Escala Crítica

Crecen las presiones con la llegada de Trump; los gobiernos deben mirar hacia adentro

SE HA HECHO práctica común que en la administración pública se establezca un periodo inicial de tres meses o cien días para una primera evaluación de las fortalezas y debilidades de un gobierno. Esto de los cien días tiene referencias históricas en las campañas militares (como las de Napoleón); en el caso de México, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador estableció los cien días como periodos para sus "informes al pueblo", independiente de los informes anuales establecidos por la ley. Todo indica que la presidenta Claudia Sheinbaum adoptará el mismo esquema, al igual que Javier May como gobernador de Tabasco.

En el caso de la entidad tabasqueña la evaluación o informe de los primeros cien días tiene las limitaciones de una administración que inició en octubre, cuando ya los presupuestos anuales se estaban ejerciendo y también por el hecho de que la reforma a la Ley Orgánica –para desaparecer y fusionar algunas dependencias, y normar las nuevas-, apenas se aplica a partir del uno de enero de este año. Será hasta estas primeras semanas del mes que corre cuando los servidores públicos, de todos los niveles, sabrán con qué recursos cuentan...aunque ya tengan las indicaciones de lo habrá de hacer.

De esta manera, más que una evaluación cuantitativa lo que seguramente procederá es un informe cualitativo. Veremos.

En estos tres meses el tema que se ha colocado en la agenda es el de la violencia y la inseguridad, un fenómeno que viene de lejos y de adentro larvado durante años. A la prevención y el combate se tienen que destinar recursos no previstos; sin ignorar que el objetivo es ir a las causas, tampoco se deben dejar sueltos a los causantes lo que conlleva una decisión política que ya debe estar en la mesa de los equipos de inteligencia.

Mientras hay amagos externos de intervención, ante cuestiones que debemos resolver internamente. La pobreza es un factor detonante de la migración y de la delincuencia.

MIRAR AL SUR

Ante la amenaza del estadounidense Donald Trump con deportaciones masivas de migrantes latinoamericanos, la presidenta Claudia Sheinbaum (2/1/2025) llamó a los gobiernos de la región a formar un frente común para resistir la acción anunciada por el Presidente electo del país del norte, que tomará posesión el lunes 20 de enero. Falta poco y el tiempo es clave. Gesto oportuno de Sheinbaum: traza la posibilidad de sumar fuerza política continental para enfrentar al gigante del norte. Como siempre, el camino debe estar en la unidad de los países afectados.

LIDERAZGO Y MIRADA DEL MUNDO

El llamado de Sheinbaum puede colocar a México en posición de liderazgo regional. No es poco que la coalición de las izquierdas en México haya cosechado en 2018 con AMLO 30 millones de votos AMLO y en 2024 con Sheinbaum 36 millones. Legitimidad política y aprobación popular deben dar peso a la voz mexicana en el espacio latinoamericano.        

Ante acciones unilaterales de Estados Unidos, Latinoamérica no se queda pasmada. La Presidenta de Honduras, Xiomara Castro, le puso cascabel al gato: "Frente a una actitud hostil de expulsión masiva de nuestros hermanos, tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el campo militar, en el que sin pagar un centavo por décadas mantienen bases militares en nuestro territorio, que en este caso perderían toda la razón de existir en Honduras". Trump, con todo y bravuconadas, tendrá que enfrentar reacciones de este tipo.

En la medida que se activen propuestas colectivas sobre política migratoria, y rompan el aislamiento que quiere Trump para tratar con ventaja, los resultados serán positivos para la región que ´exporta´ millones de trabajadores a EEUU.

         

SELLO POLÍTICO COMUNITARIO

La analista Viridiana Ríos tocó un punto clave del Segundo Piso 4T: "hubo apoyos para los de abajo; faltan los de hasta abajo." Los programas sociales se piensan con ampliación hacia la población más vulnerable. Objetivo: combatir la desigualdad y abatir la pobreza en grado mayor. Este proceso de justicia social y la reforma judicial colocan reflectores internacionales en México. El mundo observa la continuidad 4T; sus adversarios esperan una catástrofe.       

La política requiere fines comunitarios, más allá del día a día que privilegia resultados sin importar sacudidas del piso social. Este esfuerzo de la izquierda que gobierna México se aparta de parámetros que dominan la política internacional, comenzando por EEUU. Con Trump, vivimos en el escándalo normalizado. Política como serie criminal de Netflix y generación de realidad sin límites éticos y valores comunitarios. Además, millones de usuarios de las redes virtuales alimentan desde el anonimato el rencor social.  

AL MARGEN

Con olvido de políticas comunitarias, la jerarquía mediática de lo importante se nutre de lo escandaloso. La acumulación de información virtual sin comprobar, moldea el escándalo y lo proyecta al terreno de la normalidad como rumores y noticias falsas. El escándalo normalizado es útil para la política espectáculo, como atmósfera cultural de desahogo público sin sanción legal. Donald Trump, con 34 cargos legales en su contra y sobreseimiento por inmunidad presidencial, encarna esta época. 

Si actores públicos propician el escándalo, si usuarios de redes privilegian exabruptos sin comprobar, entonces domina el descrédito y todo se normaliza. Así se olvidan valores comunitarios, lo que nos identifica como sociedad en busca de mejor convivencia. 

(vmsamano@hotmail.com)