El triángulo… del sureste

El triángulo… del sureste

La Cuarta Transformación del Gobierno de México transita por el pujante desarrollo y crecimiento socioeconómico en el sureste mexicano del cual es originario el Presidente; el sector energético es uno de sus ejes rectores como detonante para ese propósito que impactará a toda la cadena de valor que implica una economía dinámica, muy castigada en el anterior sexenio en consideración a la depreciación internacional del petróleo, el cual yergue en Campeche y Tabasco.

El Ejecutivo, asemejado a la jugada de tres bandas en el billar, emprendió desde el sábado ocho a este domingo 16 de diciembre la puesta en marcha del Plan Nacional de Electricidad en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, , luego el Plan Nacional de Refinación en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco, para cerrar este sábado con el Plan de Producción Petrolera en Ciudad del Carmen, Campeche.  

Del compromiso apalabrado en campaña electoral, mediando el acto republicano de la toma de posesión, en los primeros 15 días de gestión la administración pública federal transitó a los hechos para cumplirle a esta región sureña que ancestralmente fue objeto de una evidente discriminación, sin ver beneficio de retorno equiparable al resto del país por el cual se retribuyese por la vasta riqueza que de aquí se ha obtenido como país durante generaciones.

El tema en particular del petróleo ligado a la justicia social han sido la dual bandera inherente al activismo del presidente Andrés Manuel López Obrador desde sus inicios en la arena de lo público.

Con persistencia estuvo desde la oposición de izquierda en esa lucha frontal pro nacionalista en defensa de este que fue el último reducto del patrimonio que le quedaba al país, hasta antes de la estructural reforma neoliberal, de la cual le reprochó a Enrique Peña Nieto quien la concretó sin que hubiera la prometida prosperidad mexicana.

Un estandarte -la cruzada por el petróleo- que, aparejado con la insurgencia de los conflictos poselectorales de su tierra y agua, le catapultó hacia la esfera nacional para hacerse de un capital político, el cual hoy le tiene como poseedor de la primera magistratura del país.

El mando de la gobernanza nacional que le permite en estas dos semanas sentar las bases para privilegiar el interés de los suyos, los de esta región del sureste que se ha alzado más de una vez para reclamar sus derechos como integrantes también del pacto federado, con los derechos que le corresponden. 

Por ese motivo la trascendencia que tiene este sector estratégico de los energéticos en el Proyecto de Nación -plasmado en la Plataforma Electoral- que habrá de verse reflejado en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2024, el cual se presentaría hacia mayo próximo como la hoja de ruta de la naciente gestión, esperanzadora para sus afines y de escepticismo para sus adversarios.

El Plan Energético en su conjunto tiene como epicentro las tres entidades en mención por las razones argumentadas en buscar la cobertura total en el abasto de la demanda de todo el país, pero no por ello se margina al resto del país habida cuenta por las refinerías que se tienen en Salinas Cruz, Oaxaca; Tula, Hidalgo; Salamanca, Guanajuato, Cadereyta, Nuevo León; y Ciudad Madero, Tamaulipas.

En cuanto a vertiente hidroeléctrica tiene su enclave en las presas del Alto Grijalva, el más importante del país, pero igual están geográficamente dispersas ‘El cuchillo’, en Nuevo León; ‘El Cajón’, en Nayarit; y ‘La yesca’, compartida entre el territorio del mismo Nayarit y Jalisco, entre otras.

El caso de Veracruz, y su refinería en Minatitlán, destaca igual por sus reservas en hidrocarburos, de tal suerte que abre el espectro hacia un trébol de cuatro hojas en el corredor de la geopolítica nacional, por la importancia de sus recientes descubrimientos con prospectivas de reservas sin precedentes.

El Presidente de México ha dicho, en sus palabras, que edificar la séptima refinería en territorio tabasqueño responde a un interés técnico-estratégico, al concentrarse allí la producción petrolera de la zona para exportación, y no político como sus adversarios le pretenden vender esta visión al colectivo social.

No en vano, en la descentralización de la administración pública federal destinó a Villahermosa, Tabasco, la Secretaría de Energía; y dependientes de ésta Petróleos Mexicanos en Ciudad del Carmen, Campeche; y Comisión Federal de Electricidad en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Horizontes

La agenda presidencial de este domingo prevé además el formal anuncio en Palenque del proyecto del Tren Maya, que trazará por las entidades del sureste: Yucatán, Quintana Roo, Tabasco, Campeche y el propio territorio chiapaneco, en donde se asentó esta cultura prehispánica, ésta como el imán turístico preponderantemente europeo que aportan a la economía, y mucho con su moneda de uso común.

El europeo es ese tipo de turista avezado conocedor de cuanto implican las antiguas culturas mexicanas que legaron todo un misticismo en las zonas arqueológicas que aquí se tienen, sin olvidar a la olmeca asentada principalmente por el polígono tabasqueño y veracruzano.

Italianos, alemanes, suecos, franceses, ingleses y españoles, entre otros, son muy espléndidos en desembolsar sus euros a su visita prolongada, con fines de apreciar con todo detalle la herencia cultural prehispánica que aquí la generalidad del mexicano en su ignorancia desprecia. 

El gobierno de México en el razonamiento ha dispuesto diversificar a la economía de la región y no apostarle a poner todos los huevos de la gallina en la canasta de la industria petrolera, de la cual por décadas en Tabasco y Campeche se sostuvieron sin avizorar que en alguna etapa dejaría de ser la panacea.

En el sexenio recién concluido le cobró factura con una profunda crisis socioeconómica, por la depreciación atroz del hidrocarburo.

Bitácora

El plan por desarrollar al sureste mexicano es aún más ambicioso al tenerse el impulso a reactivar las actividades agropecuarias, hoy en el abandono y ocioso, que se enlazaría a la industria para el valor agregado.

eduhdez@yahoo.com