El primer discurso pronunciado, tras rendir protesta como Presidenta de México, por Claudia Sheinbaum Pardo para más de uno representa como un refrendo del ambicioso proyecto de la 4T iniciado por el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, pero al mismo tiempo avizora aires de reconciliación en torno a la nueva historia que desde ayer empezó a escribirse en la vida política de nuestro país.
Dígalo si no cuando en dicho mensaje, la hoy nueva mandataria nacional delineó a los ojos de la nación, los principios que sustentarán el quehacer de su gobierno:
1.-Primero para que haya prosperidad debe ser compartida o, dicho de otra forma, por el bien de todos, primero los pobres.
2.- No puede haber gobierno rico con pueblo pobre. Esta es una frase de Benito Juárez García, que los gobiernos de la transformación hacemos realidad y que sostiene que el gobernante debe vivir en la justa medianía, sin lujos, parafernalias o privilegios, y que el gobierno no debe ser una carga para el pueblo. A eso le llamamos austeridad republicana.
3.- Las y los gobernantes debemos ser honrados y honestos. El uso de las estructuras de gobierno para el beneficio personal o de un grupo ensucia el servicio público. La corrupción debe combatirse por ética y por principios, pero, además, como lo hemos visto, porque ahí radican los recursos necesarios para el bienestar del pueblo y el desarrollo de la Nación. En pocas palabras, la honestidad da resultados. Además, la autoridad moral es lo más importante, y esa no se compra en la esquina, se construye con una sola mística, la de luchar con honradez todos los días por un México con justicia, democracia y libertad.
4.- El principio máximo de que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, o regresando a Juárez, con el pueblo todo, sin el pueblo nada.
5.- Prohibido prohibir, la libertad es esencia de la democracia.
6.- El desarrollo y el bienestar del pueblo solo pueden fortalecerse con el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales.
7.- Las mujeres tenemos derecho a la igualdad sustantiva.
8.-México es un país soberano, independiente, libre y democrático. Queremos la paz y la fraternidad de las naciones y nos coordinamos, mas no nos subordinamos.
9.- La política se hace con amor, no con odio. La felicidad y la esperanza se fundan en el amor al prójimo, a la familia, a la naturaleza y a la patria.
10.- Condenamos el clasismo, el racismo, el machismo y cualquier forma de discriminación. No es solo un asunto de tolerancia, es el reconocimiento de que la profundización de las desigualdades llevará siempre a la injusticia. La fraternidad significa vernos a los ojos como iguales.
Paralelo a ello una frase de su discurso que cimbró profundo y lejos fue aquella cuando expresó: "gobernaré ´para todas y para todos" señalando después "tengo la certeza que consolidaré un México más próspero, más soberano y justo. No les voy a defraudar!".
El primer mensaje de la nueva Presidenta de México fue muy prudente, conciliatorio –anecdótico, inclusive, al recordar aquellas fechas cuando en ese mismo recinto el líder político AMLO subió al escenario para defenderse el pretendido desafuero cuando era jefe de gobierno del D.F.-- y sobretodo fueron palabras de enaltecimiento del valor y la importancia de la mujer mexicana en las luchas sociales y políticas de nuestro país.
Por eso en el arranque de su mensaje subrayó: "no llego sola...llegamos todas" porque, dicho sea de paso, con el histórico arribo de la primera mujer a la Presidencia de México –después de 200 años de haber sido gobernado por varones- se empieza desde ahora a escribir una nueva historia, ahora representada en el tiempo de las mujeres.
Y es que ciertamente hoy la historia y el pueblo mexicano han decidido que sean las féminas los ejes centrales del poder: Claudia Sheinbaum –ppor decisión de 35 millones de mexicanos— como titular del Poder Ejecutivo; Ifigenia Martínez, al frente del Poder Legislativo y Norma Piña (que por cierto estuvo presente en la ceremonia de ayer) titular del Poder Judicial Federal. (altar_mayor@yahoo.com.mx)