IMAGINE LA ESCENA. Son las tres de la tarde. Ya se está preparando la comida. Y como a la comida hay que acompañar con algo para beber, la decisión fácil que se toma en muchos casos es mandar a comprar la botella de tres litros de Coca Cola. O lo mismo cuando llega una visita. Su parte a todos por igual. Y con esto quiero decir que los niños toman su parte correspondiente y hasta piden más.
PARA UNA BUENA SALUD, aparte de alimentarse bien, es necesario cero gaseosas, vinito de vez en cuando y poco, es necesario tener movimiento tipo deporte o la sencilla y benéfica caminata. Pero sin duda alguna algo que ayuda mucho es no permitir que los pensamientos negativos como el odio, el rencor y la envidia entren a nuestro pensamiento. Y si tratan de entrar, hay que cerrarles las puertas y ventanas.
HAY QUIENES DICEN: "yo voy a comer de todo, que de todas maneras voy a morir y quiero vivir contento, dándome mis gustos". Es válido. Solo que los tratamientos y medicinas, incluyendo las operaciones son muy caros para el bolsillo particular (del pobre y la clase media), y para la salud pública.
CUANDO LEEMOS QUE MÉXICO es consumidor número uno de refrescos de Cola (Coca y Pepsi) en América Latina, y no ponemos atención a la noticia, no nos importa porque no la relacionamos con los altos índices de obesidad, diabetes e hipertensión.
SE DICE QUE ES DIFÍCIL llegar a todas las comunidades del país, por lo intrincado de le geografía en muchos lugares, compuestos por altas montañas, serranía tupida, caminos angostos, ríos caudalosos que hay qué cruzar. Y todo ello lo salva la red de distribución de la Coca Cola. Allí está cerca de ti, a tu paso, a tu merced, a tu disposición. Y hasta el extremo de que se te fía, si ya te conocen que eres buen pagador.
CUANDO ME TOCABA HABLAR en el homenaje con asistencia de padres de familia, o en asambleas de padres, siempre tenía la pregunta a la mano, sobre todo cuando eran Día de la diabetes, Día mundial del corazón, etc. La pregunta era: levanten la mano ¿quiénes consumen Coca Cola en sus casas? Y la respuesta era abrumadoramente por unanimidad. Veía a todos levantando la mano, sonrientes. Y luego me ponía a explicarles lo mortal que es el consumo de esa agua azucarada. Y para hacer notar más la importancia de reflexionar sobre el tema, hacía yo alusión de que me ha tocado ver a mamás y papás que les ponen coca u otro refresco azucarado en el biberón a los niños. Y de nuevo la risa de todos.
POR SUPUESTO, NO ES SOLO la Coca y la Pepsi. Es en general todos los refrescos embotellados con alta concentración de azúcar. Así que todos los alimentos que tienen azúcar son potencialmente dañinos para el cuerpo. Y si a eso le agregamos el alto consumo de sal y conservadores.
EL GRIEGO HIPÓCRATES DECÍA que "ningún médico puede curar al enfermo que no está dispuesto a dejar de consumir lo que lo ha enfermado". Dicho sea de paso. Mientras mantengamos los mismos hábitos, seguiremos siendo una sociedad enferma, con un alto costo en los tratamientos y medicinas, para ganancia de la industria trasnacional de la medicina, una de las industrias poderosas junto con la de las armas.
Y MIRE USTED, DIGO LEA usted. También decía Hipócrates que hay que caminar, que hay que tener emociones positivas y no dar cabida al odio, envidia y al rencor. Sigamos con Hipócrates: "Caminar es la mejor medicina del ser humano" y "El paciente debe combatir la enfermedad junto con su médico". Mejores y claros dichos no son posible.