El Fideicomiso para el Fomento y Desarrollo de las Empresas del Estado de Tabasco, (FIDEET), es uno de los 25 fideicomisos a los que cada año el gobierno del estado les inyecta recursos. Tan solo del año 2013 al año 2018 este instrumento financiero recibió más de 800 millones de pesos para el cumplimiento de sus objetivos.
Sin embargo, los recursos que debían servir para el fomento empresarial no cumplieron sus objetivos a cabalidad.
Desde hace varios años se denunció el uso de dicho fondo para el financiamiento de dos películas que no hay manera que se puedan conocer en Tabasco. El argumento para el desembolso de los recursos fue la promoción turística del estado, cuando para ello hay un recurso específico.
El dinero del FIDEET sirvió para beneficiar diversas cámaras empresariales locales, aunque no a sus agremiados, solo a una parte de sus integrantes, quienes únicamente se dedicaban a administrar los recursos que recibían del FIDEET, porque los proyectos no los ejecutaban ellos.
Con la llegada de David Gustavo Rodríguez Rosario al SDET, el FIDEET empezó a erogar recursos para pagos de personal que no se justificaba. Las facturas que se han hecho pública sobre el manejo de recursos hablan del despilfarro que se tuvo en este fondo empresarial.
Solo un ejemplo: los integrantes del comité del FIDEET proporcionaban propinas de más de 4 mil pesos en restaurantes de la ciudad con cargo a dicho fondo. Eran expedidos con recursos públicos.
No fue lo único. Organizaciones civiles denunciaron desde el año 2017 que el FIDEET se utilizó para el pago de estudios y diagnósticos inútiles a precios de oro. Se pagaron diversos trabajos a tres personas morales de la ciudad de México que comparten el mismo domicilio fiscal. Estas empresas que facturaron millones de pesos al FIDEET no tenían para pagar su propia renta.
Todo esto mientras los órganos de control como la Secretaría de Contraloría simplemente no veían irregularidades en dicho fideicomiso, que durante los seis años anteriores solo fue revisada en una ocasión por el OSFE. En esa única ocasión se detectaron irregularidades millonarias. A pesar de ello los recursos seguían saliendo sin ningún problema.
El segundo titular del SDET, Wilber Méndez Magaña, ordenó auditar el año 2016 ante las denuncias de las organizaciones civiles. Los resultados aún no se conocen. Sin embargo, fue con Méndez Magaña que la repartición de recursos públicos del FIDEET a diestra y siniestra tuvo un paréntesis, aunque solo momentáneo. La resistencia de Méndez Magaña de poco sirvió ante las presiones que recibió para continuar con el ejercicio del fideicomiso.
Durante la campaña diversos sectores empresariales, principalmente en los municipios se quejaron de la falta de apoyo al sector, y que los apoyos manejados vía el FIDEET no repercutían sino en una pequeña cúpula.
El entonces candidato de Morena al gobierno del estado, Adán Augusto López Hernández prometió acabar con el dispendio y revisar estos fideicomisos. Esta posición se mantiene, puesto que ha sido claro en no permitir irregularidades.
La tarea le tocará a la nueva Secretaría para el Desarrollo Económico y la Competitividad, Mayra Elena Jacobo Priego, quien desde hace unos días prometió la revisión de los fondos.
Nadie duda de la importancia de los apoyos para el desarrollo del sector empresarial, sin embargo estos deben darse de forma transparente.
La aplicación de dichos recursos debe ser evaluada para multiplicar sus impactos. Todo lo que sea ajeno a estas acciones solo servirán para apoyar a grupos y no la colectividad. Es el reto del nuevo gobierno, que requiere también del apoyo de un sector tan estratégico para la generación de empleos en la entidad. Aunque con cuentas claras.
SUMAS Y RESTAS
Definitivamente las acciones del gobierno federal para cortar de taja con el saqueo en Pemex –incluyendo el robo de gasolinas- deben contar con el activo respaldo de la población. Lo que está en juego son millonarios recursos públicos.