* Alianza “Va por México”: en el límite de la credibilidad
* Las tribulaciones de Alejandro Moreno: sabor a PRI
* Desconciertos 2024: la Nación y (nulo) debate de ideas
LA OPOSICIÓN POLÍTICA en México cabalga sin caballo, sin montura y sin jinete, rumbo a las elecciones presidenciales de 2024, me comenta varios lectores. No hay proyecto de Nación a debatir, no hay recursos suficientes para maniobrar y no hay figuras políticas que despierten entusiasmo ciudadano. Se dice que parte fundamental de su estrategia es la posible ruptura en Morena cuando se decida la candidatura presidencial.
El proyecto parece secundario porque el marketing es lo de hoy; los recursos se juzgan vitales, aunque los presupuestos partidistas no son los de antes; la ausencia de líderes opositores es desgracia nacional, no sólo desgracia partidista. La república necesita oposiciones fuertes, no pensamiento único. Atrás debe quedar el sistema de partido solitario.
Faltan dos años. Son desventajas significativas, pues la política es presencia permanente para el debate de problemas, junto con un proyecto y una operatividad que requieren ideas claras y recursos. No hay tal. Las carencias de hoy pueden ser el desastre de mañana.
SUSPENSOS ALIANCISTAS
LA OPOSICIÓN tiene una piedra en el zapato, luego de que la Alianza “Va por México” (PAN-PRD-PRI) se declaró en suspensión temporal ante la iniciativa de un segmento del PRI en la cámara de diputados, para que la Guardia Nacional siga en labores de seguridad pública hasta 2029. Un tema que no necesitaba discusión legislativa, por la existencia de una reforma a la ley secundaria de seguridad, fue utilizado por el presidente López Obrador para poner en predicamento a sus adversarios: se rompió la moratoria declarada en el Congreso y, con ello, la Alianza “Va por México” entró en fase de ruptura.
En comunicado del polémico dirigente del PRI y coordinador de diputados, el campechano Alejandro Moreno, se lee esta frase final: “¡No apoyamos al gobierno, apoyamos a México, que siempre ha sido y será la tarea del PRI!”, mientras sus homólogos del PAN y PRD, Marko Cortés y Jesús Zambrano, fueron tomados por sorpresa. Ya miran a senadores priístas -Osorio Chong se apunta- para ubicar nuevo interlocutor.
Sigue la falta un líder opositor con respaldo popular…y credibilidad.
SE ACABA EL TIEMPO
HOY NO EXISTEN figuras políticas de oposición que levanten ámpula electoral. Mucha agua ha pasado debajo de esos puentes. Vicente Fox, Felipe Calderón, Santiago Creel, Diego Fernández, Margarita Zavala, Josefina Vázquez Mota, son pálidas sombras de twitter. Ricardo Anaya, desde su exilio en Atlanta, envía mensajes agresivos que contrastan con su lejanía territorial por una orden de presentación ante la justicia mexicana. Presencia virtual, luego de su anuncio “para recorrer todos los municipios de la república”. Visitó tres.
El viejo priismo acusan la edad: Manlio Fabio Beltrones, Francisco Labastida y Roberto Madrazo moran a la sombra de sus ambiciones, mientras Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Enrique Peña Nieto son anulados por su mala fama pública.
Otros rostros de la oposición no cuajan: Samuel García (gobernador de Nuevo León), Enrique Alfaro (gobernador de Jalisco) y Luis Donaldo Colosio (alcalde de Monterrey) tienen presencia regional que se derrumba cuando se trata de encuestas nacionales.
En el PRI hubo intentos por relevar a su dirigente nacional, luego de que la fiscalía de Campeche lo investigó y denunció por enriquecimiento ilícito. Como añadido, la gobernadora Layda Sansores filtró audios comprometedores sobre Alejandro Moreno y sus triquiñuelas. Mucho ruido que llegó a la Fiscalía General de la República. Ahora eso parece olvidado en el cajón de las negociaciones.
La alianza opositora tiene decisiones delicadas a la vista: seleccionar candidatos para las gubernaturas de Edomex y Coahuila en 2023. La pregunta es con qué PRI se entenderán las dirigencias del PAN y el PRD. Todavía más: las dos dirigencias estatales del PRI anunciaron que si se suspende la alianza “Va por México” a nivel nacional, esto no importa. Pero todo indica que la competitividad en 2023 pasa por ir juntos a las urnas.
NO HAY VOCES opositoras que hablen del proyecto de Nación a confrontar con la 4T. Hay comentaristas (Aguilar Camín, Riva Palacio, Sergio Aguayo) que plantean una realidad opositora que en automático tendrá proyecto (neoliberal) si encuentran el personaje adecuado. Nada concreto. Hay otros comentaristas (Silva Herzog, Jorge Zepeda Paterson, Lorenzo Meyer) que sostienen: sin proyecto alternativo, la resistencia opositora será simbólica. Más allá de cálculos electorales, el proyecto opositor de Nación resulta pero implicaría una revisión de lo que el modelo neoliberal no quiso corregir y pagan las consecuencias. El tiempo apremia; el entendimiento también en pausa.
(vmsamano@hotmail.com)