EL ATRASO de Centroamérica es dañino para México, es por eso que importa su desarrollo; como sucede también con la necesidad de impulsar el combate a la marginación en la zona sur-sureste del país, y en otras regiones de una República tan diversa como la nuestra. Por eso le comentaba ayer la relevancia de lo que el nuevo gobierno de Estados Unidos, con Joe Biden, proponga para los migrantes, porque esto tendrá un impacto real en la zona fronteriza con Guatemala y su área de influencia que incluye, por supuesto, a Tabasco.
Le mencionaba cómo Tabasco, Chiapas, Veracruz, Campeche, Oaxaca, son vistas como zona de amortiguamiento para frenar la migración centroamericana. Una especie de franja fronteriza de seguridad para los Estados Unidos. Pero esto también representa un enorme desafío para los gobiernos de estas entidades y para el gobierno federal.
En un arranque acelerado, como corresponde a la respuesta frente a una administración caótica como la de Donald Trump, el nuevo mandatario Joe Biden firmó 17 decretos y directivas para dar marcha atrás o frenar lo que hizo su antecesor. Va contra el tiempo si tomamos en cuenta que en Estados Unidos los periodos presidenciales son de cuatro años. Puede buscar la reelección, pero primero deberá sentar las bases del cambio.
COMBATIR LA POBREZA
COMO USTED sabe hay posiciones extremas en relación a lo que se puede esperar del gobierno de Estados Unidos. Desde aquellos que subrayan el carácter colonizador de la mentalidad imperial, hasta quienes consideran que México sólo se desarrollará siendo una especie de Puerto Rico, un país asociado.
La extensa frontera, intercambio comercial, dependencia económica y tránsito de personas, entre muchas otras razones hacen que lo que ocurra en el vecino del norte tenga repercusiones en la República. Así sucede, por ejemplo, con el Tratado de Libre Comercio (ahora TMEC), que afectó seriamente a los productores nacionales.
Las medidas anunciadas por Biden –algunas tienen que pasar por el filtro legislativo-, tienen que ser observadas y seguidas de cerca. Hasta la más elemental y aparentemente local instrucción del uso obligatorio de cubrebocas y la distancia social en edificios públicos, representan un aviso de las decisiones de seguridad que la administración demócrata implantará en su territorio. Y extenderá a sus vecinos y visitantes. Comenté aquí hace unos días sobre ela paulatino establecimiento de una especie de visa sanitaria para los viajeros (y los productos).
Pero no me detendré en cada una de las 17 acciones ejecutivas del nuevo gobierno de Estados Unidos, sino en un tema que abordé en mi anterior colaboración y que de ejecutarse tendrá un impacto directo en la zona sur-sureste de México y en los países vecinos.
En particular destaca la propuesta de reforma migratoria que contiene la “U.S. Citizenship Act” (Ley de Ciudadanía Estadounidense), sujeta a la aprobación del Congreso de aquel país, pero también una serie de acciones que pueden complementar y apoyar las iniciativas con las que comenzó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en México ante el complejo tema de las poblaciones desplazadas por la pobreza.
UN FONDO, CON FONDO
EN PRINCIPIO, claro, está la anulación del absurdo proyecto del muro fronterizo de Donald Trump; pero sobre todo la intención de destinar 4 mil millones de dólares en cuatro años para atender las causas de la migración en El Salvador, Guatemala y Honduras. Sin embargo, durante su campaña señaló que los recursos sólo se aplicarán siempre y cuando los gobiernos centroamericanos reduzcan “la corrupción endémica, la violencia y la pobreza”.
Apuntó un reporte de Jan D. Walter para Deutsche Wlelle (DW, 13 de enero 2021): Además de México, Biden se centrará también en Guatemala, El Salvador y Honduras. Harold Trinkunas, de la Universidad de Stanford, California, resume el dilema en entrevista con DW: “El gobierno de Guatemala se ha desvinculado de la Comisión contra la Corrupción respaldada por la ONU. El gobierno de El Salvador está gobernando cada vez más autoritariamente, y el presidente de Honduras está acusado de participar en el tráfico internacional de drogas”. La cooperación con México tampoco será fácil. La política de “abrazar en lugar de disparar” del presidente Andrés Manuel López Obrador a los cárteles de la droga, cuya excesiva violencia ha originado la expulsión de innumerables mexicanos de su tierra natal, no ha funcionado, explica a DW, por su parte, Shannon O'Neil, del Consejo del Laboratorio de Ideas de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, en una entrevista con la revista America's Quarterly.”
Por su historia y conducta Biden es calificado de conciliador y experimentado, lo que puede resultar benéfico para algunos y molesto para otros que preferían las bravuconadas de Trump, pero sin una visión globalizadora. Estuvo ocho años como vicepresidente al lado de Barack Obama. ¿Podrá México sacar ventaja? Esto lo veremos muy pronto.
AL MARGEN
TABASCO superó los 50 mil casos positivos de COVID-19 en los nueve meses que lleva la epidemia en el estado. Oficialmente se tiene el registro de 42 mil 506 recuperados, pero también cifra trágica de 3 mil 425 fallecidos. La entidad se ubica en el sitio nueve de casos acumulados, por arriba de Veracruz que tiene casi el triple de habitantes. A nivel nacional ayer se reportó la cifra récord de un mil 539 defunciones en un día, para sumar 144 mil 371 muertes. En el combate a la enfermedad ha sido fundamental el trabajo del personal sanitario, pero también la respuesta de la comunidad y de las familias de los afectados. Hay que mantener el esfuerzo. (vmsamano@hotmail.com)