No era para menos que la transformación de la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas (CDI), en Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), despertara el interés de los auténticos gestores de los pueblos, no sólo para encabezar los cargos de dirección, sino para ofrecer datos más recientes (actualizar) de la realidad que vive la gente en las localidades y agreguen propuestas en aras de alcanzar beneficios colectivos; sobre todo en el segmento de la alimentación.
Al menos en las opiniones del profesor José del Carmen Osorio May, y otros gestores reconocidos por la gente de las comunidades de Nacajuca y Centla, es prioridad atender la alimentación de las familias, el cuidado de los cuerpos de agua de sus territorios; e incluso, adelantan la petición para que el INPI intervenga en la adecuación del programa Sembrando Vida, buscando se integren aparceros, comuneros y ejidatarios que poseen pequeños predios y parcelas menores a las 2.5 hectáreas que establece el programa.
Planteamiento que incluye a la gente de los dos municipios; pero que en Centla, coloca a las comunidades frente a las restricciones legales de la Reserva de la Biósfera de los Pantanos, área natural protegida conformada por 302 mil 706 hectáreas que se extiende al municipio de Jonuta, y que a pesar de su inmensa riqueza en flora y fauna, casualmente prohíbe la caza de ciertas especies que habitan los humedales. Especies que paradójicamente conforman parte de la dieta de sus habitantes, e incluso, complementan o es fuente principal de sus ingresos.
Asuntos difíciles que se proponen como las tareas con la que arrancará el INPI que dirige Adelfo Regino Montes, en tanto se cambia al actual delegado local, José Cecilio Pérez Gómez y a directores de los centros integradores de Nacajuca y Tenosique. Tres funcionarios tabasqueños a quienes los chontales afirman que llegaron al cargo por pago de favores de grupos políticos locales, pero con muy poco interés en resolver los problemas. Por lo tanto, el reto del o de los nuevos responsables del organismo, es escuchar, colaborar y trabajar en consenso con la gente.
La alimentación
Sin duda, la alimentación de sus correligionarios preocupa de manera especial a estos gestores. Un asunto en el que tradicionalmente el antes INI y CDI atendía parcialmente proporcionando desayunos en los albergues escolares indígenas, actualmente denominados comedores escolares.
Sin embargo, el problema de la alimentación de la gente de los pueblos se incrementa en la medida que permanecen altos índices de desempleo en la economía estatal; e instituciones como la antes (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa), ahora Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER); y la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca (Sedafop), e incluso, las direcciones de desarrollo de los municipios con población indígena, se desatienden de los problemas de la gente. Sin duda hace falta trabajar más, para conseguir mejores resultados.
Estrategia federal incluye a comunidades afromexicanas
Al menos en el Programa Nacional de Pueblos Indígenas 2018-2014, se incluye de manera especial a la población afromexicana como una de las minorías que existen al margen de los beneficios del gobierno, pero que se integra a los “programas de mejoramiento de la infraestructura social básica, comunitaria, mejoramiento de la vivienda y coadyuvancia con las instancias responsables de la infraestructura educativa, de salud y de comunicaciones”, señala, en el tercer inciso, el programa de las acciones de infraestructura social, de comunicaciones, conectividad y radiodifusión.