La explotación infantil se puede definir como el trabajo que realizan los niños en el marco de un sistema de producción. En algunos casos se utiliza el término explotación infantil como sinónimo de trabajo infantil pero no es lo mismo, porque la explotación supone la violación de algún derecho del niño. La explotación infantil, sin embargo, tiene muchas formas:
- Son obligados a trabajar y les quitan los ingresos.
- Realizan trabajos peligrosos o que ponen en riesgo su salud.
- Son víctimas de las mafias, sufren esclavitud, son obligados a prostituirse o reclutados de manera forzosa para combatir en la guerra.
Para identificar el trabajo infantil como explotación se deben dar una serie de criterios como los siguientes:
- Requerir dedicación exclusiva y no estar adecuadamente remunerado.
- Impedir la escolarización y el pleno desarrollo del niño.
- Menoscabar la dignidad del niño (esclavitud o explotación sexual).
- Provocar estrés físico y psíquico.
- Realizarse por niños a edades muy tempranas.
La explotación infantil no solo tiene la forma de trabajo infantil, sino que también se puede hablar de otros tipos de explotación como el matrimonio forzoso. En algunos países aunque se han regulado sanciones para evitarlo, es difícil controlar una costumbre arraigada durante siglos, por lo que la labor de sensibilización e información en escuelas es fundamental.
Se debe a diversas causas como:
- La pobreza en los hogares. Muchos son víctimas provienen de familias muy pobres que necesitan más sueldos para subsistir.
- La cultura. En algunas zonas rurales de África se considera que, a partir de los 10 años, los niños deben tener comportamientos de adulto y, por lo tanto, casarse y trabajar.
- El género. En algunos países del mundo las niñas son consideradas inferiores y se las obliga a realizar tareas domésticas o a trabajar fuera de casa, y, a la vez, se impide que acudan a la escuela.
La explotación infantil tiene, además, importantes consecuencias en muchos ámbitos como los siguientes:
- La perpetuación de la pobreza. No solo es una causa de la explotación infantil, sino que también es una consecuencia, porque los niños al tener que trabajar, abandonan la escuela y no se forman para acceder a trabajos mejores.
- La salud. Los menores que son explotados no se han desarrollado del todo desde un punto de vista físico y psicológico y el trabajo que realizan puede afectar de forma negativa a su salud, por ejemplo, los que trabajan en minas en condiciones insalubres, pueden sufrir problemas respiratorios.
- Los efectos psicológicos. Un menor que trabajan desde los 10 años o antes, se ve obligados a madurar de forma prematura, sin poder jugar y desarrollar las habilidades características de la infancia. Esto supone que los niños y niñas afectados, en el largo plazo, puedan tener una autoestima baja, problemas para adaptarse a la sociedad, etc.
¿Qué se puede hacer para erradicar la explotación infantil?
Las medidas que se pueden tomar contra la explotación infantil dependen de un esfuerzo común tanto de gobiernos como de ciudadanos para lograr terminar con el problema. Algunas de las acciones que se pueden realizar son:
- La firma de acuerdos internacionales que regulen la prohibición del trabajo infantil y otras formas de explotación como el matrimonio forzoso de niños y niñas.
- Establecimiento por la normativa de una edad mínima para trabajar.
- Favorecer el acceso a la educación gratuita y de calidad para todos los niños.
- Realizar acciones de sensibilización tanto en escuelas para niños, como en talleres para adultos y profesorado.
Este mal social debe ser erradicado si en verdad buscamos un ambiente de justicia y equidad. Es imprescindible defender a los más vulnerables y en este caso, los niños lo siguen siendo. (Psiquiatra/Paidopsiquiatra)