Poco antes de cerrar el proceso de elección de los primeros 4 virtuales finalistas para la elección del coordinador estatal de los comités para la defensa de la 4T, sobraban "los dedos de las manos" para descifrar la intención del "voto secreto" de los 58 consejeros estatales de Morena, tomando como referencia la ausencia del mismo de Mónica Fernández Balboa, que se reportó con Covid 19 y del ex secretario de gobernación Adán Augusto López Hernández, con quienes cerraba el grupo de los 60 notables.
Para nadie fue un secreto que los grupos de mayor presencia en el órgano "guinda" tabasqueño se presentaron en la jornada con proyectos afines, para encaminar al futuro o la futura abanderada o abanderado a la gubernatura.
Y es que las cédulas de votación debían identificar en un sola exhibición, al prospecto varón y a la aspirante mujer de mayor presencia para participar en las encuestas. No había pierde pues con tan escasa participación.
En cuanto a los nombres de los elegidos no se presentó mayor sorpresa: por los varones Javier May y César Raúl Ojeda Zubieta y; por las damas, Yolanda Osuna Huerta y Mónica Fernández Balboa.
Quizás la sorpresa del resultado radicó en que cuando todo mundo esperaba un triple empate por lo cerrado de la participación, en el lapso se perdieron tres votos que impidieron cerrar la contienda en un primer intento, sobre todo para un escrutador agudo, que ubicó votos de color de tinta distinto a los restantes.
Lo demás ya es historia, lo sucedido en este consejo político tropical fue un Deja Vú de lo que se vivió en agosto de 2022, cuando ambos grupos se enfrentaron para elegir a la dirigencia estatal que recayó en Tey Mollinedo.
Por ello, remarcamos en este mismo espacio desde el inicio de las hostilidades internas en Morena, que el principal reto del partido del presidente no es enfrentar a los adversarios en la contienda constitucional. El reto de la neo izquierda choca, es sobrevivir al proceso interno, primero en su tipo en materia de sucesión gubernamental.
El arraigo de la cultura de la línea, es otro adversario interno en Morena a superar.
Y es que cuando todo mundo esperaba que la culminación de la elección nacional -definida ya en favor de Claudia Sheinbaum- vendría a aclarar la sucesión en Tabasco, las bases de Morena intentan aún descifrar como terminar con la incertidumbre generada por 19 participantes en la contienda.
A ojos de este columnista, el tema de la paridad -que no está aún sorteado- pondría solo tres finalistas entre los "vinotintos".
Si es varón la ruta coloca a Javier May en el tren de la postulación con Raúl Ojeda pisándole los talones; pero si es mujer, Yolanda Osuna no tendría mayor problema en sortear la elección constitucional.
Sin embargo, a ras de suelo las bases de Morena regresaron al tiempo de los "aldeanos" y la izquierda tropical, con 16 aspirantes adicionales generando además de ruido ensordecedor, enfrentamientos innecesarios y simulaciones marcadas.
Como los tres votos perdidos en el consejo estatal, del que todo mundo habla y sabe pero prefieren disimular.
Veremos.
Kybalión.- Primero fue la coordinadora ejecutiva nacional del otrora poderoso sector popular Carmelita Ricardes y después la virtual candidata del Frente Amplio por México Xóchilt Gálvez. Ambas figuras, se pronunciaron en contra de los excesos que enmarca el protocolo de acceso a medios de comunicación en el congreso tabasqueño, después de algunos "desaguisados" con la llamada "prensa emergente".
En este mismo espacio señalamos en ocasiones anteriores, la necesidad de revisar este protocolo por la actitud "facistoide", que pretende encapsular a periodistas como si fuesen "trabajadores" del poder legislativo y no representantes de medios locales.
No sorprendería que esta omisión pueda llevar a capítulo a la LXIV legislatura ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la misma Fiscalía de Atención a Delitos contra Periodistas.
Cuando la pelotita de nieve se convierte en alud ¡Pero qué necesidad diría la Juanga!