HORROR. LE TIRARON huevos a mi Rey. ¿Qué vasallo bestia atreviose? Ah. Ya habremos de investigarlo. Mientras, estamos dolidos. Yo que soy uno de sus vasallos más fieles, ni duda cabe, estoy dolido por tan vergonzante hecho. Huevos a mi Rey. Nunca pensé que sucediera.
Y DEBEN COLGAR al culpable. Cómo se atreve el mequetrefe. Hasta dónde hemos llegado. Tan correcto mi Rey. Tan pulcro. Tan bien portado. No le hace daño a nadie. Y le van tirando huevos. Nunca nadie se atrevió contra la Reina madre, nuestra majestad Isabel. Solo aquella vez que vino de visita el jefe de los bárbaros, el cavernícola Trump. Iban caminando y se adelantó para quedar un paso adelante de ella.
Y NO SABE el muy imbécil que a la Reina o Rey jamás de los jamases se les da la espalda. Y ella hizo lo propio y correcto al hacer un giro de tal manera que el imbécil quedara detrás de ella y no al revés. Y en el saludo ¡no le hizo reverencia!, torpe. De vergüenza ajena. Vaya ignorancia. Mi sueño es vivir en Palacio. Como rey en mi destino no fue posible. Pero tengo la esperanza que como trabajador. Ha de ser bello servir a la realeza.
Y AHORA LOS HUEVOS a mi Rey. Ojalá que los guardias le rompan su hombría a ese mequetrefe vasallo, insolente. Ojalá que lo revienten y hacerlo que se lamente por su locura para su infortunio. ¿Renegar de la historia? ¿De la gloriosa historia nuestra? No. Primero se nos corte la cabeza. Porque es la que teje los pensamientos y nos hace movernos de un lado a otro, a veces como péndulo descontrolado. ¿Qué culpa tiene el Rey de haber nacido en pañales de oro?¿Que culpa tiene él de que yo haya nacido en un parque público. Nadie escoge dónde nacer. Con la mano De Dios los destinos se escriben.
QUE HAY CONTAMINACIÓN global, que la capa de ozono, que la contaminación, que la miseria en el mundo. Es cierto. Pero culpar a mi Rey es una perfidia mezquina. Que abundan los gatos y perros callejeros en las ciudades. Todo eso es cierto. Pero quieren cebar todo lo malo como si fuera culpa de mi realeza, de mis majestades, de mis reales realidades. Como si ellos fueran dioses que con perfidia tejieran los vínculos entre la mezquindad de los poderosos y produjeran pobreza extrema en nuestra metrópoli y los protectorados o colonias.
ES UN LUJO la realeza, cierto. Pero lo bueno es caro. Lo vale. Yo me apuesto en la salida de Buckingham y me quedo absorto ante tanta perfección de la belleza. Vestimenta perfectamente diseñada y con combinación perfecta de colores. Unos sombreros que deslumbran a la vista. Y unas miradas de tranquilidad y paz. Y esas sonrisas radiantes donde alcanzo a mirar una blancura angelical en los dientes. Ese es nuestro lujo como reino. Es el lujo muy nuestro, de los pobres. Saber que alguien intercede por nosotros ante los designios. Y todo ello da sentido a nuestras ilusiones. Decora nuestra situación de parias.
Y MIRA QUE TIRARLE huevos. En lugar de regalarlos a la gente pobre, como lo hacen otros candidatos en otras partes del mundo para ganar adeptos. Y este que le tiró huevos a mi Rey debiera asimismo dárselos a la gente pobre, que la hay aquí también entre nosotros. Es un desatino por no decir locura desperdiciar los alimentos, y esto debe tener como consecuencia un castigo divino. Huevos al Rey no, a la gente pobre sí. Que se le pudran las manos y el cerebro a quien agravió a mi Rey.
CIERTO, YO VIVO en la calle porque ya no me alcanza para la renta. Pero tengo la certeza que mi destino va a cambiar porque no soy envidioso ni aspiro a tener lo que otros tienen. Soy vasallo orgulloso de la familia real. Admiro sus palacios, la majestuosidad de sus jardines, sus flores que alcanzo ver a través de la reja. Y ese ladrido real de los corgis que se miran lindos, y que según he leído en la prensa luego de la muerte de mi reina cuestan un dineral, algo así como 2 mil 500 libras libres de paja. Ja, ja. Uy, con eso comería yo fácilmente unos cinco meses aunque no pagara renta. Pero son tan lindos, tan tiernos.
ME GUSTA VER a sus majestades pasar por las calles. Ellos usan autos Land Rover, Jaguar, Roll Royce y Bentley. Aunque es curioso asimismo verlos en Mercedes, Vauxhall y unos especiales que les han hecho la Ford Motor Company, exclusivos. Yo sé manejar muy bien todo tipo de autos. Bien podría ocuparme de ellos. O de cuidar a sus gorgis. O cortar el pasto. Envidio a todos esos trabajadores reales que portan distinguidos trajes de trabajo, como si fueran parte de esa familia tan amada por su pueblo.
POR ESO ME DA CORAJE que le hayan tirado huevos a su majestad Carlos III. Nunca pensé vivir para ver tanta bajeza. No puedo ni dormir preocupado de hasta dónde hemos llegado en insolencias. ¡Huevos para el Rey! Y ese mequetrefe que se atreve, habiendo tanta gente pobre. Como yo he de comprender. Cierto yo soy un desocupado. Pero seguiré insistiendo con mis solicitudes para trabajar con ellos, y portar esos uniformes de gala, que bien se ve que distinguen a los súbditos y vasallos. Y que digan "ya sabes, la nueva, el que dormía bajo el puente de Westminster, ahora es jardinero, chofer o cuidador de perros del Rey". Y hasta una novela biográfica podría escribirse.
(*Composición literaria en que se critican agudamente las costumbres o vicios de alguien con intención moralizadora, lúdica o meramente burlesca.)