* Productividad sur en el sexenio: 20% mayor que el promedio
* Proyecto de nación: en busca de abatir la desigualdad
*Continuidad de políticas gubernamentales, retrato de urnas
EN EL PROYECTO de Nación de la Cuarta Transformación, que medirá su continuidad en las urnas, el combate contra la pobreza y la desigualdad pasa estratégicamente por el sur del país. Hay razones históricas para esa decisión: a) rezago tecnológico frente a otras regiones, b) olvido del sur en planes gubernamentales, c) estereotipos culturales sobre capacidad de trabajo, d) temor empresarial para invertir en ´zonas económicas débiles, ruidosas socialmente´ y e) recursos naturales canalizados vía federación.
El sur estuvo dos siglos abajo (1821-2018), y no sólo en el mapa.
VOLTEAR EL MAPA ECONÓMICO Y ÉTICO
HABÍA QUE REVERTIR esa historia de olvido y arrinconamiento social. No es casualidad que el primer Presidente de México con ´identidad sur´ en el siglo XXI genere con políticas públicas y proyectos macro un 20% más de crecimiento económico para la región, frente al promedio nacional. Un crecimiento que se debe convertir en desarrollo, no sólo cifras macroeconómicas. El dato sobre el crecimiento es externo: Banco Interamericano de Desarrollo (BID), "Informe sobre crecimiento económico en Latinoamérica postCovid-19" (2023).
En la cuenta política del sexenio en curso, la decisión de mirar hacia el sur refrendó lo que AMLO llama "humanismo mexicano" o "economía moral". Así se aterrizó en los hechos el lema "Por el bien de todos, primero los pobres". Esta decisión económica implica a la vez una decisión ética. ¿Qué tan sustentable será?, lo veremos.
NÚMEROS RECIENTES
SIN DUDA que por la extraordinaria inversión federal, la actividad económica regional en el segundo trimestre de 2023 muestra un repunte espectacular en el sur, según datos del Banco Central de México (Banxico): mientras el crecimiento económico nacional fue de 3.6%, la región sur creció casi al doble: 6%. Se trata de un dato que tiene en su centro "la industria de la construcción, que creció a ritmo de 72.5% a tasa anual en el sur de México", revela Banxico. Esto se nota en los hechos: la zona integrada por Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán se vio beneficiada por el dinamismo en el sector de la construcción y una productividad mayor en las manufacturas, sobre todo aquellas que se necesitaban para las obras macro del gobierno federal.
El desglose por regiones permite establecer comparaciones significativas que destacan al sur productivo al 6%: la región norte creció 1.9%; la región centro-norte 3.1%; la región centro 3.2%; ¿cómo se presentó el viraje? Entre los factores de impulso para el segmento de construcción pública está desde luego el Tren Maya como detonante, el cual se desarrolló a un ritmo mayor en relación con el trimestre previo, principalmente en Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Adicionalmente -reporta Banxico- en Quintana Roo destacaron la construcción del aeropuerto de Tulum y del puente de la Laguna de Nichupté en Cancún. También las remodelaciones de planteles educativos en Veracruz y Campeche, así como las vías carreteras de Oaxaca como parte de las obras que se ejecutan en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. En Tabasco, la Refinería y obras de infraestructura.
En edificación industrial, hay mayor dinamismo por la relocalización de cadenas productivas en Veracruz, principalmente en autopartes. Sobre cómo la región sur se ha visto impulsada por las manufacturas, resalta el mayor consumo de acero a utilizarse en el Tren Maya y en la infraestructura terrestre y marítima en la zona del corredor Transístmico.
CAMBIO DE GUIÓN
ORIENTADOS HACIA el norte en términos de productividad primermundista, con sesgo cultural al achacar al sur cierta pereza inmemorial, muchos países se olvidan de una parte fundamental de su identidad y geografía, en aras del desarrollo ´ciego´ de su economía. Se razona: "con identidad no se come". Aunque, ¿se puede vivir sin identidad? Eso es lo que recuperó la 4T con la decisión de mirar al sur.
Identidad es dignidad. Buscar la igualdad social es recuperar dignidad para las zonas y sectores más desprotegidos del país. El porcentaje de población urbana en el norte es 65%, mientras que en el sur es 49% promedio (Inegi, censo económico 2022). Hay excepciones, como la región yaqui en Sonora y la región tarahumara en Chihuahua, pero eso no ha impedido en el norte la consolidación del binomio productividad/desarrollo. En el sur, ese binomio no había podido detonarse y esperaba un despegue real y sostenido.
Con la mirada 4T/Sur, se atenuó un conflicto que pesó en la historia reciente de México: mientras el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), surgía en 1994 vía sur chiapaneco, ese mismo año el Tratado de Libre Comercio (TLC) se implementaba con dedicatoria al norte industrializado. Con todo y corchetes, a muchas empresas del norte les fue muy bien, mientras en el sur no había proyectos ni inversiones significativas. El modelo neoliberal de Carlos Salinas dijo "norte", mientras que la desesperación rural e indígena dijo "sur: aquí estamos. Otras voces deben escucharse". Ese choque cultural y económico, que fue un duro golpe para México, lo detectó desde Tabasco en los años 90s López Obrador, que articuló una lucha política pacífica y venció finalmente en las urnas con ese enfoque. El proyecto 4T sigue en busca de un sur con dignidad existencial, más allá de etiquetas ideológicas. Mientras tanto, las urnas esperan. ¿Hay propuestas alternativas de justicia social?: aún no son visibles. (vmsamano@yahoo.com.mx)