ESCALA CRÍTICA

Los 60 días de López Obrador en el poder; un estilo polémico y distinto de gobernar

*Arranca su tercer mes en la cuna de la alternancia en Tabasco

*El otro Ciclón del Sureste que busca una transformación cultural

*Alargar el sexenio, haciendo en seis lo que requiere 12 años

Víctor M. Sámano Labastida

LOS DIEZ DÍAS que conmovieron al mundo, fue el relato que John Reed publicó en 1919 como una crónica testimonial de la revolución rusa de octubre de 1917. Guardadas las distancias y diferencias, pasados dos meses de la llegada a la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador, otros cronistas podrían estar dando cuenta ya de “los 60 días que conmovieron a México”. El piso histórico del viejo sistema ha registrado una profunda sacudida. Hay grietas y reacomodos.

Ayer López Obrador estuvo en Tabasco, en el inicio de su tercer mes en el poder, para echar a andar uno de sus programas sociales más ambiciosos: la siembra de vida en el campo, para arraigar a la gente en sus comunidades. Me parece que no resulta casual que este arranque sea en un municipio que se distingue por haber sido el primero en el que se inició, en los hechos, la alternancia política en la entidad. Fue ahí donde se estableció el primer Concejo Municipal en 1991, encabezado por un ciudadano que no militaba en el PRI, partido hegemónico hasta entonces y que se identificaba con el Lopezobradorismo.

A reserva de referirme ampliamente al programa agroforestal no tengo duda que el cambio en el país, denominado la Cuarta Transformación, será cultural o no será. Desde el combate a la corrupción, pasando por la austeridad y la eficiencia del servicio público, hasta una nueva cultura productiva y de relaciones sociales.

COLOCANDO LAS BASES

COMENTAMOS aquí que la política es parte de la cultura, como lo es la economía. Pero la cultura lo abarca todo. Arraigar nuevamente a las poblaciones al campo, a sus comunidades, requerirá de un reaprendizaje y de incentivos.

Me dice un amigo lector, convencido del nuevo proyecto de la Cuarta Transformación y para el cual trabaja, que tanto en su conferencia mañanera como en su mensaje a quienes se reunieron en Cárdenas, Tabasco, el presidente López Obrador ofreció un balance emotivo y realista de sus primeros dos meses. Somos testigos, señaló mi interlocutor, “de un nuevo estilo de hacer política, el impulso de un nuevo modelo económico que está afectando intereses”.

Se trata, agregó, de lograr “una distribución equitativa del ingreso mediante salarios justos”. Así el aumento al salario mínimo fue histórico,  que no se había dado en décadas. A este elemento se suma la definición de una más amplia canasta básica que será expendida en las tiendas del sistema alimentario.

De la misma forma, pone énfasis en que hay un cambio en la administración pública que implica mover inercias de una élite burocrática “meritoria pero sin conciencia social ni comprometida”.

Lo más importante, señaló, “fue tocar las entrañas de la corrupción en los robos a ductos del combustible y a buque tanques en altamar”.  Una tarea difícil pero no imposible.

En el recuento no puede faltar la entrega del doble de pensión a los adultos mayores directamente, los apoyos a personas con discapacidad, becas para estudiantes de educación media y superior, microcréditos a jóvenes en el programa “Construyendo el futuro”, y –por supuesto- el de la siembra de un millón de hectáreas en el programa “Sembrando Vida”.

HAY PRISA, CORRE EL TIEMPO

PUBLICÓ Margarita Solano, corresponsal en México del diario español El País: “Andrés Manuel se ve alegre y su administración con prisa. Avanza a zancadas maratónicas con temas y políticas públicas pendientes sin tiempo al respiro y el análisis. Un día combaten el huachicol y al segundo anuncian un incremento de salario mínimo. Hoy asegura que la guerra contra el narco en México ya terminó y los ojos de millones que viven azotados por la violencia se abrieron cual luna llena. Que la esperanza de 30 millones por la Cuarta Transformación dejará frutos rojos y vivos, auguran unos. Se ven de cuarta, suspiran otros”.

López Obrador no se inmuta. Conoce a sus detractores, emociona a sus seguidores. Sabe que en estos momentos el bono democrático expresado en 30 millones de votos en julio pasado se mantiene alto. No se detiene. Anunció que buscaría hacer en seis años lo que requiere por lo menos doce años.

Escribió ayer Javier May Rodríguez, Subsecretario de Inclusión Productiva  y Desarrollo Rural Territorial: “El renacer de nuestra tierra, arranca hoy con #SembrandoVida, donde hombres y mujeres lograremos darle un nuevo rostro al campo, llevando trabajo y una mejor condición de vida a las zonas rurales más pobres. El objetivo de nuestras políticas de #Bienestar es erradicar dos de los problemas más importantes de nuestro país, la pobreza y la degradación ambiental. #HagámosloJuntos Por el #México que queremos”.

En el equipo en la Secretaría del Bienestar, que encabeza Luisa María Albores, el tabasqueño Hugo Chávez coordina el programa agroforestal; también está incorporado otro paisano de AMLO en lo que anteriormente se denominaba Oficialía Mayor, pero que ahora lleva el nombre de Administración y Finanzas. Se trata del economista y académico Baldemar Hernández Márquez, quien en la entidad fue Secretario de Desarrollo y presidente municipal de Jalpa de Méndez.

AL MARGEN

NI DRAMAS excesivos ni tampoco minimizar, pero la amenaza de presuntos miembros del crimen organizado contra el Presidente no debe ignorarse. Muchos son los intereses afectados hasta ahora y otros que ven acercarse la trilladora. El riesgo no es para una persona, sino para el proyecto que representa. Necesario tomar previsiones. (vmsamano@hotmail.com)