* Prioridades: construcción comunitaria y construcción de comunidad
* Deseable: debate con diversidad de voces, para procesar problemas
* AMLO 2012: contra el engaño mediático de las élites, ¿y seguimos ahí?
RECORDÓ FERNANDO SAVATER: "Ya sabemos que para que el mal prevalezca en el mundo y arrase con todo sólo hace falta que los buenos no hagan nada". Esta idea se la atribuyen al británico Edmund Burke (1729-1797), siglos antes, sobre la indiferencia de la mayoría. Esta reconvención ciudadana es atendible. No hacer nada es permitir algo. Aunque a veces la cuestión no es sólo hacer: hay que alzar la voz.
¿Se viven tiempos delicados en México? Si es así, evitemos el tono destemplado: la prudencia discursiva reduce tensiones sociales. Los gritos o insultos terminan siendo una forma de violencia. De cualquier modo, no se recomienda el optimismo que se salta datos.
DESDRAMATIZAR
CARLOS MONSIVÁIS escribió: "No parece incorrecto afirmar que casi siempre cuando se utiliza el género apocalíptico es porque ha nacido en momentos críticos para la fe de una comunidad". La comunidad que llamamos México necesita opinión pública responsable, más allá de la dramatización de problemas. Convicción sin ataduras partidistas, aires populistas o perfiles elitistas. Vale la pena insistir: se requiere opinión pública con mirada ciudadana. Para entendernos: hay que poner en primer término los intereses de la población mayoritaria, con datos verificables.
La hegemonía 4T en los diferentes niveles de gobierno (federal, estatal, municipal) no tiene por qué obstruir la construcción de una opinión pública diversificada y con perfil ciudadano. La izquierda social conoce lo que es padecer persecuciones mediáticas y físicas.
"Pensar bien para vivir mejor", es interesante lema de la Universidad de Puebla. Traslademos este lema al plano social. La opinión pública debe ser construcción comunitaria y de comunidad cultural. Sin embargo, en muchas ocasiones lo que se identifica como opinión pública obedece a criterios sociales elitistas: se construyen relatos sesgados de la realidad social, a partir de la difusión de puntos de vista que responden a las capas pudientes de la población. Narrativa somnífera. En este sentido, lo que ocurre en medios alternativos y redes virtuales resulta indispensable para combatir los rasgos elitistas de la opinión pública tradicional. De ahí que AMLO hablara con frecuencia de "las benditas redes sociales", aunque también son un riesgo por la irresponsabilidad reinante. Urge en la opinión pública un cambio profundo, para orientarla hacia su misión ética: procurar el bien común sin disfrazar la parte por el todo. Es tarea de muchos, antes de que algunos arrasen con todo.
DESPERTAR CIUDADANO
ESCRIBIÓ AMLO en 2012: "Se piensa que así como los conservadores contaban con ´los principales periódicos de la capital y de los estados´, en la actualidad, con el manejo de la televisión creen que pueden seguir administrando la ignorancia en el país y adormeciendo a la gente. Se les olvida que el pueblo de México terminará por descubrir el truco de la manipulación y buscará liberarse de la opresión y del engaño". Párrafo premonitorio, 6 años antes de que se materializara la conciencia ciudadana con impacto contundente en las urnas 2018.
El despertar ciudadano tuvo que identificar intereses ideológicos en la opinión pública. Por ejemplo, cuando se golpea al adversario con la invocación de leyes que luego se atropellan. Una parte del discurso jurídico se convierte en realidad ideal. Los cristales ideológicos de la opinión pública ocultaban la necesidad de modificar de raíz el Estado de derecho.
CIUDADANÍA Y PROBLEMAS COMPARTIDOS
MIRADA CIUDADANA es mirada comunitaria. Como construcción de comunidad, importa situar problemas a corto, mediano y largo plazo. Es decir: ubicado un problema en tiempo y forma, pertenece a todos los individuos/interlocutores al momento de plantear soluciones posibles. La mirada ciudadana recupera así la noción de responsabilidad social, elemento clave del periodismo veraz. En cambio, las anteojeras ideológicas eluden la responsabilidad al trasladarla hacia los adversarios que participan en la vida pública. Patear el bote hacia el otro lado ideológico y político, para que mi lado quede limpio. Esta visión irresponsable es la que produjo el hartazgo ciudadano de 1988, 2006, 2018 y 2024, con saldos electorales históricos. La mirada ciudadana desmontó el engaño mediático que denunciaba AMLO en 2012.
La mirada ciudadana requiere datos veraces para la toma de decisiones y la adecuada perspectiva de problemas sociales. Nutrir a la política de ciudadanía. Ahí es vital la tarea de medios regionales y plataformas virtuales con sentido local. La construcción de comunidad cultural es el resultado de un trabajo periodístico a ras de calle: cercanía para mirar y hablar de los problemas existentes. En este sentido, es también responsabilidad ciudadana apoyar las iniciativas de periodismo de corte independiente. Le toca también al público.
La opinión difundida masivamente se agrieta con rumores, grupúsculos, sensacionalismo y noticias falsas (fake news). Este cóctel de distorsiones produce tiempos convulsos y –de forma lamentable- forma parte del funcionamiento estructural de la política y los medios cooptados por poderes reales o fácticos. Forcejeo incesante, con golpes bajos. ¿Qué hará la 4T para potencializar la mirada ciudadana en este sexenio? La hegemonía en el poder formal, en la representación republicana, obliga a decisiones valerosas de corte ético. ( vmsamano@hotmail.com)