera a Tabasco "... puesto que enfrentaba una serie de situaciones provocadas por el ingeniero Jorge Díaz Serrano, director de Petróleos Mexicano debido a la demanda que había interpuesto contra la paraestatal dado que Tabasco producía el 80 por ciento de hidrocarburos del país y apenas se habían entregado en sus tres años de gobierno cerca de once millones de pesos, cuando la participación por los ingresos petroleros debía ascender a 40 a 45 millones de pesos, además de responder por los daños ecológicos y ambientales que ya empezaban a generar inestabilidad en la zona petrolera".
Originalmente se fijó la fecha del 2 de marzo para la entrega del Juchimán, pero como doña Carmen Romano, esposa del presidente y presidenta del DIF nacional, hizo una visita a Tabasco ese día, tuvieron que posponer la fecha. Al hablar por teléfono con el secretario particular de doña Margarita, nos dice Rueda de León, me afirmó que tenía indicaciones de la maestra Margarita de que por ningún motivo dejaría de ir a Tabasco a recibir el Juchimán y nos apartó la fecha para el sábado 10 de marzo".
Se hizo la entrega del Juchimán en esa fecha, y en un vuelo que hicieron a Palenque la maestra López Portillo le comentó que había 3 hablado por teléfono con su hermano, el presidente José López Portillo, y le dijo que de parte del gobierno de Tabasco y de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco sólo podía hablar maravillas y que él le confió que le dijera al gobernador Leandro Rovirosa Wade que en abril quedaría resuelto el problema de Tabasco. Y efectivamente el 6 de abril el presidente de la República vino a Tabasco y le entregó un cheque por 8 mil millones de pesos a don Leandro. El día 5 de abril, Diario Presente destacó un encabezado que dice: "Confirmado, el Presidente José López Portillo llega mañana a Tabasco".
El día siete de abril, Diario Presente destacó esa visita y en primera plana el encabezado dice: "Más de $8 mil millones para generar 6 mil 151 empleos". Y abajo, en la misma primera plana también destacó las declaraciones de López Portillo: "Después de la furia de la denuncia, la serenidad del planteo y la acción: JLP"; "Por encima de todo está el trabajo y la organización".
Días después se reformó la Ley de Coordinación Fiscal, reforma que benefició a Tabasco y a sus municipios con un aumento en las participaciones federales derivado de las exportaciones de petróleo y gas. En mi citado ensayo publicado por la UJAT, destaco las participaciones federales recibidas por Tabasco, cada año, desde 1970 a 1985. En 1970 nuestro estado recibió 16 millones de participación federal, y en 1985 fue de 81 mil millones de pesos. Javier May necesitará un buen gabinete que sepa negociar esas prestaciones con la federación como lo tuvieron don Leandro y don Enrique González Pedrero.