Llama la atención que en las convocatorias de Morena para inscribirse a buscar las candidaturas a las diputaciones federales y al senado hayan excluido de estas últimas a los estados que tendrán elecciones para gobernador en 2024, entre ellos Tabasco. ¿Significa esto que guardarán los espacios para el senado a quienes tengan que sacrificar su primer lugar en las encuestas en razón de género?, ¿o acaso habrá "premios de consolación" para segundo y terceros lugares?
Este ofrecimiento, como se vio en la contienda nacional por la coordinación morenista no alimentó un espíritu democrático sino otro tipo de ambiciones.
Aunque pareciera en justicia reconocer la posición que las y los derrotados o desplazados tengan en las encuestas mi modesta opinión es que no es tan buena idea: con esto se alimenta la vieja práctica de quienes brincan de un cargo a otro con el simple recursos de anotarse aspirando a una posición alta (por ejemplo gubernatura), sabiendo que al final habrá algo para ellos.
Ejemplos tenemos de sobra respecto a quienes se han pasado pegados al presupuesto como diputados, alcaldes, senadores, otra vez diputados y así al infinito, y de un partido a otro. No son, como pudieran argumentar, ejemplos de servicio público y experiencia, sino de "expertise" en premios de consolación.
Mucho falta en nuestro país para que se arraiguen las convicciones y prácticas democráticas. Mientras tanto seguiremos viendo la reproducción de una subcultura heredada del viejo sistema y que, por supuesto, no es privativo de Morena. La encontramos en el PAN, PVEM (ni se diga), PRD, PT, MC y en su generador, PRI.
Ojalá los hechos nos desmientan.