*Un merecido reconocimiento a Eduardo Lizalde, poeta de 90 años
*El derecho público al disfrute y práctica de las artes: Osuna Huerta
*López Obrador: crédito a la palabra, centros integradores, traspatio
Víctor M. Sámano Labastida
LA POLÍTICA es parte de la cultura, así como la cultura es mucho más que la política. Un gran acierto, sin duda, fue invitar al poeta Eduardo Lizalde Chávez como personaje central en las Jornadas Pellicerianas 2019 que sirven de marco para recordar al “Poeta de América”, Carlos Pellicer Cámara. Los dos escritores son un ejemplo de compromiso no sólo con la literatura sino con sus semejantes, con su tiempo. Los dos simpatizantes, militantes, de las corrientes progresistas y de izquierda; los dos rebeldes y creativos.
Desde hace por lo menos tres décadas, en Tabasco se estableció el festival anual de la poesía para mantener viva y extender la presencia de la obra de Carlos Pellicer. De 1989 a 1997 con las “Jornadas Internacionales Carlos Pellicer” y a partir del año 2005 el Encuentro Iberoamericano de Poesía. A partir de este 2019 como “Jornadas Pellicerianas”.
Quienes tuvimos la fortuna de acudir a la inauguración de este encuentro con la poesía pudimos escuchar a Eduardo Lizalde de viva voz –una voz potente y clara- contarnos sobre su obra y apreciar la lectura de algunos de sus escritos cargados de profundidad, escepticismo e ironía.
Leyó, por ejemplo: “Nacen del odio, mundos,/óleos perfectísimos, revoluciones,/tabacos excelentes.//Cuando alguien sueña que nos odia, apenas,/dentro del sueño de alguien que nos ama,/ya vivimos el odio perfecto.//Nadie vacila, como en el amor,/a la hora del odio./El odio es la sola prueba indudable/de la existencia”.
En uno de sus más célebres poemas –casi todos lo son-, escribió: “Recuerdo que el amor era una blanda furia /no expresable en palabras. //Y mismamente recuerdo/que el amor era una fiera lentísima: /mordía con sus colmillos de azúcar/y endulzaba el muñón al desprender el brazo”. El contraste de las imágenes y la forma de mirar al mundo.
LENGUA Y VERSO ORIGINARIOS
LA SECRETARIA de Cultura, Yolanda Osuna Huerta, destacó una venturosa coincidencia: que el inicio de las Jornadas Pellicerianas ocurriera la fecha en la que es celebrado el Día Internacional de la Lengua Materna. Precisamente Carlos Pellicer se distinguió por su defensa de los derechos de los pueblos originarios, entre estos a su propia expresión. Ejemplo de ello es su vínculo en Tabasco con la cultura olmeca y con el pueblo yokotanob o yokotán, conocido popularmente como los chontales. Ofreció la funcionaria que próximamente se convocará a un diálogo intercultural y que existe el compromiso de trabajar para que la población ejerza su derecho a las artes.
Le hemos comentado en otras ocasiones que la cultura y la educación pueden ser herramientas para restablecer el tejido social, así como para procurar condiciones de justicia y equidad. Se trata, como bien dijo Yolanda Osuna, de ampliar las audiencias. Y de integrar. La cultura como factor de reconciliación, insistió el gobernador Adán Augusto López Hernández.
Precisamente en la inauguración de las Jornadas el gobernador López Hernández, de quien sabemos es un apasionado de la poesía y en especial de Pellicer, ratificó su compromiso por rescatar y promover la obra de ese gran tabasqueño, que no se limitó a la literatura porque abarcó museos, casas de la cultura, derechos de los indígenas. El propio Andrés Manuel López Obrador, actual presidente de la República, se formó en el ejemplo y el magisterio político de uno de los más importantes integrantes del grupo conocido como “Los Contemporáneos”.
Según me cuentan, el escritor Álvaro Ruiz Abreu fue gestor fundamental para la presencia de Eduardo Lizalde, su amigo y uno de los pocos grandes poetas vivos en México –tiene 89 años-: le correspondió hacer la semblanza y presentación del homenajeado. Destacó la importancia de la poesía para luchar “contra la mediocridad y rapidez del mundo moderno”, también aprovechó para recordar a dos promotores de la cultura que participaron en los inicios de las jornadas pellicerianas: Ciprián Cabrera Jasso y Lácides García Detjen.
De lo dicho por Ruiz Abreu observo que a Lizalde y a Pellicer los identifica su compromiso con la poesía, pero también con las causas sociales de los desheredados. Uno desde su ateísmo y excepticismo; otro desde su fe y su rebeldía.
Las Jornadas continuarán hoy y mañana en Villahermosa, así como en varios puntos del estado. Más allá del programa oficial, también es importante que diversos sectores de la población se sumen a la celebración del poeta mayor de Tabasco.
AL MARGEN
HOY regresa Andrés Manuel López Obrador a Tabasco. Estará en su natal Macuspana para poner en marcha en la entidad el programa de crédito a la palabra para los ganaderos. Un sistema que ya se aplicó en el estado en los años ochenta y al cual me referí en mi colaboración del 17 de enero reciente (“Crédito a la palabra, economía de traspatio; vuelven modelos conocidos en Tabasco”). Esta vez se busca aplicarlo a diversas actividades y en todo el país.
Podría decirse que varios de los planes y proyectos de López Obrador tuvieron como laboratorio primero Tabasco y luego la capital del país. En la entidad, la economía de traspatio fue importante durante el gobierno de González Pedrero, como el régimen de becas para estudiantes en la época de Tomás Garrido o los esquemas de austeridad y control del gasto en los tiempos de Francisco J. Múgica. Muy pronto veremos también retomar el sistema de los Centros Integradores a escala nacional. (vmsamano@hotmail.com)