A cinco años del gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador y con la perspectiva que dan los años, podemos hacer un recuento y una evaluación de su administración. Para hacerlo, consideramos necesario hacer un análisis económico comparativo entre lo logrado por esta administración y lo obtenido por los gobiernos neoliberales que la precedieron.
Desde el gobierno de Luis Echeverría hasta el de Peña Nieto el peso mexicano sufrió una devaluación permanente respecto al dólar: de 1976 a 2018 nuestra moneda sufrió una devaluación acumulada de 3,207 por ciento. Por el contrario, con el gobierno de AMLO el peso mexicano se ha revaluado: en diciembre de 2018 nuestra moneda se cotizó en 20.66 por dólar; el día de hoy la cotización es de 16.8 pesos por dólar. La moneda mexicana es hoy la más sólida en el mundo respecto al dólar.
Por lo que se refiere a la deuda externa, ésta creció 351 por ciento de 1976 a 1985; y de 2007 a 2018, de Calderón a Peña la deuda creció 500 por ciento. Por el contrario, durante los primeros tres años el gobierno de AMLO pagó 851 mil millones de pesos de la deuda del FOBAPROA, y de enero a agosto del 2023, la 4T pagó 662 mil 779 millones de pesos millones de pesos.
Cuando López Obrador contendió por la presidencia de la República, sus enemigos y detractores vaticinaron que iba a endeudar al país y que el peso mexicano se iba a devaluar como nunca. Los números fríos nos dicen lo contrario. Y aún hoy la oposición vuelve a sacar por la red, porque sienten perdida las próximas elecciones, el petate del muerto del comunismo y el populismo. Sin embargo, ni el peso se ha devaluado, ni AMLO ha endeudado a nuestro país, ni le ha quitado a nadie sus propiedades.
El gobierno de la 4T, muy ajeno al comunismo, ha respetado la economía de mercado y ha impulsado a los verdaderos empresarios, grandes y pequeños. La confianza en el actual gobierno la expresan los números fríos, otra vez los números fríos: la Inversión Extranjera Directa (IED) a México alcanzó la cifra récord de 33 mil millones de dólares en 2023, un 30 por ciento superior al 2022. Esto es un indicador indiscutible de la seriedad y solidez de las políticas económicas del gobierno encabezado por AMLO; nos dice de la confianza que hay hacia México en los medios financieros, en los mercados de capital y en la solidez del peso mexicano.
El actual gobierno, además, ha mantenido las tasas de inflación en bajos niveles a pesar de la tormenta inflacionaria que azotó al mundo en 2022. En ese año las tasas de inflación más altas fueron en Venezuela con 146 por ciento; Argentina, 88 por ciento y Cuba con 34 por ciento. En ese año de ola inflacionaria México alcanzó una tasa de inflación de 8 por ciento; y en nuestros días ha sido del 4.3 por ciento.
UN RESCATE HISTÓRICO
Y por encima de las magnas obras construidas por la 4T, de sus programas sociales, del aumento sustancial al salario mínimo y de la reducción de la pobreza, creo que es muy importante destacar el rescate de PEMEX. El gobierno de Peña se empeñó en desmantelar a esa empresa, paraestatal que fue la caja chica de los gobiernos anteriores y ha sido medular en la economía de nuestro país. De las seis refinerías que Peña dejó en el abandono, trabajando al 10 por ciento de su capacidad instalada, el gobierno de AMLO ha destinado desde 2019 el monto de 63 mil millones de pesos para su rehabilitación. En 2022 se realizaron 104 intervenciones, 90 menores y 14 mayores para rehabilitarlas, y en 2023 se realizaron 186 intervenciones mayores y 39 menores: todo ello para un total de 225 reparaciones.
Con las reparaciones de las seis refinerías y la compra de la Deer Park en 600 millones de dólares sin recurrir a deuda se incrementó la refinación de hidrocarburos de 35 por ciento en 2018 a 76 por ciento en 2023. Se pretende que cuando la refinería Olmeca empiece a refinar, México logrará su soberanía energética en 2024. Con el gobierno de Peña se importaban 900 mil barriles diarios de combustibles y con AMLO se ha reducido sustancialmente la compra en el exterior de combustibles: se estima que para septiembre de este año se reducirá la importación de combustible a 62 mil barriles diarios.
Contrario a lo que dice la oposición, en los cinco años del actual gobierno la deuda de Pemex ha disminuido 22 mil millones de dólares, es decir, un 17 por ciento y las reservas tuvieron un aumento del 6 por ciento. Pemex compró 2 mil 400 nuevas pipas para la distribución de combustible y rescató el liderazgo en la venta de combustibles en el país: más del 82 por ciento del mercado nacional lo abastece hoy Pemex con insumos mexicanos.
Corolario: en lo que sí nos está fallando la 4T es que urge en el país una profunda revolución educativa para mejorar la calidad humana y de las familias. Por otro lado, le ha faltado a la 4T más empreño en acabar con la grave inseguridad nacional. Ojalá y la doctora Claudia Sheinbaum agende estas propuestas en su plan de gobierno.