Ciudad de México.- Al referirnos a la educación que se imparte en o desde instituciones educativas, formales o no, solemos referirnos a la institución como tal. Poco hablamos de quienes la impulsan y le dan vida a diario, más allá de "altas autoridades", cuando en gran medida a ellas se debe se debe la calidad y el impacto social de ese trabajo educativo.
Honrar aquí la persona y el trabajo de Iván Blanco Esteban, quien desde el Centro Educativo Truper, impulsó una educación "informal" plural, abierta al mundo y a las necesidades de un público ávido de aprender, no es un mero acto personal de memoria y amistad , es una invitación a valorar a quienes, como él, dedican sus energías y talentos a promover el conocimiento y la reflexión sobre el pasado y el presente y a preservar espacios de diálogo, imprescindibles en estos tiempos obscuros y turbulentos.
Director del Centro Educativo del Museo de Memoria y Tolerancia desde sus inicios en 2011, Iván Blanco logró darle a este espacio un sello personal, sintetizado en el lema "La educación gratuita y de calidad es posible" que, más que "misión" institucional, fue para él una convicción personal que orientaba sus acciones y proyectos. Si bien el marco institucional del Museo , y su objetivo de promover "la memoria histórica, la paz y el respeto del otro como condición de la justicia", así como el sustento financiero de la Fundación Truper, constituyeron la base que hizo posible el fortalecimiento y la ampliación del Centro Educativo como espacio ideado para impulsar la extensión educativa, la diversificación de temas, áreas y formas de incidencia para enriquecer la vida intelectual y personal personas adultas, jóvenes, niños y niñas a lo largo de más de doce años se debió a la labor incansable de Iván y su equipo más cercano, integrado por jóvenes, mujeres sobre todo y algunos muchachos, comprometidas y entusiastas.
Quienes han asistido a cursos gratuitos del Centro Educativo, presenciales hasta el confinamiento, virtuales durante éste y después, han podido aprender sobre memoria, culturas del mundo, conflictos internacionales, violencia, prevención de ésta, género, feminismos, educación para la paz, con especialistas de alto nivel en artes, humanidades y ciencias sociales. Quienes enseñamos ahí poco o mucho tiempo recibimos de Iván respeto por nuestro trabajo y apoyo para introducir nuevos temas, incluso cuando no parecían tan ligados a "temas del Museo". A esto se debieron, entre otros, un fascinante curso sobre cultura maya o la diversificación de cursos de sobre estudios de género, violencia en México, feminicidio, masculinidades. Ya antes de la fiebre del zoom, personas de otros estados y países pudieron también acceder a numerosos cursos grabados, a través de una plataforma virtual, ambicioso proyecto que se adelantó a la tendencia virtual que hoy, para bien y para mal, predomina en la educación "informal".
Para fortalecer académica y económicamente al Centro, Blanco promovió alianzas con otras instituciones de educación superior, en particular con la Ibero. Lo que se inició en 2015 con un diplomado en Estudios de Género y otro sobre Estudios del Medio Oriente, se ha ampliado a otros temas urgentes, como "Política criminal en torno a la delincuencia organizada", "Acompañamiento a víctimas de violencia y catástrofes", "Educación para la paz y derechos humanos". En 2020, auspició con el Colegio de México un exitoso diplomado especializado en Políticas Públicas con PEG para "enlaces de género" de la SRE que reunió durante el confinamiento a personal que discutía las mismas lecturas y temas desde muy diversos países.
Con el mismo sentido de apertura y compromiso social, Iván y su equipo colaboraron con instancias públicas, como COFECE, IFT, SSC, y empresas privadas, donde se impartieron conferencias y cursos que contribuyeran a la no violencia y a la igualdad. Diversos/as especialistas capacitaron también a docentes de escuelas particulares en prevención del acoso y del bullying, temas que se trataban en cursos gratuitos en el Museo para otros docentes o personas interesadas.
La vida del Centro Educativo se enriqueció asimismo con la participación de organizaciones de la sociedad civil, como Médicos sin Fronteras, Amnistía Internacional, grupos de la diversidad sexogenérica, feministas y activistas, ya fuera en actos conmemorativos o en momentos en que era importante dar a conocer los trabajos o propuestas desde la ciudadanía y el activismo. Los cine-debates, los círculos de lectura para niños y niñas, dan también cuenta de su visión amplia y generosa de la educación y la cultura.
La terrible noticia de su muerte el jueves 12 de octubre no detuvo un momento las actividades del Centro Educativo, quizá porque "él así lo habría querido". Su ausencia representa, sin embargo, un hueco enorme en el Museo y sobre todo en la vida de muchas personas – sus colaboradores/as , las y los docentes que pudimos tratar con él, estudiantes.... Su legado, tan rico y positivo para miles de personas, es invaluable.
Que su espíritu vuele alto en espacios más luminosos. (CIMAC Noticias)