A 57 años de su creación, el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) representa una serie de generaciones de mujeres y hombres que han estado al servicio de México, trabajando para el engrandecimiento de Petróleos Mexicano (PEMEX).
Desde su nacimiento como centro público de investigación, desarrollo tecnológico e innovación de la industria petrolera, ha tenido como encomienda generar soluciones a las necesidades y problemas operativos de PEMEX en toda la cadena de valor de los hidrocarburos.
Esto lo pudimos constatar de primera mano, en la reciente visita que los legisladores de las distintas fracciones parlamentarias que integran la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, hicimos a los laboratorios del organismo.
Como resultado de la invitación que amablemente nos planteó el director del IMP, Marco Antonio Osorio Bonilla, un profesional grupo de investigadores nos informó sobre una gama de proyectos en materia de desarrollo tecnológico que se sintetiza en más de 1,500 patentes orientadas a resolver los mayores problemas que enfrenta la industria petrolera en México y el mundo.
Nos sorprendió gratamente conocer que actualmente trabajan en encontrar soluciones a la contaminación de aceites crudos con agua y sales, con el fin de contrarrestar factores que además de abaratar su precio, corroen y destruyen las instalaciones petroleras.
Los resultados son sorprendentes. El IMP ha desarrollado un proceso químico con base en acrílicos de deshidratación y desalante de petróleo, denominado IMP-Kinam, que en náhuatl significa “cuando se separan dos cosas de naturaleza diferente”.
Además de ser más barato, la separación del agua y sales del petróleo la logra al primer contacto en cuestión de segundos; mientras que los productos importados además de tardar horas en el proceso se adhieren a las rocas y tapan los poros, lo que hace necesario limpiar el pozo con químicos para que vuelva a producir.
Con el proceso patentado por el IMP se logró incrementar la producción de un pozo intervenido entre un 10 y 30 por ciento, y en la actualidad se utiliza para tratar 1 millón de barriles diarios en la Terminal Marítima de Dos Bocas.
A efecto de enfrentar los retos que implican los campos maduros, que producen más agua que aceite y gas, con el consecuente aumento de costos, el IMP desarrolló una tecnología de agentes espumantes que permiten recuperar y aumentar su producción.
Un ejemplo de la efectividad de este procedimiento es el pozo Jujo 52A, el cual logró incrementar su producción hasta en 8.81 por ciento.
Entre otras innovaciones tecnológicas del IMP, conocimos lo que ha realizado en materia de monitoreo de ductos, el desarrollo de un catalizador para producir diésel UBA, así como el aditivo multifuncional para gasolinas, sistemas de medición de cavernas para almacenar hidrocarburos en domos salinos, entre otras tecnologías.
Es un orgullo para los mexicanos contar con una institución de ese nivel de excelencia, ya que sus investigaciones contribuyen no sólo a generar soluciones a los grandes retos de la exploración y producción petrolera, sino también tienen un impacto positivo en el objetivo de alcanzar la seguridad y soberanía energética de México. (Diputado Federal)