Los virus del dengue se transmiten a las personas por medio de la picadura de un mosquito infectado de la especie Aedes aegypti o Aedes albopictus. Estos mosquitos también transmiten el virus del Zika, el chikunguña, y otros virus. Casi la mitad de la población mundial, alrededor de 4 mil millones de personas, viven en áreas con riesgo de dengue. La enfermedad puede evolucionar a formas graves, caracterizada principalmente por choque, dificultad respiratoria o daño grave de órganos. Cada año, 400 millones de personas se infectan; de éstas, alrededor de 100 millones se enferman por la infección y 40 mil mueren por dengue grave o hemorrágico. Una persona puede infectarse de dengue múltiples veces en su vida. El dengue tiene un comportamiento estacionario, en el hemisferio Sur la mayoría de los casos ocurren durante la primera mitad del año; en el hemisferio Norte, mayormente en la segunda mitad. Este patrón de comportamiento corresponde a los meses más cálidos y lluviosos, como sucede típicamente en Tabasco y la región Sur-Sureste.
Según la Secretaría de Salud, el estado de Yucatán es el único que se encuentra en alerta máxima, con 300 casos por cada 100 mil personas. Se confirmó la semana pasada que la contingencia arroja 7 mil casos detectados. Le siguen Veracruz con más de 5 mil y Quintana Roo con más de 3 mil; Morelos, Chiapas y Puebla con 2 mil; Oaxaca, Guerrero y Tabasco con 1 mil, y Campeche con 500. Pero estas cifras alarmantes de por sí, se quedan cortas ante el total de casos probables, los cuales oscilarían en múltiplos de 5 o 7 por cada caso confirmado; así, Yucatán sumaría unos 35 mil casos probables y Tabasco otros 7 mil. La región Sur-Sureste es azotada por esta plaga que avanza cada vez más hacia los adolescentes y niños. Yucatán reporta cerca de medio centenar de casos de dengue grave en menores de edad; y de los 8 decesos a causa del dengue que registra Tabasco, 4 eran menores de 15 años. De todas éstas muertes, 3 ocurrieron en Comalcalco, 2 en Cárdenas; y 1 en Balancán, Centro y Huimanguillo. Sin embargo, con las defunciones aún en estudio; Tabasco, Yucatán y Quintana Roo sumarían hasta 30; y Veracruz, Morelos y Oaxaca superarían las 50 muertes por dengue. En particular, para los tabasqueños se nos advierte un alto riesgo, pues 2 de cada 5 casos están evolucionando a dengue de gravedad, en virtud de los síntomas observados. Centro, Comalcalco, Cárdenas y Huimanguillo son focos rojos ante el alto número de casos confirmados, registrándose hasta 150 hospitalizados. Escenario que podría complicarse aún mas para el estado y la región en cualquier momento, ya que las condiciones climáticas y la temporada de lluvias podrían contribuir a una veloz escalada de contagios, hospitalizaciones y decesos.
Ahora, auspiciados por la OMS desde hace algunas décadas, biotecnólogos y entomólogos médicos han trabajado en el control de plagas como el mosquito del dengue, a través de la esterilización de los machos con rayos X y rayos gamma, para que cuando se reproduzcan con las hembras creen huevos sin crías, erradicando ésta y otras enfermedades. De igual modo, después de casi un siglo de estudio, ya existen 2 vacunas aprobadas contra el dengue, Dengvaxia de manufactura francesa y Qdenga de la japonesa, aunque hay otras en desarrollo. Ambas alternativas son muy prometedoras, pero todavía limitadas. El control biológico de este tipo de plagas aún presenta retos; y las vacunas todavía no alcanzan la cobertura y efectividad en todas las economías ni en todos los grupos etarios, sobe todo en menores. Sin mencionar el desdén y abandono de países como el nuestro hacia la investigación, la innovación y el desarrollo científico. Mientras tanto, debemos actuar y prevenir, manteniendo seco y limpio nuestros hogares, patios y jardines; ayudando a mantener limpios los caminos y calles, el drenaje, alcantarillas y canales de desagües. Muy poco se puede hacer con quejas o plegarias, y casi toda enfermedad es producto de la desidia. (drulin@datametrika.com/Investigador Titular, UJAT/Director General, Datametrika Co.)