ES COMÚN QUE nos pregunten ¿Y para qué sirve la poesía y la filosofía si no se gana dinero? ¿Y para qué sirven los concursos de declamación y oratoria en las escuelas? ¿Y para qué sirven los concursos de canto y de artes plásticas? Y demás.
ME CONCENTRARÉ EN responder sobre los concursos artísticos en general. Y en alguna parte en lo de oratoria y declamación. Y asimismo en los concursos de creación literaria. Con la seguridad de que sí sirven y de mucho. Y más si se hacen desde una perspectiva eminentemente educativa.
HE SIDO JURADO de diversos concursos, en primaria en lejanos tiempos. Y en secundaria y bachillerato asimismo de hace unos quince años a la fecha. He visto cómo los participantes son distintos a todos sus compañeros, más desenvueltos, más sonrientes, más seguros de sí mismos. Y he visto "los nervios" de los que pasan, el nerviosismo de "trágame tierra". De hecho algunos no pueden terminar porque dichos "nervios" los traicionan. Y con pena y todo, y sufrimiento, le agrego, se retiran avergonzados y entre el aplauso del público considerado y generoso que sabe de la dificultad en general de pasar al frente.
LOS CONCURSOS SIRVEN de poco si solamente se hacen por obligación. Si llega el oficio de las oficinas centrales de hacer "algo" por la cultura, las artes, lectura, escritura, y así por el estilo. Y entonces la estructura de una escuela se dedica a realizarla con la experiencia del año pasado, y se toman evidencias y se mandan vía estructura burocrática a quienes giraron el oficio. Y "sanseacabó". Y a otra cosa rutinaria mariposa.
SIRVEN DE MUCHO cuando hay entusiasmo. Y cuando se conoce de la verdadera intención educativa de que sean "todos" los alumnos los que participen desde el núcleo básico escolar que es el grupo. Y que de allí salgan los representantes del grupo para una final interna de escuela.
SIRVEN DE POCO los concursos si se hace en un salón, o sala audiovisual, donde solo sean los participantes, ganadores de grupo, quienes estén dentro, porque además no caben mucho más. La final de escuela debe ser ante todos los alumnos, aún con las dificultades técnicas y organizativas que haya por resolver.
EL CONCURSO, en la disciplina que sea, es solo una actividad más de tantas, que tienen el fin de hacer pensar a los alumnos, de acercarlos a las actividades específicas motivo de dicho concurso. Sea este de ciencias o artes. Y al hacerlo desde su origen en el grupo, con la participación de todos (que se cumple en sus dos fases internas: grupo y final escolar), se logra el objetivo de que todos participen en la experiencia de pasar al frente, de enfrentar un público, de tensar el nervio, de superar esa primera barrera a la que la mayoría sienten temor o terror.
¿Y SI UN ALUMNO se niega o rechaza participar? Sean estos pocos. Y que en la fase de salón puedan inclusive leer el poema o la pieza de oratoria para vencer esa dificultad. Quien lea no va a ganarle el concurso, pero va a ganar en sí mismo al vencer el miedo de pasar al frente. De eso estoy más que seguro. ¿Que hacerlo así es muy complejo, requiere más organización y recursos? Las dificultades son para resolverlas en lo organizativo. Y solo así se cumple con el verdadero y noble fin educativo de los concursos escolares.
EL GRAN OBJETIVO de educación básica en todos sus niveles es "enseñar a pensar". Solo pensando podrá integrar en su mente el conjunto de saberes que se imparte en cada una de las materias. Dichos conocimientos fragmentados de poco le ayudan al alumno si no sabe o puede integrarlos en su pensamiento. El reflexionar, el analizar, la toma de decisiones, el manejo de conflictos, el mediar en conflictos, el no involucrarse como parte de un conflicto, son capacidades que se van desarrollando en la práctica.
MUCHOS MAESTROS saben que en concursos de periódico mural, muchas escuelas los mandan a hacer con artesanos de la comunidad, que los hacen vistosos, pero sin la participación de alumnos. Y me ha tocado ver que el jurado que no sabe, en ocasiones "descalifican" a periódicos bellos porque en lugar de tener de medidas 2 metros de largo por 1 de ancho, que son las que dice la convocatoria, les falta o sobra un centímetro a lo largo o a lo ancho. Y así no se puede.
ENTONCES LO MISMO pasa en los concursos de declamación, escritura, oratoria. De poco sirven si los hacen solamente con los que quieran participar, o con el representante de grupo que el maestro registra porque es el mejor, sin haber realizado un concurso interno que sirva de práctica hasta los que menos pueden, pero que ganan la experiencia de pasar al frente.
YO FUI DE LOS QUE participaba y perdía siempre en esos concursos cuando estudié la secundaria. Pero aprendí mucho al escuchar como público el concurso final de escuela o de zona cuando se celebraban en la escuela y los mirábamos todos.