"Tu Dios es judío, tu música es negra, [...] tus números son árabes, tus letras son latinas. Soy tu vecino, ¿y tú me llamas extranjero?"
Eduardo Galeano
México es el segundo lugar de origen de personas migrantes más importante en el mundo, solo después de la India. En 2023 se presentó el mayor número de eventos de migrantes en situación ilegal del que se tenga registro en México. Ha aumentado el 833 % en los últimos seis años, lo que también habla de una gran entrada de extranjeros indocumentados al país. Las investigaciones sobre la estratificación de la riqueza por raza, etnia y lugar de nacimiento han revelado que los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos tienen un nivel de riqueza bajo en comparación con las poblaciones nacidas en Estados Unidos y los inmigrantes de Europa y Asia. Esta brecha de riqueza entre los inmigrantes mexicanos, que es el grupo más numeroso de nacidos en el extranjero en Estados Unidos, es preocupante.
Dado que la riqueza es una medida importante de la integración económica de los inmigrantes (Agius Vallejo y Keister, 2020), la baja acumulación de activos se considera un indicador de integración limitada. No obstante, la investigación que incluye solo a los inmigrantes mexicanos que permanecen en los Estados Unidos en los análisis de la riqueza ignora la migración de retorno como un posible impulsor de la estratificación de la riqueza. Como resultado, existe una comprensión incompleta de la trayectoria del curso de vida de la acumulación de activos de los inmigrantes.
La migración de retorno voluntaria puede considerarse tanto el resultado de una integración económica fallida como un indicador de haber alcanzado con éxito los objetivos de ingresos previstos para reinvertir en el país de origen. La acumulación de activos probablemente difiere para los retornados voluntarios en relación con los deportados, que son interrumpidos en su proceso. Hay que considerar también que el retorno voluntario está condicionado por la dependencia financiera de la familia en los Estados Unidos y el costo de regresar y restablecerse. Estos dos factores pueden impedir la migración de retorno para los inmigrantes con menos activos, en particular aquéllos con deudas o activos cero, lo que deja una población residual en los Estados Unidos con activos limitados. Es una suerte de sesgo del superviviente, en el que los migrantes que permanecen en los Estados Unidos aparentan contar, en general, con menos activos, pero porque quienes tienen más ya se retiraron.
La acumulación de activos es una medida clave de la movilidad socioeconómica de los inmigrantes. Las personas que retornan por gusto tienen en promedio 50 años de edad. Sin embargo, en el retorno por problemas de ilegalidad por grupos etarios, o grupos de edades, se identifica que: el 55.3% se encuentra entre los 15 y 29 años, y le siguen quienes se encuentran entre los 30 y 59 años, equivalentes al 42.3%.
Un fenómeno que viene con la migración masiva de México hacia los Estados Unidos es la "fuga de cerebros". Como el nombre anuncia, es el proceso a través del cual un país pierde profesionistas y mano de obra científica por su déficit de oportunidades e infraestructura. La migración de profesionales de México a Estados Unidos actualmente, desde la pandemia de COVID-19, se ha incrementado porcentualmente respecto a la población con escolaridad no universitaria. De acuerdo con datos históricos, se estima que en el 2012 casi 600,000 migrantes mexicanos con licenciatura residían en los Estados Unidos. Otros estudios calculan en 357,000 el número total de profesionistas mexicanos que emigraron a países de la OCDE, aproximadamente 16% del total, siendo México el país que ha registrado la mayor tasa de crecimiento de este tipo de migración. Casi todas las 33 mil visas emitidas en 2022 para profesionales en Estados Unidos y Canadá fueron para personas mexicanas. Después de la India, China/Hong Kong y las Filipinas, México figura entre los primeros cinco países con el mayor número de migrantes con educación superior viviendo en Estados Unidos.
Sin embargo, como parte de sus travesías migratorias en Estados Unidos, los profesionistas mexicanos frecuentemente experimentan subempleo. En ocasiones, el trabajo es en actividades que demandan gran esfuerzo físico, ajenas a sus campos de formación profesional; por ejemplo, en las áreas de cocina, limpieza o construcción. El dominio limitado del idioma inglés es la principal limitante en su empleabilidad.
La migración es el gran tema del siglo por su complejidad. El proceso migratorio no es fácil de limitar, por lo que su regulación suele ser muy indirecta y lenta. O, por el contrario, se busca que suceda de la forma más amena posible. Una manera de lograr esto, por lo pronto, es incrementar los esfuerzos en políticas públicas para fomentar la educación bilingüe, de modo que el idioma deje de ser una limitante para la empleabilidad de la población migrante, profesionistas incluidos. Sin embargo, también apremia un cambio interno. La inversión pública en la formación de profesionistas no dará retorno mientras no haya la infraestructura y la oferta laboral para aprovecharlos. De la misma manera, no existirá un control del flujo migratorio en México mientras no lo haya en los motivos del flujo, como la inseguridad y la falta de oportunidades. Después de todo, la migración se maneja mucho antes de la aduana.
(jorgequirozcasanova@gmail.com)