TLALOC SE ENOJÓ EN ESTE JUNIO DEL 2024 O NOS CAYÓ EL CHAHUISTLE
Esta colaboración del 5 de julio del 2024, trata sobre las recientes lluvias ocurridas en los últimos días del mes de junio y principios de julio, con las tormenta tropicales Alberto y Chris, que entraron a territorio nacional el miércoles 26 de ese mes, y también con por la amenaza del Huracán Beryl.
La historia de todo esto empezó hace tiempo, cuando luego de casi 8 meses de falta de lluvias generalizadas en todo el país y con temperaturas de 40 °C o más, con la consecuente reducción de los volúmenes del 80 al 100 % de casi el total las 210 presas existentes en México, a niveles mínimos nunca antes registrados. Es a partir de la segunda quincena de junio es cuando afortunadamente empezó a llover en casi todo México, llenando del 15 a más del 100 % en algunas presas de nuestro país.
Mientras no cayó ni gota de agua y las temperaturas alcanzaron cifras históricas, a finales del 2023 y hasta junio. Muchas ciudades de nuestra república no tenían ni para lo mínimo, nuestros políticos estaban enfrascados en su grilla política-electoral y todos los presupuestos de esos estados se ocuparon en utilizarlos en propaganda política o aplicarlos al año de Hidalgo por fin de sexenio, en vez de resolver los problemas del pueblo, que, como siempre, tiene que aguantar. Los electos, pues, no tiene aún recursos para iniciar actividades.
CONSECUENCIAS DEL DESCUIDO
Hubo en este 2024 una crisis de agua en casi todo México, como nunca; resultado del Cambio Climático y de la nula atención que los gobiernos federales, estatales, municipales y el pueblo en general, que nada han hecho desde que se nos informó desde finales del siglo pasado. Le hacemos al tío Lolo. Y la población igual. Esto cada día estará peor, y nadie hace nada para paliar el problema. Soluciones hay muchas, solo basta la voluntad política.
Con estas aguas que están cayendo, de estas dos iniciales tormentas tropicales, la cosa se puso grave. Mucha agua, ciudades inundadas y mucha gente afectada en su patrimonio. Se dice que con estas tormentas cayeron 174 cm/m2, casi el 20 % del total del agua de lluvia que cae en México al año, en el 30 % del total de los estados, destacando: CDMX, Edo. Mex., Quintana Roo, Nuevo León, Veracruz, Hidalgo, San Luis Potosí, Campeche, etc. El gobierno saliente y el nuevo en un mutis total. La temporada de lluvias apenas empieza, y se esperan más de 8 huracanes, tormentas tropicales, etc., de gran poder destructivo. ¿Qué vamos a hacer para protegernos de esto?
El pronóstico no es bueno. Habrá muchas afectaciones y mucha gente lo perderá todo. No alcanzará el dinero federal para compensar en algo a tanto afectado. Este año es solo una muestra de lo que vendrá en los próximos años. Con la llegada de Beryl este fin de semana, la cosa se pondrá color de hormiga.
He comentado ya varias posibles soluciones para atenuar estos desastres, y es ahora cuando tenemos una gran oportunidad para ubicar los sitios donde más se estanca el agua de lluvia, para ahí realizar la perforación de los Pozos Letrina, que permitan eliminar y almacenar las aguas pluviales. No se trata de resolver al 100 % del problema de las inundaciones que habrá; con los ríos, imposible hacer mucho.
Este problema en su mayoría es el resultado de la nula planeación urbana, que sin medir consecuencias, a través del tiempo, ha tapado drenes naturales, vasos reguladores, etc., sin recordar que el agua sí tiene memoria.
UNA PROPUESTA
Exhorto a todos los estudiantes de geociencias de todas la universidades de México, más de 54, a salir de sus áreas de confort e iniciar una gran cruzada para que en esta situación de crisis, pues para eso estudiaron, ubiquen en sus comunidades los sitios mencionados, donde más se encharca el agua de lluvia. No hace falta material especializado. Con su teléfono celular y empleando la aplicación Polaris Navigation, configurado en unidades UTM, podrán obtener las coordenadas exactas de los puntos seleccionados, además de ubicarlos en algún plano o croquis, empleando la aplicación Google Earth, o algún otra o simplemente con un croquis, para exhibir la extensión, distribución aereal y la profundidad de encharcamiento, para calcular el volumen almacenado. Procurando que los puntos seleccionados sean los más profundos, para luego determinar el diámetro de tubería y capacidad de las bombas de inyección que se emplearán. Recuerden que la idea es perforar ahí un pozo, de no más de 500 m de profundidad, para que funciona tal y como funciona un WC.
Esta idea tiene 2 propósitos: Eliminar las aguas de lluvia que se acumulan en bajos topográficos en temporadas de lluvia, y de su re-uso, ya filtradas, en temporada de estiaje.
Con esta información, se podrá comunicar a las autoridades locales de esta posible solución, que -de entrada-, será más barata que seguir pagando afectaciones a cada familia cada año, y de paso, esos geocientíficos tendrán la oportunidad de trabajar en esos proyectos. Yo desde aquí, Villahermosa, Tabasco, los puedo asesorar con mucho gusto. Aparte de la voluntad política, se requiere de la participación de todos Uds., los geocientíficos. No tengan miedo, el agua no embaraza. Organícense en brigadas de al menos 2 personas y hagan su trabajo. Estarán sembrando. Luego cosecharán.
La temporada de aguas es el ideal para realizar este proyecto a nivel nacional. En otras ocasiones he convocado a las universidades de México a realizar esto, pero no he obtenido respuesta alguna. Si quieren que México cambie, deben de participar. (*Ingeniero geólogo. Tel: 9931765688 y Email: alf_8082@hotmail.com)