La Transición Energética representa un asunto en el que hay que acelerar el paso y en ese sentido la generación distribuida constituye una alternativa clave para lograrlo, especialmente en la actual coyuntura de un México que busca la forma de enfrentar el reto que significa atender la demanda futura en gran medida con fuentes renovables de energía.
Este tema, cuyo debate resulta impostergable, lo abordamos –con especial énfasis en las redes eléctricas–, durante la décimo quinta reunión ordinaria de la Comisión de Energía, en la que estuvo como invitado el Dr. Miguel Robles Pérez, investigador y secretario académico del Instituto de Energías Renovables de la Universidad Autónoma de México.
El especialista nos impartió una ponencia sobre las redes eléctricas futuras y la generación distribuida en México, durante la que explicó que es una percepción falsa que la generación distribuida atente contra la permanencia de las redes eléctricas.
Todo lo contrario, sentenció, la generación distribuida representa una evolución y una oportunidad con retos técnicos importantes que desembocarán en una mejora en la cuestión tecnológica y social del uso de la energía.
Expuso que, al Sistema Eléctrico Nacional, se le han sumado en los últimos años las centrales eólicas y fotovoltaicas, lo cual da un giro a la red para que en un futuro atienda gran parte de la demanda.
Más recientemente, a nuestro sistema se ha integrado la generación distribuida, principalmente, de acuerdo con el INEGI, con poco más de 300 mil sistemas fotovoltaicos interconectados a la red, que representan un importante universo de actores que interactúan con ésta a través de una nube de energía.
El uso de las baterías es la última tecnología que se ha ensamblado a la red eléctrica, anexando al nuevo actor que es la electromovilidad.
De esa manera, de 2016 a la fecha se han vendido en México, de acuerdo con el INEGI, poco más de 200 mil vehículos híbridos, vehículos eléctricos más de 23 mil, y vehículos híbridos con batería que se recargan suman poco más de 20 mil, con un crecimiento exponencial y presencia en todo el país.
Los vehículos con baterías eléctricas representan un sistema que jala energía de la red, pero también es una nube verde que puede aportar 1 millón de kilowatts-hora de almacenamiento.
A futuro se le agregará a esta capa de electromovilidad, una capa de inteligencia que se encuentra en fase de desarrollo, donde interactúan varias disciplinas tecnológicas e institucionales, que desembocarían en el uso del hidrógeno para alimentar energéticamente al país sin el uso de hidrocarburos.
Lo anterior contribuirá a establecer una red más compleja y con más actores: las centrales eléctricas, líneas de transmisión y distribución, todos los actores de generación distribuida y la electromovilidad.
En el presente todos ellos interactúan y hacen sinergia conformando el Sistema Eléctrico Nacional; en el futuro la red será el eje de todos los actores, quienes continuarán requiriéndola para compartir servicios.
El Dr. Miguel Robles concluyó que "la red eléctrica es el centro de Transición Energética, hay que prepararla para funcionar con alta penetración de generación distribuida y almacenamiento." (Diputado Federal/ Presidente de la Comisión de Energía)