A los Estados Unidos les urge modificar su política y su trato hacia México y América Latina. En días pasados un político republicano, aspirante a la presidencia del país del norte, con el pretexto de abatir el crimen organizado en nuestro país, declaró que de llegar a la presidencia invadirá a México.
Si algo caracteriza a los políticos gringos, como a la mayoría de los ciudadanos estadounidenses, es su miopía política y su ignorancia de la historia. Ya no son los años en que los Estados Unidos eran la potencia hegemónica en el mundo y podían invadir el país que les daba la gana.
Pero los tiempos han cambiado, la supuesta hegemonía del país del norte ha venido a menos desde su apabullante derrota en Vietnam en 1973. En ese año el dólar se devaluó hasta tocar fondo y la crisis financiera y monetaria hizo trizas aún más a su orgullo imperialista. Pero no aprendieron de esa amarga y abortada experiencia belicista. Su política guerrerista contra los árabes y hoy en Ucrania, que favorece a los grandes fabricantes de armamentos, los ha hundido en un proceso crónico de insolvencia financiera y de endeudamiento: en 2002 los Estados Unidos tenían una deuda de SEIS TRILLONES DE DÓLARES y en nuestros días es de TREINTA Y DOS TRILLONES DE DÓLARES. Estados Unidos ocupa el lugar número 12 entre los países más endeudados del mundo con una deuda que representa el 107% respecto del PIB. México ocupa un lugar en el top 5 de las naciones con menor deuda, aunque Anaya canallín pregone otra cosa.
Repito, a Estados Unidos le conviene modificar su estrategia hacia México, Centro América y el resto de América Latina. A Estados Unidos le conviene un México fuerte en su frontera sur y también una Centroamérica con una economía sólida para evitar por un lado la oleada de migrantes que van huyendo de la pobreza y frenar además la injerencia creciente de China en la región.
Los asesores y dirigentes estadounidenses deben entender que ya no son la potencia hegemónica, que la gran potencia económica que es hoy China que está consolidando una política de alianzas comerciales y de inversión con varios países de Centro y Sudamérica.
China, en toda Asia, ha apoyado a los países de la región y ha firmado tratados comerciales y de inversión con India, Irán, Corea del Sur, pero no ha recurrido a medidas militares como ha sido costumbre de los Estados Unidos y de la CIA para derrocar gobiernos "inconvenientes". (Existe la fuente que nos dice que la CIA está detrás del crimen organizado en México y que hoy ha arreciado la violencia en nuestro país para influir en las próximas elecciones presidenciales).
Si los asesores y dirigentes de Washington fueran un poco más inteligentes y más estudiosos de la Historia, no estuvieran casados con la obsoleta estrategia imperialista de invadir países o derrocar gobiernos que sólo enemigos les ha ganado y ha orillado a esos países, en Asia y en América, a acercarse más a China que es hoy un socio comercial clave para la región: es hoy el primer mercado para las exportaciones del Brasil, Chile, Uruguay y Argentina y el segundo para el Perú, Cuba y Costa Rica. Nos dice la nota tomada de "Política Exterior":
"En el ámbito financiero, el gigante asiático se ha convertido, además, en una fuente alternativa al mercado financiero privado y a los organismos de Bretton Woods. El Banco de Desarrollo de China y el Banco de Exportación e Importación de China se encuentran entre los primeros financistas de la región. Los préstamos acumulados ascendieron a 137,000 millones de dólares, siendo Venezuela, Brasil, Ecuador y Argentina los principales receptores. Y las inversiones directas ascendieron a 140,000 millones entre 2005 y 2021, de los cuales 64,000 millones corresponden a Brasil y 25,000 millones a Perú según datos del Inter-American Dialogue".
Les digo a los gringos que invadir países ya no les conviene como propone el despistado republicano: eso sólo les deja más deuda, más enemigos y que los chinos les coman el mandado en su propio traspatio.