En medio de una crisis energética global agudizada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, especial relevancia tuvo la edición 2023 de Smarter E Europe, la plataforma de la industria energética fotovoltaica más grande de Europa, por la manera en que han traducido la adversidad, en una oportunidad para hacer de la industria solar una opción de soberanía energética
Esta feria solar reunió a más de 2 mil 400 expositores de todo el planeta en la ciudad alemana de Múnich, con una agenda centrada en las energías renovables, la descentralización y digitalización de la industria energética; sobresaliendo el tema de la movilidad eléctrica en todas sus áreas.
Entre los temas que se abordaron sobresalen las estrategias de descarbonización y el rol que ocupará en este proceso la energía solar, lo cual es un fenómeno universal, ya que en Estados Unidos en el último mes la energía solar superó en capacidad energética al gas y al carbón.
No podía faltar el panel para discutir los recursos que permitan acelerar la Transición Energética, donde los expertos coincidieron en la necesidad de formar y capacitar al capital humano, para lograr cubrir los nuevos puestos laborales que exige la industria fotovoltaica.
Incluso, en este segmento Alemania lleva a cabo una estrategia donde han tenido que apoyarse en la población migrante para hacer frente a la demanda y crecimiento de la energía fotovoltaica.
Los especialistas discutieron temas especializados como el desarrollo de proyectos de energía solar flotante y la forma de utilizar el vasto potencial de la energía solar en la agricultura. La tecnología y su constante innovación se pudo apreciar en las conferencias que abordaron el tema de las baterías y su creciente capacidad y velocidad.
En esta edición 2023, sobresalen las conferencias de E-Mobility, sobre el uso de la energía solar en la movilidad. El análisis se enfocó en todo el abanico de los temas de este sector, desde los vehículos eléctricos, donde se mostraron nuevas marcas con un gran desempeño; así como los retos que implica electrificar las unidades pesadas de transporte y la logística para cargar sus baterías.
En efecto, uno de los grandes desafíos que enfrentan los miembros de la Unión Europea, como los Países Bajos y Alemania, es dotar a las grandes ciudades de la infraestructura necesaria de estaciones de carga, porque en el caso del país teutón, donde hay en la actualidad 1.5 millones de autos eléctricos, tienen como meta llegar a 15 millones a finales de la presente década.
Con estas lecciones y experiencias del viejo continente, inmersa en un conflicto bélico que está revolucionando al sector energético, debemos seguir construyendo nuestro futuro energético en México. (Diputado Federal,
Presidente de la Comisión de Energía)