*La confrontación como obstáculo, para reconstruir el país
*Se deslindan Villoro, Aguilar y Alfaro de bloque anti López
La inclusión Pelliceriana: necesario vincular cultura y educación
Víctor M. Sámano Labastida
LA OPOSICIÓN, la disidencia, el debate, la pluralidad, no sólo resulta explicable sino necesaria. A quien menos le ayuda la polarización es a quien esté en el gobierno, si su proyecto es a largo plazo, como se propone la Cuarta Transformación. La democratización del país, aunque lenta es producto del esfuerzo de individuos y organizaciones. No hay que temerle al debate y a las manifestaciones.
El fin de semana el diario Reforma anunció la integración de lo que en medios periodísticos se ha denominado “Frente Anti AMLO” (en referencia a López Obrador), o Grupo de Contrapeso, animado por el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado. Son experiencias distintas, pero…
UN LENTO PROCESO
EN 1994 surgió en México el denominado Grupo San Ángel, en plena crisis de la hegemonía del PRI, integrado por unos 80 activistas e intelectuales. El escritor Carlos Fuentes y había advertido ese año trágico sobre un “choque de trenes” en la elección presidencial de ese año.
No era la primera vez que intelectuales y líderes muy disímbolos tomaban la iniciativa frente a los graves riesgos en el país; sobre todo para impulsar la apertura de un régimen autoritario y crecientemente violento. Así, por ejemplo, años antes de la trágica y sangrienta represión de 1968, simpatizantes de Lázaro Cárdenas, comunistas y otras fuerzas de izquierda, fundaron en 1961 el Movimiento de Liberación Nacional.
Allí participaron, entre otros, Cuauhtémoc Cárdenas, Heberto Castillo, Enrique González Pedrero, Carlos Fuentes, Manuel Marcué Pardiñas. Diez años después, en 1971, se fundó el Comité Nacional de Auscultación y Organización, cuando las fuerzas progresistas mexicanas buscaban una respuesta democratizadora al autoritarismo del régimen cuya expresión más brutal había ocurrido en el gobierno de Gustavo Díaz (y luego se repetiría con Luis Echeverría, aunque de manera selectiva). En el CNAO estaban también Octavio Paz, Luis Villoro, José Luis Cuevas y Gastón García Cantú, entre otros.
Al paso del tiempo y en diversos esfuerzos democratizadores surgieron varios partidos y grupos, como el citado San Ángel y “20 Compromisos por la Democracia”, sin olvidar a la Asamblea Democrática por el Sufragio Efectivo y Alianza Cívica, el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos) y los núcleos defensores de los derechos humanos.
Le decía que si bien las circunstancias son distintas, no hay que alarmarse por el activismo de Javier Corral, gobernador de Chihuahua, quien dicho sea de paso busca construir su candidatura para el 2024. Dijo el panista: “En cualquier democracia el poder debe tener límites, contrapesos, equilibrios y sobre todo en una circunstancia donde el poder está como nunca tan concentrado en una sola persona desde muchos puntos de vista” al explicar la formación de un bloque “de contrapeso”.
El Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez (otro candidateable); los escritores Juan Villoro y Héctor Aguilar Camín, así como el empresario Gustavo de Hoyos, incluidos en el reporte de Reforma como parte del grupo opositor
Entre los integrantes de la iniciativa de Corral también fueron citados Emilio Álvarez Icaza, ex aspirante a la Presidencia-; Jorge Castañeda, permanente opositor a AMLO; Cecilia Soto, Agustín Basave y Martha Tagle, entre otros. De hecho, el bloque opositor lo había anunciado Corral Jurado desde diciembre pasado. Nada nuevo ni sorpresivo.
ROMPER BARRERAS
EL SÁBADO concluyeron las actividades formales de las Jornadas Pellicerianas 2019, aunque durante todo el año continuarán iniciativas para revalorar y difundir no sólo la obra de Carlos Pellicer sino para darle un lugar especial a la cultura en el proceso de cambio, según compromiso de Yolanda Osuna Huerta, la titular de la Secretaría de Cultura.
Durante una de las mesas sobre la poesía tabasqueña el poeta Ramón Bolívar destacó la necesidad de vincular la educación y la cultura. En efecto, se tiene que romper esa barrera que impide una nueva política pública para el desarrollo equitativo.
Escribió el ex rector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente (El Universal, 15, de mayo, 2017): “En un diálogo que sostuvieron hace algunos años el Premio Nobel de Economía Amartya Sen y el filósofo John Rawls, bajo el tema ´equality of what´, se esgrimieron conceptos fundamentales para entender cómo actúa la cultura en el desarrollo. La cultura, convenían ambos, contribuye por partida doble a la reducción de la pobreza. La desigualdad de oportunidades en el acceso a la educación y a la cultura es el factor que más contribuye a mantener la pobreza extrema”.
Permítame comentarle que en el marco de las Jornadas Pellicerianas este columnista fue invitado a presentar la obra “Samantha, la niña que escucha la mar”, escrita por Víctor Gerardo Grajeda e ilustrada por Pável Santa Rosa. Un trabajo bien logrado y una excelente edición.
Pues bien, hablar de un trabajo dirigido a los niños –pero no sólo a ellos-, me permitió reflexionar sobre la importancia de formar lectores, de incorporar nuevos públicos a la cultura, a la creación y disfrute del arte. Oficialmente las nuevas autoridades a niveles federal y estatal han declarado su decisión de promover la inclusión en todas las áreas, en particular en la educación y la cultura; es una tarea en la que tienen que participar decididamente las empresas y organizaciones socialmente comprometidas.
Como bien señalaban Amartya Sen y John Rawls: las instituciones inequitativas imponen altos costos sociales, económicos y –ahora lo estamos viendo- a la convivencia (violencia, crimen, inseguridad). (vmsamano@hotmail.com)