Al paso que iban los recientes gobiernos mexicanos de la derecha con su política neoliberal de entregarle todo el patrimonio de la nación a los extranjeros, ya no habría motivos de conmemorar el 18 de marzo como fecha histórica de la “Expropiación petrolera”.
Con los neoliberales todas las petroquímicas nacionales quedaron abandonadas y desmanteladas y convirtieron a México en un país comprador de gasolina con un pueblo que ha tenido que aguantar gasolinazos como el de Peña.
Empresas estatales como Fertilizantes Mexicanos (Fertimex), al ser privatizada dejó de ser aquella gran abastecedora de fertilizantes de países importantes dentro de los Siete Tigres de Asia: La Cangrejera y Pajaritos, olvidados y abandonados, sólo quedaron en el recuerdo de quienes vivimos aquel auge.
Cómo se nota que estos presidentes neoliberales vende patria no sufrieron las presiones, las amenazas y chantajes que sufrió don Lázaro Cárdenas para rescatar los recursos petroleros de México que estaban concesionados a diecisiete compañías extranjeras.
Desde 1914, con Venustiano Carranza como jefe del Constitucionalismo, se buscaba legislar sobre el problema petrolero en México. Al plan de Guadalupe de 1913 se le añadió en de diciembre de 1914 la necesidad de una legislación petrolera de corte nacionalista.
El 19 de marzo de 1915 se creó la Comisión Técnica del Petróleo con el fin de constituir nuevas relaciones con las compañías petroleras y en abril de 1916 esa comisión publicó un informe en donde se planteaba la necesidad de que la riqueza del subsuelo mexicano debía ser propiedad de la Nación. Sin duda que este fue el antecedente al párrafo IV del artículo 27 de la Constitución de 1917.
No fue fácil, los gringos obligarían luego al gobierno de Obregón a firmar, en lo oscurito, el Tratado de Bucareli, donde se comprometía a no aplicar de manera retroactiva el artículo 27, párrafo VI.
Esto provocó la rebelión de Adolfo de la Huerta contra lo que se consideró una traición contra México y contra la esencia nacionalista de la revolución. Al senador por Campeche Francisco Fields Jurado, por reprobar en el senado el Tratado de Bucareli, fue asesinado por los pistoleros de Morones por instrucciones de Obregón.
En 1925, Plutarco Elías Calles, con apoyo del senado, promulgó la Ley Reglamentaria del párrafo IV del artículo 27 de la Constitución: en ella se disponía que las compañías petroleras debían pagar más impuestos y renovar sus concesiones dentro de términos más favorables para México. Las compañías ensoberbecidas se negaron a acatar nada de lo dispuesto por esa Ley.
Y el conflicto llegó hasta los días del gobierno de don Lázaro Cárdenas. En el mismísimo primer año de gobierno de don Lázaro, 1935, se fundó el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República.
Al año siguiente este sindicato emplazó a huelga exigiendo mejores salarios, semana laboral de cuarenta horas, cobertura por enfermedades y gastos por accidentes de trabajo. La intransigencia de las compañías petroleras provocó una huelga general el 28 de mayo de 1937. El conflicto se agudizó por lo que Cárdenas se vio orillado a la expropiación.
El presidente gringo, Franklin D. Roosevelt boicoteó a México no comprándole oro y demás minerales, y junto con los países afectados bloquearon el mercado petrolero como hoy han hecho con Venezuela.
Lo que salvó a México y favoreció la política nacionalista de Cárdenas fue la inminencia de la Segunda Guerra Mundial, el peligro expansionista de la Alemania nazi sobre América Latina que junto con Italia y Japón ya le compraban petróleo a México. Los gringos se vieron obligados a cambiar su política hacia México del gran garrote por la del buen vecino.