¿A quién cargamos la culpa de que haya tantos delincuentes?
El tema de la inseguridad se ha colocado en la agenda política. Acaso la puesto ahí los propios delincuentes o quienes los protegen y patrocinan. Pero hay un contexto.
Resulta que para una gran parte de la población mexicana, los denominados Centros de Readaptación o Reinserción Social, no son espacios donde los delincuentes enmiendan con privación de la libertad los agravios ocasionados a la sociedad; al contrario, se sabe que muchos de estos lugares son escuelas donde no pocos perfeccionan sus formas de agredir a las víctimas.
No son pocos los que se preguntan: ¿Por qué? Si se emplean importantes recursos para castigar y readaptar esta "escoria social", los resultados no son favorables a la sociedad misma, que es finalmente la que carga con el peso económico de los que ahí confluyen como partes de una estructura exprofeso, para corregir las fallas sociales que se convierten en ovejas descarriadas de la sociedad.
¿A quién cargamos la culpa de que haya delincuentes? En estos días y gracias a la existencia de las benditas redes sociales, se ha viralizado el caso de la golpiza que el Fofo Márquez (el youtuber Rodolfo Márquez) diera a una mujer de 52 años en un estacionamiento en un supermercado del estado de México. Demos gracias a la redes virtuales porque de no existir, y sólo contar con los medios tradicionales escritos, quizá no supiéramos de este asunto.
Hace ya más de veinte años, se encontraba escrito en una barda del interior del Centro de Readaptación Social del Estado de Tabasco (CRESET), una frase que decía: "Eduquemos a los niños de hoy, para no castigar a los hombres de mañana". Lo anterior viene a colación por la solidaridad manifiesta de la colectiva Brujas del Mar, con la madre del Fofo en razón de la carta de arrepentimiento y perdón para la señora golpeada.
Más que el peso moral que carga la madre de este sujeto, muchas personas creen que son las amenazas de muerte que pesan sobre los hombros de su hijo y la estrategia de defensa de los Abogados, los principales motivos que provocan la carta, antes que una disculpa, con la que se pretende buscar la piedad de la Juez en el proceso, a efecto de que se recategorice el agravio (tentativa de feminicidio) en un delito menor, algo que se ve difícil más no imposible.
El ambiente en el interior de los centros de internamiento para compurgar una pena, son espacios poco agradables, e intensos de incertidumbre para quienes permanecen en ellos. Ahí se inventa una vida diaria rodeado de personas desorientadas, no confiables, abusivos, enfermos, etc. etc., no es nada sencillo. Más si nunca se ha tenido límites y no ha estado sujeto al cumplimiento de normas, porque pueden haber reglas escritas y de conducta común para todos, pero en el interior de estos espacios se complementan con la reglas de los que ahí conviven y las extorsiones están a la orden del día.
El Fofo Márquez de llegar a ser condenado por el delito que hoy lo tienen sin libertad sujeto a un proceso, podría pasar en prisión cuarenta años de vida. El castigo menor que alcanzaría por no haber sido educado de niño. "Esta es la lección más dura que ha tenido que aprender, una lección que yo, desafortunadamente, no supe enseñarle a tiempo", palabras de la madre del Fofo.
Pero, ¿cuántas personas entenderán que también se experimenta en cabeza ajena? Lamentablemente hay quienes toleran y fomentan la violencia porque piensan que nunca serán las víctimas...o los victimarios castigados.