OBSERVATORIO DE DATOS

El Problema del Embarazo Adolescente

Las últimas cifras atestiguan que cada día, alrededor de 1 mil niñas o adolescentes en nuestro país de entre 12 y 19 años se vuelven madres, más de la mitad sin planearlo o desearlo, evento que prácticamente cancela sus posibilidades de aspirar a un mejor futuro, y que las lleva a sufrir violencia y acoso, ser etiquetadas y denostadas, correr mayores riesgos de explotación sexual, ser vulnerables a una mayor dependencia, sufrir baja autoestima, ansiedad, depresión e ideación suicida, enfrentándolas de un día para otro a un mundo hostil, sin las herramientas necesarias, y en la mayoría de los casos sin el apoyo del padre. Un millar de embarazos diarios que nos muestran el tamaño del conflicto social, sanitario y económico que vivimos.

La pobreza y la falta de servicios de salud alejan al país de cumplir con los objetivos de la Agenda 2030, de erradicar el embarazo infantil y reducir a la mitad el de las jóvenes de 15 a 19 años. Ostentamos fatalmente la tasa más alta de embarazos en mujeres de 15 a 19 años dentro de la OCDE que agrupa a las 40 economías más importantes; y las complicaciones del embarazo y en el parto son la primera causa de muerte en estas adolescentes. En México la tasa de mortalidad materna se incrementó 60% entre 2018 y 2021, pasando de poco más de 30 decesos por cada 100,000 nacidos vivos a 50. Casi el doble.

Cada año ocurren 360 mil embarazos de niñas y adolescentes, y 340 mil nacimientos en menores de 19 años. Según el INEGI, 4 de cada 10 nacimientos registrados en 2021 se dieron en madres de 15 a 24 años de edad. Y según la CONAPO, alarma que 2022 registró casi 9,200 nacimientos en niñas entre los 10 y 14 años, la cifra más alta en la última década. Los nacimientos por embarazo infantil y adolescente van a la alza. Las mayores incidencias se hayan en Chiapas, Guerrero, Tabasco y Coahuila. En México, uno de cada 4 adolescentes inicia su vida sexual entre los 12 y 19, a una edad promedio de 15 años.

La ENSANUT 2022 revela que el 90% de ellos escucharon hablar de anticoncepción y que uno de cada 5 ya tiene vida sexual activa; pero de todos ellos, el 20% no usa ningún tipo de anticonceptivo. De la misma Encuesta Nacional, 2 de cada 5 adolescentes ya estuvo embarazada y la mitad de ellas llegó a conocer los métodos anticonceptivos hasta después del parto. Esto quiere decir que aunque se escucha hablar de anticonceptivos, hay una mala información, ya que escuchar no significa conocerlos y mucho menos utilizarlos correctamente.

                                                                                                          

Cada año el mundo suma millones de embarazos no planeados. Adolescentes en gran medida, que ven truncados su educación y su futuro. Madres adolescentes que caen en el desempleo, en trabajos eventuales, ilícitos o clandestinos; con desventaja, riesgo y hasta peligro. Apenas 3 de cada 10 madres menores de 20 años tienen un empleo o estudian. Y con graves consecuencias de salud. El Instituto Nacional de Perinatología y el IMSS, evidencian que una adolecente embarazada tiene 20% más probabilidades de morir durante el embarazo o el parto; y el riesgo aumenta al 50% si la edad baja hasta los 15 años o menos. Además, en menores de 20 años existe una alta incidencia de anemia, partos prematuros, cesáreas, diabetes gestacional, preeclampsia y complicaciones, con 50% más de riesgo. Ahora, ¿cómo podemos ayudar a estos miles de adolescentes?

La respuesta está en la educación, en el conocimiento de los anticonceptivos que existen desde hace más de medio siglo, y tristemente muy poco utilizados por ignorancia, falsas creencias y machismo. Todos debemos fomentar su correcta utilización, generar y difundir su información; los médicos, las farmacéuticas, el gobierno, la iniciativa privada y ONGs, los maestros y padres de familia. Pero sobre todo entender y comprender que el problema y la solución involucra a hombres y mujeres por igual; que la prevención y las consecuencias son responsabilidad de ambos. Que una nueva vida no debe ser la desdicha de otra, ni el infortunio de dos adolescentes o de toda una familia. ( drulin@datametrika.com/Investigador Titular, UJAT/Director General, Datametrika Co.)