La inteligencia artificial (IA) ha traído grandes beneficios a la humanidad, y sobre todo al sector laboral, impulsando la eficiencia y la productividad en diversos sectores. Su aplicación en la industria manufacturera promete reducir costos, optimizar procesos y aumentar la competitividad global. Sin embargo, la automatización también genera preocupaciones sobre la sustitución laboral, la concentración de la riqueza y la necesidad de regulaciones que equilibren el desarrollo tecnológico con el bienestar de los trabajadores.
Como muchos sabrán, hoy en día las herramientas de inteligencia artificial han logrado dominar muchos sectores de la sociedad, desde la creación de imágenes digitales, pasando por la creación de documentos, hasta la programación. Las diversas herramientas de IA ya comienzan a reemplazar puestos de trabajo tradicionales. Sin embargo, uno de los sectores económicos a los que aún no habían llegado era el de recursos humanos. Si bien ya existen herramientas que ayudan en los procesos de reclutamiento y mejora de procesos, lo cierto es que nadie se había aventurado a dejar que estas herramientas controlaran procesos por sí mismas, ya que siempre requirieron de supervisión humana, hasta ahora. Hablaremos entonces de Optifye.ai.
Optifye.ai: ¿Eficiencia o Vigilancia?
Optifye.ai es una solución, respaldada por Y Combinator (incubadora de empresas estadounidense), que busca optimizar líneas de ensamblaje mediante visión artificial y monitoreo en tiempo real. Su objetivo es identificar ineficiencias y proporcionar informes automatizados a los gerentes a través de WhatsApp y correo electrónico. Con un sistema de instalación sencilla y un periodo de entrenamiento de apenas tres días, esta tecnología promete transformar la gestión de la producción.
Sin embargo, detrás de esta aparentemente sencilla herramienta se ocultan riesgos importantes. La vigilancia constante y el uso de datos para evaluar el desempeño pueden generar un ambiente de presión extrema en los trabajadores, afectando su bienestar y aumentando la rotación laboral. Además, el reemplazo progresivo de supervisores humanos por algoritmos plantea dudas sobre la equidad y la humanización del entorno de trabajo.
Los Trabajadores: La Cara Olvidada de la Automatización
Si bien las empresas se benefician de una producción más eficiente, los trabajadores enfrentan el riesgo de una mayor precarización. Optifye.ai no se enfoca en mejorar las condiciones laborales o en proporcionar herramientas para el desarrollo profesional de los empleados, sino en maximizar la productividad desde una perspectiva gerencial.
El monitoreo constante también puede afectar la salud mental de los trabajadores. La sensación de vigilancia incesante puede aumentar el estrés y disminuir la satisfacción laboral, impactando el rendimiento y la calidad de vida de los empleados. Además, si las mejoras en la productividad no se traducen en mejores salarios o beneficios para los trabajadores, la desigualdad económica seguirá creciendo.
¿Qué dice la Ley Federal del Trabajo?
Si llegara el caso de su implementación en México, la Ley Federal del Trabajo (LFT) establece ciertos límites que deben considerarse al implementar tecnologías de monitoreo en el ámbito laboral. El artículo 51 de la LFT permite la rescisión del contrato si el patrón incurre en actos que atenten contra la dignidad del trabajador. Un uso excesivo de herramientas de vigilancia podría ser interpretado como una práctica que vulnera este derecho.
El Artículo 132, fracciones XVI y XVII, obliga a los patrones a cumplir con las disposiciones de seguridad y salud en el trabajo. Si se llegara a demostrar que la implementación de una vigilancia excesiva atenta contra la salud mental de los trabajadores, podría ser fundamento suficiente para una violación flagrante a la disposición. Por otro lado, los Artículos 2o. y 3o. establecen la necesidad de equilibrar los factores de la producción con la justicia social, propiciando el trabajo digno o decente en todas las relaciones laborales. Cuando una tecnología se basa en el mayor rendimiento de producción para el empresario, ¿realmente hablamos de justicia social?
Los Creadores de Optifye.ai: Una Visión Sesgada
Vivaan Baid y Kushal Mohta, fundadores de Optifye.ai, son egresados de la Universidad de Duke y provienen de familias con negocios en el sector manufacturero. Su formación en una de las mejores universidades del mundo y su cercanía a la industria los motivó a desarrollar esta herramienta, claramente en beneficio de la parte de la relación laboral industrial que representan. Es este origen privilegiado el que define su visión sobre el trabajo y la producción.
Desde una perspectiva empresarial, la eficiencia y la reducción de costos son prioritarias. Sin embargo, su enfoque carece de sensibilidad hacia la realidad de los trabajadores, quienes serán los principales afectados por la implementación de esta tecnología. La creación de IA con un énfasis exclusivo en la productividad, sin considerar el impacto humano, evidencia la desconexión entre la innovación tecnológica y la justicia laboral.
Un Futuro sin Regulaciones: ¿Qué nos Espera?
La ausencia de regulaciones específicas sobre el uso de IA en el trabajo deja un vacío que podría explotarse en detrimento de los trabajadores. Sin límites claros, las empresas podrían implementar tecnologías de monitoreo sin garantías de privacidad ni protección contra la explotación laboral. Además, la sustitución de supervisores humanos por IA podría debilitar la capacidad de los empleados para defender sus derechos.
El caso de Optifye.ai es un ejemplo del futuro que podríamos enfrentar si nos olvidamos de la ética y las regulaciones jurídicas en la innovación tecnológica. La IA tiene el potencial de mejorar la economía, pero su implementación debe realizarse de manera ética y justa. Es fundamental que las empresas, los gobiernos y la sociedad trabajen juntos para garantizar que la tecnología no se convierta en un instrumento más de explotación, sino en una herramienta para la mejora real de las condiciones laborales.
La discusión sobre el uso de la IA en el trabajo debe ampliarse, incluyendo la participación de sindicatos, legisladores y organizaciones de derechos laborales. Necesitamos ser críticos y comenzar a dialogar sobre el impacto que trae la adopción de estas tecnologías a nuestro presente y futuro. En cuanto a la adopción de estas nuevas tecnologías, ¿quiénes ganan y quiénes pierden?