Execrable asesinato

Mientras el pasado 10 de febrero de este 2025 Luis Donaldo Colosio Murrieta hubiera cumplido setenta y cinco años de edad

Mientras el pasado 10 de febrero de este 2025 Luis Donaldo Colosio Murrieta hubiera cumplido setenta y cinco años de edad, el próximo 23 de marzo también de este 2025 lo que sí cumplirá son treinta y un años de haber sido asesinado en Lomas Taurinas, Tijuana. Y hace poco más de una década, cerca del vigésimo aniversario de dicho magnicidio, Enrique Krauze hizo pública una expresión que, según manifestó, le dijo Octavio Paz cuando se enteró del atentado: "Es Shakespeare puro" (por aquello de las tragedias del dramaturgo inglés, sobre todo por "Julio César", en la cual en el acto I, escena II, aparece la expresión "cuidado con los idus de marzo", pero el emperador no hizo caso de la advertencia, y fue asesinado el 15 de marzo del año 44 antes de nuestra era), y como hombre de pensamiento y letras, el único escritor mexicano que obtenido el premio Nobel de literatura plasmó su visión sobre lo que significó este lamentable y muy condenable magnicidio en un texto escrito un día después de la muerte del entonces candidato del PRI a la presidencia de la república.

          El texto titulado "El plato de sangre" apareció en el número 209 de la revista Letras Libres, correspondiente al mes de abril del aquel aciago 1994, llevando como epígrafe cinco líneas llenas de sentido: "Todos los días nos sirven / el mismo plato de sangre. / En una esquina cualquiera / -justo, omnisciente y armado- / aguarda el dogmático sin cara, sin nombre".

          "El plato de sangre" es un artículo cuya lectura hoy en día se vuelve necesaria e imprescindible porque, por un lado, tres décadas después todavía se debate la teoría del asesino solitario, y por otro lado, el hijo del político asesinado ha perdonado a "los cobardes" que asesinaron a su padre, ha pedido el indulto para el condenado acusado de haber sido quien jaló el gatillo de la pistola que mató a su padre, y ha solicitado que se deje de lucrar con el asesinato de su padre (aunque él, cantante frustrado, aspira a una carrera política como la de su progenitor, y al menos hoy en día ya es senador, cargo que también ocupó su papá).

          En este artículo Octavio Paz calificó de "execrable asesinato" a la muerte de Luis Donaldo Colosio, y dijo que este hecho significaba "el último de una sucesión de actos de violencia que han enturbiado el proceso electoral y comprometido la paz de la nación", y punto y seguido escribió: "Lo que debería ser una contienda pacífica amenaza con transformarse en un periodo de turbulencias intestinas, como las que desgarraron a nuestra patria en el siglo XIX y en los años de la revolución mexicana".

          Pero Octavio Paz no sólo describió, sino también preguntó: "¿Se ha abierto de nuevo el ciclo fatal que durante más de un siglo nos llevó de la dictadura a la anarquía y de la anarquía a la dictadura?", y antes de responder jugó con el supuesto de que la respuesta resultara positiva, y apuntó: "Si fuese así, México estaría perdido", pero de inmediato expuso su visión: "No lo creo".

          De este "no lo creo" al día de hoy, han transcurrido treinta y un años en los cuales en el país ha sucedido de todo, y uno de esos sucesos es la consolidación de ejercicios políticos, unos democráticos y otros no tanto, que permitieron varios sucesos: 1.- que seis años después del asesinato del candidato del PRI a la presidencia, su partido perdiera precisamente la presidencia del país a manos de la derecha electoral; 2.- que en 2012 regresara a ocupar la casa presidencial de Los Pinos; 3.- que en 2018 perdiera de nuevo la presidencia; y 4.- que en 2024 no pudiese tener candidato propio y se sumara a una coalición perdedora encabezada por el partido conservador que, al menos en el papel, fue su contrincante desde la década de los treinta del siglo pasado.

          No está de más decir que Octavio Paz apostaba por la democracia y que en su texto escribió: "La democracia, no me he cansado de decirlo, es sobre todo una cultura, es decir, es un aprendizaje", y aunque reconoció que la historia de la humanidad ha mostrado que este aprendizaje es lento, abundó: "La democracia comienza con elecciones libres, limpias y pacíficas. Así lo más urgente es impedir que la violencia se extienda".

          Además de manifestar que era urgente ponerle un hasta aquí a la proliferación de la violencia, Octavio Paz escribió en las dos últimas líneas de su texto: "Para cerrar las puertas a la violencia física, hay que comenzar por cerrarlas a la violencia verbal e ideológica". Y esta invitación a "cerrar las puertas", a tres décadas de haber sido externada, lamentablemente no ha perdido vigencia, por lo que sería muy bueno que el artículo hoy en día sea leído por todos, en especial por la derecha en general. Digo, para ver si aprenden algo.