La semana pasada la OMS conmemoró el Día Mundial de la Diabetes, destacando la necesidad de un acceso equitativo para su atención y la sensibilización para que las personas pueden minimizar sus riesgos y complicaciones. La diabetes es una afección crónica que afecta la manera en que el cuerpo convierte los alimentos en energía. El páncreas produce insulina, una hormona que regula el azúcar en la sangre para que las células del cuerpo se nutran y la usen como energía. Con diabetes, el organismo no produce suficiente insulina o no la puede aprovechar, quedando demasiada azúcar en el torrente sanguíneo; con el tiempo, esto causa problemas graves, como la ceguera y perdida auditiva, insuficiencia renal, infartos, accidente cerebrovascular y amputación de miembros inferiores.
El mundo cada año registra unos 10 millones de nuevos casos y cerca de 7 millones de muertes; los países pobres y de ingresos bajos como el nuestro, son los que más acumulan nuevos casos, enfermos y muertes. Esta amarga epidemia no es tan actual, su dulce compañía está presente desde la Antigüedad. Hace unos 4 mil años, el Papiro de Ebers y los Vedas hindúes la describían como casos con orina pegajosa y sabor a miel. En Grecia Antigua y el Imperio Romano se acuñó el término “diabetes” para señalar síntomas de continua necesidad de orinar, sed intensa y debilidad extrema; se atribuía a una falla en los riñones, pero desde entonces se recomendaba dieta y ejercicio como prevención. Luego, entre los siglos XVII y XVIII, se descube su origen en el páncreas, y a inicios del XX el hallazgo de la insulina. La ciencia médica siguen haciendo más descubrimientos e innovando sobre mejores protocolos y fármacos para su tratamiento.
El número de diabéticos en el mundo se ha quintuplicado desde 1980, alcanzando hoy cerca de 500 millones. En México se triplicó afectando a 1 de cada 8 personas; con cifras crecientes, pues se estima que un 5% de la población sin diagnostico aún no sabe que es prediabético o que la padece, enterándose muy tarde para poder contener o minimizar su embate. En 2023, según el INEGI, uno de cada 7 defunciones fue por diabetes, cifra cercana a los 120 mil. Cada 3 minutos un mexicano muere por este mal. Veracruz, Tabasco y Puebla tienen las mayores tasas de mortalidad, rondando los 120 decesos por cada 100 mil habitantes. Dos de cada 3 de los decesos ocurren en adultos mayores de 65 años, pero preocupa que 1 de cada 20 suceden ya en la población más joven, en menores de 35.
Y más aún, este verdugo avanza hacia los niños y adolescentes, pues últimamente se registran cientos de muertes en menores. Destaca el incremento del diagnóstico positivo de la enfermedad conforme aumenta la edad. Campeche, Hidalgo y Tamaulipas son los estados con las prevalencias más altas en la población de 20 años y más, casi 1 de cada 7 ciudadanos son diabéticos; Quintana Roo, Querétaro y Aguascalientes con las más bajas. Pero sorprende que Sonora, Oaxaca, Puebla, Chihuahua y Chiapas tienen comunidades, y hasta municipios enteros, con cerca de 1 de cada 3 adultos sufriendo esta epidemia.
La diabetes en México es la tercer causa de muerte y ocasiona el mayor número de años de vida saludable perdidos. Según el IMSS y la PROFECO, su costo anual de tratamiento oscila entre los 150 y 750 mil pesos, derivado de estudios, consultas, hospitalización y medicinas; mermando nuestras riquezas: un gran boquete en el presupuesto de salud, en la productividad y el patrimonio familiar. Ahora, los principales factores de riesgo y complicación son la comida chatarra y las bebidas azucaradas, así como el consumo excesivo de alcohol y refrescos, de alimentos altos en grasas y azúcares; lo que provoca sobrepeso y obesidad e incrementa los riesgos de invalidez, gravedad y muerte adelantada por diabetes. Gran parte de los casos y sus complicaciones pueden prevenirse manteniendo una dieta saludable, actividad física regular y peso corporal normal. Cuidémonos más para que tengamos una dulce muerte sin esta amarga agonía. (drulin@datametrika.com/ Investigador Titular, UJAT/ Director General, Datametrika Co.)