* Sheinbaum: necesaria revisión de su historia personal
*Relevo de liderazgos: más allá del carisma, disciplina y temple
* Selección de aliados y candidatos, sin dados cargados
LA POLÍTICA, como actividad social, se mueve entre el protagonismo inevitable y el servicio a los demás. Se habla ahora del "noble oficio de la política", tan desprestigiado por acuerdos en lo oscuro. La desconfianza, y el cinismo creciente, están relacionados con esa falta de incentivos a los valores y las virtudes; una comunidad, un poder que premia los vicios, tiende a multiplicarlos. A hacer realidad eso de que "quien no transa no avanza". O el pesimista: "todos son iguales", o los tratan de hacer ver así.
En México es largo el anhelo de igualdad social con protagonismos que se multiplican. Escasean la discreción y el temple. Más allá de las simpatías o rechazos partidistas, es importante que la política real no manche las biografías personales.
TRAYECTORIA PÚBLICA
NACIDA el 24 de junio de 1962, la Doctora en Ingeniería y Energía, Claudia Sheinbaum Pardo, ha sido discreta en su trayectoria pública, aunque su servicio a los demás resulta significativo. ¿Quiénes saben que Sheinbaum ganó, como investigadora ambientalista en equipo interdisciplinario, un Premio Nobel de la Paz? Registra la academia sueca de Ciencias: "en 2007, Sheinbaum se incorporó al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU en el campo de energía e industria, como autora por contribución para el tema ´Mitigación del cambio climático´. Dicho grupo fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz el mismo año, junto con Al Gore, ´por sus esfuerzos para construir y difundir un mayor conocimiento sobre el cambio climático y poner las bases científicas para tomar medidas y contrarrestarlo´". Sheinbaum tenía 45 años de edad.
Pregunta comparativa: ¿cuántos políticos en carrera por la Presidencia de la República, hubieran sido discretos con ese premio en el currículum? Curiosamente a Sheinbaum sus adversarios le regatean imagen ´por falta de carisma político´.
ORIGEN ES AFINIDAD
DE SHEINBAUM sabemos su activismo temprano alimentado por el anhelo de igualdad y posteriormente la disputa entre proyectos de nación. El Consejo Estudiantil Universitario (CEU) de la UNAM surgió en 1986 y se declaró en huelga para 1987, en protesta contra intentos de reforma elitista y medidas privatizadoras promovidas por el Rector Jorge Carpizo, de filias tecnócratas. En el CEU, la joven Sheinbaum era representante de la Facultad de Ciencias.
El investigador Jesús Martín-Barbero (La educación desde la comunicación, 2002) plantea: "en América Latina, México y Chile comenzaron en los años 80s a desmantelar servicios públicos, entre ellos derechos sociales como la educación. Se apostó por la privatización de aparatos públicos, en obediencia a dictados internacionales que privilegiaban el libre mercado del conocimiento." Ante esa política gubernamental, que bloqueó la búsqueda de igualdad social, escribe Martín-Barbero: "El CEU planteó la necesidad de crear más oportunidades educativas para los miles de jóvenes que desde entonces quedaban fuera de la educación media superior y superior en México, así como el aumento de los presupuestos públicos destinados a la enseñanza universitaria".
En 2001, con AMLO como jefe de gobierno del DF, Sheinbaum se integró al gobierno autodefinido de izquierda que emprendía desde 1997 exitosas políticas sociales. Tuvo a su cargo la Secretaría del Medio Ambiente y le tocó operar, con disciplina férrea, la construcción del segundo piso del periférico. De ahí la expresión: "coloquemos el segundo piso de la 4T".
CUESTIÓN DE LIDERAZGO
QUE LEVANTE la mano quién recuerda a los sucesores de Martin Luther King o Nelson Mandela. Lo mismo puede preguntarse de quienes relevaron a Mahatma Gandhi en el movimiento independentista de La India, o a Lech Walessa en las políticas sindicales de Polonia. Cuando aparecen líderes sociales de ese tamaño y arrastre masivo, se resiente la continuidad por carisma del movimiento. No hay figuras sucesoras con igual peso simbólico y resulta comprensible en sentido social: liderazgos de ese tipo son cometas históricos.
Guardando las debidas proporciones, ése es el reto simbólico que tiene Claudia Sheinbaum al recibir el bastón de mando 4T de las manos del Presidente López Obrador. La competencia interna tuvo tensiones, con Marcelo Ebrard (canciller), Ricardo Monreal (coordinador morenista en el senado) y Adán Augusto López (titular de la Segob) lanzando bolas de humo y moviendo el tapete para tratar de desbancar a Claudia, que desde julio de 2021 se perfilaba como la sucesora de AMLO, en fotografía profética: "es ella", titularon los medios, mientras AMLO levantaba su mano. A la hora cero (mayo 2023), el Presidente hizo llamados enérgicos por "la unidad del movimiento social que construimos entre todos". La elección interna de Morena fue de mayor dificultad que lo vivido en precampaña, visto cómo se desarrollan las preferencias electorales: en las encuestas, Sheibaum aventaja por 25 puntos en promedio a la precandidata del Frente Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez. A Marcelo Ebrard lo superó por 12 puntos.
Ejercicio de temple fue 2023 para Claudia Sheibaum, cualidad para sumar credibilidad, entre emboscadas mediáticas y señalamientos de subordinación a AMLO. Quienes la conocen de cerca, ubican firmeza de carácter. Sus retos están en otra parte: selección de candidatos y aliados en tiempo de salta partidos (chapulines); los recursos públicos son tentación para mandos medios que quieren congraciarse. Habrá una prueba más del temple de Sheinbaum, a partir de marzo, en la campaña electoral. Que no será un día de campo. ( vmsamano@yahoo.com.mx)