Las primeras muestras o situaciones en las que los niños pueden sentir pudor, el cual es normal e implícito en los humanos, se producen cuando les empezamos a quitar el pañal, comienzan a ir al baño solos y tienen necesidad de cerrar la puerta para sentirse más cómodos.
Muchas veces, este tipo de actitudes nos sorprenden. Nos preguntamos cómo siendo tan pequeños les da vergüenza. Sin embargo, es comprensible y hay que entender que, a pesar de ser pequeños, empiezan a sentir pudor. A partir de manifestaciones de este tipo es que debemos ser conscientes de que, independientemente de la edad, el pudor existe y hay que respetarlo. Poco a poco los niños irán necesitando su intimidad y reclamando espacios para ellos solos. Es importante proporcionarles esos espacios y ayudarles a que se sientan cómodos con su propia intimidad. En cambio, hay algunos niños que no tienen esa necesidad de intimidad y es importante transmitirles que sí es necesaria en ciertos momentos.
Los padres podemos encontrarnos ante preguntas de nuestros hijos sobre sexo u otras curiosidades. Estos intereses les surgen en diferentes edades dependiendo de cada niño. Es importante proporcionarles información y no confiar en la que puedan conseguir del exterior, sobre todo, porque hoy en día hay un bombardeo y exceso de contenido en la red de todos los temas. Además, el enfoque que se le da a la educación sexual es muy diferente según el modo en que cada uno viva la vida. Por lo tanto, es algo que debe pertenecer a la familia y que se debe transmitir teniendo en cuenta los valores propios de la familia y el estilo educativo.
Al ser un tema que recae principalmente en la familia, se debe tratar de un modo explícito. Con ello, conseguiremos hacerlo más natural, pero tampoco es necesario adelantarnos excesivamente ni hablar demasiado sobre ello. Podemos comenzar cuando los niños son muy pequeños resolviendo sus dudas o intereses. El niño nos demandará información y, en caso que no la demande, será porque no lo necesita o no le interesa, así que no tendremos porqué precipitarnos.
En primaria suelen reclamar información sobre la reproducción sexual. El colegio se la irá proporcionando, pero es imprescindible que nosotros también se la proporcionemos, con nuestros matices y creencias. Demanden o no esa información es bueno que nosotros vayamos introduciendo mensajes de la importancia que tiene el modo en que tratemos a los demás a nivel afectivo y sexual. Es en este momento, en que estableceremos buenas bases para que, una vez que llegue la adolescencia, estén formados y actúen de manera coherente a esa formación.
Existen diversos materiales educativos, cuentos, películas que nos pueden ayudar a enfocar el tema. Por este motivo, no debemos quedarnos escasos en la información que se transmita y darles la confianza de que puedan preguntarnos y acudir a nosotros ante sus miedos, dudas y curiosidades.
Algunas pautas que les podemos transmitir a la hora de educarles en el pudor:
El que una persona tenga cierto pudor demuestra que lo importante está en el interior de uno mismo, no tanto en el exterior.
La falta de pudor lleva a la despersonalización.
Deben cuidar el modo de vestir. Debemos enseñarles que no podemos vestir de cualquier manera, a la hora de vestirnos podemos ocultar o reservar nuestra propia intimidad, por eso es importante porque detrás de cada estilo hay un modo de ser y una personalidad.
El colecho prolongado, asearlos o en el peor de los casos, compartir la denudez con cualquier menor a partir de la edad preeescolar, quebrantará gravemente el pudor, la individualidad y en muchos casos, generará niños ansiosos y dependientes.
Los padres tenemos que tener claro que debemos ofrecer una buena educación, afectiva y un buen desarrollo de la disciplina.
Es importante educar a los niños en el pudor para que sepan respetarse a sí mismos y pedir ese respeto a los demás. (Psiquiatra/Paidopsiquiatra)