La comunicación es una habilidad elemental para la supervivencia de cualquier especie, por ejemplo, comunicar al resto de la población sobre la presencia de algún depredador o el peligro que representan los fenómenos naturales, la práctica de esta interacción social implica emitir un mensaje mediante un código vocal y la decodificación del mismo, solo el homo sapiens desde hace un poco más de 5000 años, además desarrolló la comunicación mediante la escritura, esta característica permite la preservación de importantes hechos históricos y el conocimiento mismo, es el equivalente a encapsular el tiempo en las páginas de los libros.
Podemos mencionar que la invención de la escritura significó una revolución que permitió el desarrollo de la cultura, lo mismo que posteriormente ocurrió con el libro, después la imprenta, el teléfono, la máquina de escribir, ya en nuestra generación la computadora, los celulares, ahora los libros digitales y los audiolibros. Como dice Jorge Luis Borges "de los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación.
Por la importancia que tienen los libros como fuente de conocimientos y en la preservación y desarrollo de la cultura, desde 1980 en nuestro país, cada 12 de noviembre se conmemora el Día Nacional del Libro, como homenaje a Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, mejor conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, que nació en esta fecha pero de 1651. Por la extensión y profundidad de su obra literaria que abarca diversos géneros como la poesía, dramaturgia y ensayo, por su tenacidad para acceder a la educación en una época en que las mujeres tenían pocas oportunidades, su figura se ha convertido en sinónimo de perseverancia e ícono de mujer excepcional, tanto así, que la denominaron como la décima musa, anexándola a la lista de las nueve musas griegas, que bajaban del Olimpo para inspirar a los mortales, por cierto, la palabra museo es una etimología griega que hace referencia al lugar donde colocaban a las musas.
Algunos años posteriores a su deceso, muy cercano a ese círculo familiar, nació otro de los grandes impulsores de la cultura y el conocimiento científico, José Antonio Alzate y Ramírez, quien se graduó de bachiller y sacerdote, pero más inclinado a cultivar la ciencia como las matemáticas, física, astronomía y las ciencias naturales, su legado en estos campos del conocimiento fue de una gran magnitud que en 1884, cinco años después de su fallecimiento, se formó la Sociedad Científica Antonio Alzate que en 1935 se convirtió en la Academia Nacional de Ciencias de México.
Paralelamente a la conmemoración del Día Nacional del libro en la década de los ochenta, nacía otro proyecto cuyo propósito principal fue poner la ciencia al alcance de las mayorías y despertar el interés o la vocación de los jóvenes, así nació la Colección "La ciencia desde México" que agrupa títulos clasificados en Física, Matemáticas, Astronomía, Química, Ecología, Ciencias aplicadas, Biología y Ciencias de la salud, actualmente esa colección se ha extendido a otros países y ahora es "La Ciencia para todos".
(Ingeniero Civil por el ITVH, profesor de matemáticas en nivel medio superior y superior, promotor cultural y presidente del Club de Ciencias Arturo Rosenblueth, A. C. )