Mientras que en Tabasco, de momento, estamos siendo bien tratados por el Covid 19, con solamente seis casos positivos, a pesar de la alta concentración de extranjeros en nuestro territorio, en México ya hemos pasado a la Fase Dos del coronavirus. Esto quiere decir que el contagio está empezando a ser local y no estrictamente de las personas que han viajado a países en crisis. También significa que podemos esperar, en las próximas dos o tres semanas, lo peor.
En este punto lo más importante para los ciudadanos es la información. La secretaria de Salud, la doctora Silvia Roldán, ha sido un grato descubrimiento como portavoz porque imprime confianza y serenidad, virtudes principales para enfrentar una pandemia como la que nos amenaza. Limpio el panorama de las infamias que se han vertido contra alguno de los chocos que dieron positivo, y despejado el ataque político contra el propio gobernador, a quien daban los villanos como contagiado, resultando completamente falso ese dicho, que a veces parecía que era un deseo contenido de los malvados, creo conveniente leer un texto de un experto que se encuentra viviendo en carne propia los más virulentos ataques del virus en uno de los lugares en los que está haciendo más daño: España.
Quique Caubet, médico en el hospital catalán Val d’Hebron califica como “Una absoluta irresponsabilidad por parte de los gobiernos y los medios que no hablen claro, pues detrás de todo esto sí que puede morir mucha gente. Lo que determina el peligro de un agente infeccioso es la combinación de 3 factores: el vector de contagio, la morbilidad y la mortalidad. El COVID-19 tiene un vector de contagio entre 1,5 y 2,5, es decir, 3 veces superior a la gripe. Lo cual implica que su propagación es geométrica: 1-2-4-8-16-32-64-128-256...pero lo peor de todo es que, a diferencia de la gripe y del SARS, éste se contagia durante las dos semanas de incubación, antes de tener incluso síntomas. En cuanto a la morbi-mortalidad, es la siguiente. Hay que tener una cosa clara: TODOS VAMOS A INFECTARNOS POR EL COVID-19 en los próximos tres meses. Ahora bien, de cada 1000 personas, 900 lo pasarán asintomáticamente. 100 mostrarán síntomas. De esos 100, 80 lo pasarán como una gripe muy jodida: tos seca, dolor de cabeza y muscular, es decir, dos o tres semanas en casa muy malos pero al final lo superarán. De 20 que quedan, 15 desarrollarán una neumonía bilateral con dificultad para respirar, que requerirá ingreso hospitalario para administrar broncodilatadores, corticoides y oxígeno. Los 5 restantes desarrollarán una fibrosis pulmonar que exigirá inmediato ingreso en la UCI con respiración asistida. De esos 5, 3 morirán. Y los dos que se salven presentarán secuelas que obligarán a trasplante de pulmón. Estas son las cifras que se manejan actualmente en la comunidad científica occidental. A diferencia de la gripe, está infección es una oleada multiplicadora. De forma que en dos-tres meses se van a producir todos los contagios”.
Y aquí viene el problema real: En México no existen, entre el sistema sanitario público y el privado, camas suficientes para atender a toda la población que previsiblemente será infectada y con necesidad de tratamiento hospitalario. ¿Veis el problema? EL AUTENTICO PROBLEMA NO ES LA ENFERMEDAD EN SÍ sino que, debido a sus características epidemiológicas, viene en una oleada infectando a toda una población que no tiene inmunidad previa en cuestión de 2-3 meses. Resultado: COLAPSARA EL SISTEMA SANITARIO!!!