YO LAS MIRO EN LAS REDADAS NOCTURNAS, cuando sale su foto en la última plana del periódico, ellas tapándose la cara, por la pena. En la primera plana sale la presidenta, la senadora o la delegada. Ellas no tienen la culpa de salir en una u otra, son las condiciones de familia en las que nacieron. Solo que los mirones criticamos la indiferencia de una u otra, cuando esto pasa. Muchas de ellas son solidarias. Cuando lo que se mira es lo distinto del destino, que en la práctica son oportunidades distintas. Lo mismo si es rentante de casa o si es propietaria.
¿ESTADO CIVIL? Es la pregunta que les hacen para ponerles etiqueta de soltera, viuda, divorciada, casada, como si fuera obligación una u otra. ¿Y tú cuándo te casas? ¿Y cuando viene el hermanito? ¿Y cuándo vas a tener un hijo? Son preguntas de presión social que en todas partes imprudentes les hacen. ¿Te vas a quedar para vestir santos? Como si fueran mitades. Como si no fueran completas. Viene la respuesta ágil: "mejor sola, que mal casada". O "mejor sola que mal acompañada".
YO LLEVO EN MÍ A MIS ABUELAS, madre, esposa, hijas, hermanas, amigas, sobrinas, cuñadas, primas, tías, maestras, chamanas. Las llevo en mí como recuerdos, memoria, amarras, como flecha para mi defensa, como miel para mis penas, pomada para mis heridas, ángeles que me salvan. Han sido mi aliento, motivo de sonrisa, hombro para mi llanto, oído para mi palabra. Y he tratado en lo posible de corresponder de manera recíproca. Las llevo en mí porque nada soy sin ellas. Y cómo no recordar a mis compañeras de trabajo en todos los lugares por los que anduve. A todas las bien recuerdo. Todas ellas excelentes y solidarias, colaboradoras sin falla. He tenido jefas de trabajo, y a todas ellas también les digo gracias. De alma a alma. De corazón a corazón.
ME GUSTARÍA NOMBRAR a todos los oficios donde ellas ocupan su tiempo laboral, para ganarse el pan y la sal. Y sin duda en primer lugar, por lo no reconocidas, o poco valoradas, las que trabajan en casa, sea en la propia o en otras, para llevar el pan a la mesa de su casa. Si lo intentara yo, hacer la lista de oficios y profesiones varias, dejaría fuera alguna. Por eso pensemos en todas. Pero espere. Espere. También hay cosas que pasan. Dolorosas, atroces, indignantes. Las mujeres que destrozan sin misericordia, y en pedazos acomodan en bolsas negras y tiran en los contenedores de basura, tiran en la laguna o el río, o a orillas de carretera o en caminos vecinales. Y también las víctimas de trata. Y quede el doloroso tema en primera plana.
SI NO SE PIENSA EN ELLAS, en las dolorosamente asesinadas, en las con ácido de la cara quemadas, o con gasolina incendiadas, todo lo demás es mentira, todo lo demás es tragedia, y los eventos son simples farsas. Mientras tanto esto sucede, mientras tanto esto pasa, "dales el día, que se queden en su casa". Así se dijo en la oficina, para que las trabajadoras disfrutaran el día en su casa. Mientras tanto otras marcharán, valientes, con conciencia, por las calles. Así se dijo en la oficina, para que las trabajadoras disfrutaran el día en su casa.Y pasarán frente a tu centro de trabajo y casa. No digas "están locas". Porque ellas son las representantes directas que han luchado en la historia para el derecho al voto, el derecho a la jornada, el derecho a la educación y salud. Si no puedes acompañarlas no lo hagas. Pero apláudeles cuando pasen. Sus acciones son de buena causa. Y si no puedes aplaudirles porque te ven. Cuando menos haz algo por ti. No las critiques. Si es para criticarlas, mejor quédate callado y callada. (FIN)