Javier May Rodríguez, precandidato de Morena y aliados a la gubernatura, ya aceptó participar en los debates que organizará el IEPCT durante la campaña electoral. Señaló su vocero Fernando Vázquez que No tiene ningún temor de debatir con sus contendientes, principalmente del PRD y PAN. Está listo, afirma.
Los temas a debatir son los mismos que han estado en el escenario estatal, como inseguridad, corrupción, salud y educación, y que en temporada electoral serán aprovechados para pegarle al líder de las encuestas por ser el del partido en el gobierno, el blanco preferido de los ataques que habrá en abundancia.
Me parece que resulta claro que hay dos perspectivas respecto a la evaluación del partido en el poder: lo que se ha hecho a nivel federal, y que coloca a Tabasco con importantes saldos a favor, y lo que se debe hacer a nivel estatal y local para que los avances propiciados por la disposición del presidente López Obrador sean sostenidos y aumentados. Recordemos: crecimiento de la inversión no es sinónimo de desarrollo; para esto se requiere un plan con visión de futuro.
Anticipamos que, difícilmente, será un debate de altura, de intercambio de ideas y propuestas, porque en estos encuentros se privilegia el golpeteo, sobre todo por parte de la oposición. No hay que alarmarse, es normal que suceda.
Pero Javier May no está, como dijera el clásico, ni manco y ni tullido. Será interesante observar lo que le ha dejado el fogueo en la dirigencia opositora, en el trabajo legislativo, la administración municipal y los estratégicos encargos federales.
En realidad, el desafío para el abanderado morenista se encuentra en otros ámbitos. Sobre todo entre quienes no han asimilado la derrota y siguen buscando como entorpecer al puntero. Aunque tiran la piedra y esconden la mano, resultan más que evidentes.