Que se oiga bien....y que se oiga lejos, decía Andrés Manuel López Obrador en aquellos días de campaña en la búsqueda de la Presidencia de México: amor con amor se paga.
Y esa legendaria frase, sin duda, fue la tónica del acto realizado el domingo pasado en la plancha del zócalo de la Ciudad de México, con motivo del quinto aniversario de la elección del mandatario tabasqueño.
Lo anterior, porque una vez más, AMLO fue arropado por miles y miles de simpatizantes que se congregaron para estar alado de su líder, el hombre de quien, si bien hay voces que dicen que el gobierno que encabeza ha dejado mucho que desear, sin embargo, también hay quienes opinan lo contrario, pero algo que llama la atención es el hecho de que, si como dicen unos vamos mal, como explicar que el tabasqueño, al llegar al 5º. año de su elección, cuente con una aprobación de su gestión del 61.8 (Consulta Mitofsky/El Economista, 30/06/2023).
Al margen del número de personas que haya acudido a la plaza del zócalo de la CDMX, y también sin entrar en detalle si fueron o no por propia voluntad o llegaron como acarreados, la verdad eso es lo de menos; no se puede negar lo que propios y extraños reconocen consistente en el carisma del tabasqueño y el talento que tiene para mover las masas, virtud que ya quisieran tener otros actores de la clase política quienes pasan apuros para poder llenar las plazas cuando se trata de manifestaciones en las que es necesario mostrar el músculo.
Así las cosas, seguramente AMLO debió sentirse satisfecho de ver cómo una vez más se llevó la tarde y en la plaza no sólo se oyó el clamor "Es un honor estar con obrador", sino también constató el júbilo de la multitud al ver como su líder cortaba oreja y rabo.
Sin importar lo largo del discurso del tabasqueño, en el que destacó la obra de su gobierno, empezando por citar que cuando menos llega de manera directa a 30 millones de hogares, el programa de Bienestar.
Asimismo, que hay 21 millones 887 mil 307 trabajadores empleados inscritos al Seguro Social y el monto del salario que perciben e hizo mención como ha mejorado el salario mínimo.
También, que luego de la pandemia, la economía ha crecido en más de 3 % anual.
E igualmente destacó que la clave de los resultados ha sido el no permitir la corrupción.
Mencionó, además, que los servidores públicos ya no tienen salarios elevadísimos.
E hizo referencia a la obra emblemática del Tren Maya.
De igual forma, que antes de concluir el sexenio se logrará la autosuficiencia energética.
Que la nueva refinería de Dos Bocas ya empezó a cargarse con petróleo crudo y en diciembre estará terminada la planta coquizadora de Tula, así cómo en julio próximo la de Salina Cruz.
Y habló de que se ha avanzado para alcanzar la autosuficiencia alimentaria, destaando el programa Sembrando Vida.
E indicó que antes de que termine su mandato, el sistema de salud pública va a ser uno de los mejores del mundo. Me canso ganso dijo.
Otro punto fue que ya cuentan con Internet para el Bienestar 108 mil 221 comunidades.
Y que en materia de seguridad pública está funcionando bien la estrategia de atender las causas de la violencia, y no se reprime al pueblo.
Fue un día lleno de alegría y de felicidad para AMLO sin duda.
Así, el tabasqueño va escribiendo su propia historia y aun cuando sus detractores no cesan de estar un día sí y otro también hablando de lo mal que dicen va el gobierno de la Cuarta Transformación, con la pretensión –dice AMLO- de descalificar su labor gubernamental, seguramente, más adelante, la historia juzgará si la gestión del tabasqueño, como guía y cabeza de la Cuarta Transformación, logró su cometido.
Ese será el verdadero parámetro que pondrá en su verdadera dimensión la realidad de saber si la nación avanzó para bien, o se dieron pasos para atrás como cangrejo. (altar_mayor@yahoo.com.mx)