Desiertos informativos

Los pronósticos lapidarios sobre la prensa escrita y los medios tradicionales, que comenzaron a tomar fuerza a principios de este siglo, se han ido cumpliendo poco a poco.

Los pronósticos lapidarios sobre la prensa escrita y los medios tradicionales, que comenzaron a tomar fuerza a principios de este siglo, se han ido cumpliendo poco a poco. La reconfiguración de algunos medios —bajo la premisa de cambiar o morir— y la desaparición de otros han dejado de ser novedad para convertirse en una especie de impronta de la modernidad, una huella característica de nuestro tiempo.

Esta crisis que atraviesa la industria de los medios informativos o de producción de información no es exclusiva de los países subdesarrollados, como el nuestro —o economías emergentes, como se les nombra eufemísticamente—, sino que afecta por igual a las naciones capitalistas.

¿Cuál es la razón? La mayoría de los análisis acerca de este fenómeno subrayan que la "muerte de los medios impresos" se debe a la expansión de Internet y a la crisis del modelo de negocio, basado en los ingresos por la venta directa de ejemplares y la publicidad.

En otras palabras, es un círculo vicioso causado por una "mala jugada de dos bandas": el consumo de noticias por Internet —que, a decir verdad, es casi una utopía entre las nuevas generaciones— inhibe la compra de periódicos impresos. Con la disminución de la circulación, los anunciantes ya no consideran rentable la publicidad en los diarios, y la crisis de ambas fuentes de ingresos —venta de ejemplares y anuncios— acaba por clausurar los pocos indicios de autosustentabilidad empresarial.

Otro factor que agrava la situación es la piratería. No solo los libros, sino también los periódicos y revistas son copiados, compartidos, visualizados y descargados de forma viral en diversas plataformas y grupos de redes sociales, debido a los numerosos vacíos en la regulación y protección de contenidos digitales.

Recuerdo la intensa campaña que meses atrás emprendió la revista Proceso para contener la distribución no autorizada de sus ediciones, una batalla en la que finalmente tuvo que rendirse. Al margen de los cambios en su política editorial, esta situación fue una de las razones por las que se vio obligada a replantear la periodicidad de su circulación.

Un ejemplo del enorme vacío legal en este tema es que la Ley Federal de Derechos de Autor vigente no menciona las palabras "Internet" y "virtual". En cambio, la palabra "digital" aparece 16 veces, de las cuales 5 están asociadas a fonogramas y videogramas, y las restantes 11 se refieren a televisión digital, transición digital terrestre y transmisiones digitales.

La desaparición de periódicos ha dado lugar a un fenómeno que los expertos denominan "desiertos informativos". El concepto se refiere a las comunidades que carecen de medios de comunicación capaces de proporcionar noticias y contenidos creíbles y completos, debido a que los periódicos y otras fuentes de noticias locales cierran o reducen significativamente su presencia, lo que resulta en un déficit de información esencial.

Alguien podría argumentar que, en contraparte, proliferan las alternativas virtuales. Sin embargo, el problema es que este ecosistema informativo se está volviendo cada vez menos confiable, lo que nos hace más vulnerables a la desinformación y al consumo de noticias falsas.

Tanto usted como yo sabemos que hay muchos sitios de rumores y chismes en redes sociales e Internet que provocan discusiones públicas polarizadas. Esto ocurre porque ofrecen posturas ideológicas preconcebidas a los "news-hambrientos", un término híbrido que utilizo para referirme a quienes se quedan sin alternativas para enriquecer sus reflexiones.

Aun cuando la batalla es larga y tormentosa, hay que enfrentarla. No es que yo rechace la trasformación digital y abogue por mantener intacta la industria del medio impreso. Reconozco que la tecnología desempeña un rol transversal y vincula de manera más participativa a los medios con sus audiencias, pero confieso que mantengo una visión clásica e idealizada del periodismo, el tipo de ejercicio que no descuida la calidad de los contenidos ni sacrifica la mirada reflexiva en favor de la inmediatez ¿Acaso hay algún pecado en ello?

LA NOTA

"Rumbo Nuevo sale de circulación", se lee en la primera plana de la edición del lunes 16 de septiembre de 2024. El "Diario de la vida tabasqueña" cierra sus puertas a la circulación pública a pocas semanas de cumplir 81 años. Cada vez son menos. Es crucial que aquellos medios que aún están en las calles hagan todo lo posible para evitar que Tabasco se convierta en un "desierto informativo".