Ediciones Monte Carmelo no solo está en la ruta de cumplir 30 años de fundación, sino de alcanzar la publicación de su título número 100. Lo primero sucederá en 2027 y lo segundo entre 2025 y 2026.
De 1997 a 2024, el sello editorial nacido en Tabasco, ha publicado 96 títulos, algunos de ellos a través de coediciones. Sin embargo, su catálogo es amplio, repleto de figuras importantes de la literatura latinoamericana y mexicana, y de obras ganadoras en un sinfín de premios literarios.
Si el lector observa con atención el fichero de títulos, encontrará nombres de autores conocidos y reconocidos de la literatura vigesémica. Por citar: Jorge Esquinca, Francisco Hernández, Juan Domingo Argüelles, Rubén Bonifaz Nuño, Adolfo Castañón, Luis Armenta Malpica, Marco Antonio Campos, Vicente Quirarte, Efraín Bartolomé, María Baranda, Eusebio Ruvalcaba, Balam Rodrigo, David Huerta, entre otros autores mexicanos. O a los poetas latinoamericanos: Raúl Zurita (Chile), Juan Gelman (Argentina) y Eduardo Milán (Uruguay); y otros narradores que destacan en el catálogo.
La existencia de Ediciones Monte Carmelo ha sido posible por la dirección del poeta Francisco Magaña, Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 2001, y de otros editores que lo han acompañado en el camino, carretera en donde pronto harán una escala en el kilómetro 30. Y seguramente lo festejarán con una edición conmemorativa.
El primer libro publicado por Monte Carmelo fue el poemario Nómadas bajo el mismo cielo (1997), traducciones de inglés y francés, de Jorge Esquinca; el segundo, Los enebros (1998), de Ciprián Cabrera Jasso. Así, año con año, han ido apareciendo otras novedades, libros editados con un sumo cuidado, como Tres poemas de antes (1999), de Rubén Bonifaz Nuño; Reflexiones sobre poesía (1999), de Paul Claudel, selección e introducción de FM; Ebriedad de Dios (2000), de Luis Armenta Malpica; Por amor a Fosca (2001), de Francisco Hernández; LVN (2006), de Raúl Zurita; Carta a mi madre (2007), de Juan Gelman; Por momentos la palabra entera (2007), de Eduardo Milán; Ojo de jaguar (2007), de Efraín Bartolomé; Imperio (2008), de Rocío Cerón; Arcadia (2010), de María Baranda; Amigos casi sólo de Brahms (2014), de Eusebio Ruvalcaba; La piedra del poema (2014), de Nuno Júdice, traducción de Marco Antonio Campos y prólogo de Juan Manuel Roca; Desmemoria del rey sonámbulo (2015), de Balam Rodrigo; Despistes, indirectas... (2017), de Jordi Boldó; Estar (2017), de Stefano Strazzobosco; El viento en el andén (2022), de David Huerta; La cima (2022), de Francisco Segovia; El timón del viento (2022), de Tomás Calvillo; Un leve aullido bajo la arena (2022), de María Baranda. Y otros.
La producción de Monte Carmelo ha sido permanente. Sin embargo, el año 2022 fue el más productivo: 10 obras publicadas. Otro dato: el poeta Francisco Hernández ha publicado cuatro obras en este sello editorial, mientras que el ensayista Eusebio Ruvalcaba también ha estado presente con tres títulos. Destacan, además, las traducciones del francés y portugués, las coediciones con otros sellos independientes, gubernamentales y universitarios. Sobresale, además, de que esta editorial —más allá de su predilección por la poesía— ha dado espacios a ensayos, cuentos y novelas (Ariel Lemarroy abrió el telón con la novela La vida por delante (2004); y lo más importante, el impulso dado a los autores tabasqueños y del sur: Ervey Castillo, Carlos Coronel, Pablo A. Graniel, Jorge Priego, Agenor González, Sergio Ávalos, M.R. Magdónel, Ramón Bolívar, Níger Madrigal, Ciprián Aurelio Cabrera Bernat, Héctor de Paz, entre otros.
Con cuatro títulos más, Monte Carmelo llegará a su primera centena, razón suficiente para estar pendiente del catálogo, y de las librerías del país en donde uno siempre encuentra los libros editados por Francisco Magaña.
@Librodemar
Ediciones Monte Carmelo no solo está en la ruta de cumplir 30 años de fundación, sino de alcanzar la publicación de su título número 100. Lo primero sucederá en 2027 y lo segundo entre 2025 y 2026.
De 1997 a 2024, el sello editorial nacido en Tabasco, ha publicado 96 títulos, algunos de ellos a través de coediciones. Sin embargo, su catálogo es amplio, repleto de figuras importantes de la literatura latinoamericana y mexicana, y de obras ganadoras en un sinfín de premios literarios.
Si el lector observa con atención el fichero de títulos, encontrará nombres de autores conocidos y reconocidos de la literatura vigesémica. Por citar: Jorge Esquinca, Francisco Hernández, Juan Domingo Argüelles, Rubén Bonifaz Nuño, Adolfo Castañón, Luis Armenta Malpica, Marco Antonio Campos, Vicente Quirarte, Efraín Bartolomé, María Baranda, Eusebio Ruvalcaba, Balam Rodrigo, David Huerta, entre otros autores mexicanos. O a los poetas latinoamericanos: Raúl Zurita (Chile), Juan Gelman (Argentina) y Eduardo Milán (Uruguay); y otros narradores que destacan en el catálogo.
La existencia de Ediciones Monte Carmelo ha sido posible por la dirección del poeta Francisco Magaña, Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 2001, y de otros editores que lo han acompañado en el camino, carretera en donde pronto harán una escala en el kilómetro 30. Y seguramente lo festejarán con una edición conmemorativa.
El primer libro publicado por Monte Carmelo fue el poemario Nómadas bajo el mismo cielo (1997), traducciones de inglés y francés, de Jorge Esquinca; el segundo, Los enebros (1998), de Ciprián Cabrera Jasso. Así, año con año, han ido apareciendo otras novedades, libros editados con un sumo cuidado, como Tres poemas de antes (1999), de Rubén Bonifaz Nuño; Reflexiones sobre poesía (1999), de Paul Claudel, selección e introducción de FM; Ebriedad de Dios (2000), de Luis Armenta Malpica; Por amor a Fosca (2001), de Francisco Hernández; LVN (2006), de Raúl Zurita; Carta a mi madre (2007), de Juan Gelman; Por momentos la palabra entera (2007), de Eduardo Milán; Ojo de jaguar (2007), de Efraín Bartolomé; Imperio (2008), de Rocío Cerón; Arcadia (2010), de María Baranda; Amigos casi sólo de Brahms (2014), de Eusebio Ruvalcaba; La piedra del poema (2014), de Nuno Júdice, traducción de Marco Antonio Campos y prólogo de Juan Manuel Roca; Desmemoria del rey sonámbulo (2015), de Balam Rodrigo; Despistes, indirectas... (2017), de Jordi Boldó; Estar (2017), de Stefano Strazzobosco; El viento en el andén (2022), de David Huerta; La cima (2022), de Francisco Segovia; El timón del viento (2022), de Tomás Calvillo; Un leve aullido bajo la arena (2022), de María Baranda. Y otros.
La producción de Monte Carmelo ha sido permanente. Sin embargo, el año 2022 fue el más productivo: 10 obras publicadas. Otro dato: el poeta Francisco Hernández ha publicado cuatro obras en este sello editorial, mientras que el ensayista Eusebio Ruvalcaba también ha estado presente con tres títulos. Destacan, además, las traducciones del francés y portugués, las coediciones con otros sellos independientes, gubernamentales y universitarios. Sobresale, además, de que esta editorial —más allá de su predilección por la poesía— ha dado espacios a ensayos, cuentos y novelas (Ariel Lemarroy abrió el telón con la novela La vida por delante (2004); y lo más importante, el impulso dado a los autores tabasqueños y del sur: Ervey Castillo, Carlos Coronel, Pablo A. Graniel, Jorge Priego, Agenor González, Sergio Ávalos, M.R. Magdónel, Ramón Bolívar, Níger Madrigal, Ciprián Aurelio Cabrera Bernat, Héctor de Paz, entre otros.
Con cuatro títulos más, Monte Carmelo llegará a su primera centena, razón suficiente para estar pendiente del catálogo, y de las librerías del país en donde uno siempre encuentra los libros editados por Francisco Magaña.
@Librodemar