*Encuesta Nacional de Seguridad Urbana: percepciones
*Datos inciertos y volátiles, frenan soluciones viables
*Ascenso y caída de García Luna: piedra en el zapato opositor
"Cada pila de mugre es un palacio de cristal." La frase es del alemán Karl Krauss y resulta útil para introducir el tema. La inseguridad es temática incómoda para la oposición actual, pues como gobierno apoquinó mugre en el palacio mediático. La historia más desoladora en seguridad es el caso de Genaro García Luna, "miembro distinguido de los cuerpos de inteligencia", según Vicente Fox (2001) al nombrarlo director de la Agencia Federal de Investigación (AFI). Ese ´miembro distinguido´ venía con licenciatura en Ingeniería Mecánica, que nada tiene que ver con el perfil profesional para atender seguridad.
Nombrado Secretario de Seguridad por Felipe Calderón (2006-2012), García Luna fue detenido en EEUU (2019) juzgado y sentenciado (2023) por "conspiración y narcotráfico". Este personaje concentra en su ascenso y caída, lo que se ha hecho mal en materia de seguridad federal. Aquí sí lo de arriba goteó abajo. ¿Algo de este goteo vemos en Tabasco?
DATOS Y PERCEPCIONES
UNA COSA ES EL DOLOR por la inseguridad y otra la percepción. En esta escala se aborda la percepción. Los siguientes datos provienen de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, tercer trimestre de 2023, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a población de 18 años de edad y más, en 27 mil 970 viviendas de 75 ciudades en los 32 estados de la República.
De la población de 18 años y más, el 61.4% consideró inseguro vivir en su ciudad; 67.4% de mujeres y 54.1% de hombres estimaron inseguro vivir en su ciudad; 70.8% de la población manifestó sentirse insegura en los cajeros automáticos localizados en la vía pública, 64.2% en el transporte público, 55.4% en el banco y 54.1% en las calles que habitualmente transita; las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron: Fresnillo 95.4%, Ciudad Obregón 92.3%, Zacatecas 92.1%; Uruapan 91.5%; Naucalpan 87.3 % y Toluca 86.2%; del porcentaje de la población que mencionó haber visto o escuchado conductas delictivas o antisociales en los alrededores de su vivienda, 60.4% se relacionó con consumo de alcohol en las calles (ojo autoridades), 51.1% con robos o asaltos, 39.7% con vandalismo en viviendas o negocios, 39.5 % con venta o consumo de drogas, 36% con disparos frecuentes con armas, 24.4% con bandas violentas o pandillerismo; 15.2% con tomas irregulares de luz (diablitos) y 3.1% con robo o venta ilegal de gasolina o diésel (huachicol); 48.1 % de la población manifestó que modificó sus hábitos respecto a llevar cosas de valor, como joyas, dinero o tarjetas de crédito, por temor a sufrir algún delito.
Y más: el 42.8% modificó rutinas en cuanto a permitir que sus hijos o hijas menores salgan de su vivienda, 41.9% reconoció haber cambiado hábitos de caminar por los alrededores de su vivienda después de las ocho de la noche y 26.6% cambió rutinas relacionadas con visitar parientes o amigos.
¿Qué diría, paciente lector, sobre entorno social y seguridad?
CONTRA RELATOS POLITIZADOS
LA POLITIZACIÓN DE LA INSEGURIDAD en México es lamentable porque se pasan por alto datos como los anteriores. Un tema de ese calibre, que afecta a todos, no debe tener como punto de partida sesgo político. Otra cosa es que resulte inevitable la repercusión social del tema inseguridad desde el ángulo partidista y gubernamental, en búsqueda de soluciones. La inseguridad será tema central de las campañas presidenciales y se comprende por qué: valor social es valor político.
Lo que no se comprende es cómo, por llevar agua a molinos partidistas, la información sobre inseguridad sea en su mayor parte incierta y volátil en sus verificaciones. Si en ´la narrativa´ ganan los datos ambiguos, quizás cuando se diseñen políticas de gobierno los males subsistirán. ¿Eso se quiere? No es racional que actores políticos y sociales ´quieran´ un entorno creciente de inseguridad. ¿O sí, al buscar el poder a toda costa? Hay que alejarse de notas como los "drones que asesinaron a 12 personas en Guerrero" (falsedad que circuló en medios serios) o de "los 600 municipios que están en poder del crimen organizado" (Denisse Merker), porque –sin negar presencias ominosas- la cuestión central a dilucidar es cómo el crimen organizado se mueve en espacios del Estado. Presencias sigilosas del crimen, alimentan sus presencias estridentes.
Quien paga los platos rotos de inseguridad es el gobierno federal (y la población, por supuesto). Lógico a nivel político, insuficiente como explicación a nivel operativo, por la inacción (o corrupción) de gobiernos estatales y municipales en delitos del fuero común. Queda por ver cómo la inseguridad se convierte en tema de la campaña presidencial 2024. La inseguridad es el tema que más preocupa a la población, según el compilado de encuestas Oraculus/2023. Al inicio del sexenio, fue tema en que AMLO rectificó: luego de un diagnóstico interno, el Presidente desapareció a la Policía Federal y no regresó al ejército a sus cuarteles –como propuso en campaña- para luego gestionar la creación de una Guardia Nacional. Recordemos la premisa de Karl Krauss: "no puede haber reflexión válida sobre una vida dispuesta por apariencias".
( vmsamano@yahoo.com.mx)