Cuando López Obrador contendió por la presidencia de la República, sus enemigos y detractores vaticinaron que iba a endeudar al país, que el peso mexicano se iba a devaluar como nunca. Y con el petate del muerto del comunismo y el populismo pronosticaron todas las desgracias para México. Sin embargo, ni el peso se ha devaluado como sucedió con los gobiernos del PRIAN, ni el gobierno de AMLO ha endeudado a nuestro país como lo hicieron los prianistas, ni le ha quitado a nadie sus propiedades.
El gobierno de la 4T ha respetado la economía de mercado y ha impulsado a los verdaderos empresarios, grandes y pequeños. A pesar de todas las adversidades la economía del país ha crecido sin dinero prestado y los pronósticos de crecimiento para este año son positivos. De enero a junio del presente año la inversión extranjera alcanzó una cifra récord y sin precedentes de 29 mil millones de dólares, es decir, creció un once por ciento respecto al primer semestre del año pasado. Eso nos dice que hay confianza en los medios financieros y en los mercados de capital en la solidez del peso mexicano y en la política económica del gobierno que encabeza AMLO. Como sabemos el peso mexicano se ha revaluado como nunca respecto al dólar, de 22 pesos por dólar en que lo dejó Peña, hoy el peso se cotizó en 16.9 por dólar. Ello y otros factores han permitido que el actual gobierno mantenga las tasas de inflación en bajos niveles a pesar de la tormenta inflacionaria que azota al mundo.
Por el contrario, los gobiernos del PRI y de Acción Nacional endeudaron a México de manera catastrófica y lo hundieron en tormentosas crisis financieras y devaluatorias. Esos gobiernos lograron un crecimiento económico, pero lo hicieron con dinero prestado que favoreció además a una minoría y reprodujo más millones de pobres. Con endeudamiento crónico los gobiernos neoliberales del PRI y el PAN condonaron del pago de impuestos a los hombres más ricos del país y con dinero prestado financiaron una parte del presupuesto federal.
Con Luis Echeverría empezó esa pesadilla. Desde el gobierno de Echeverría hasta Miguel de la Madrid, la deuda externa creció 351 por ciento; y de 1976 a 1985, el peso mexicano se devaluó 344 por ciento: Nada más con López Portillo la devaluación del peso fue de 278 por ciento y con Miguel de la Madrid fue de 2,600 por ciento. Y la devaluación de una moneda va siempre de la mano con el endeudamiento de un país.
Y el endeudamiento de México no se detuvo ahí, Salinas dejó una deuda de 123 mil millones de dólares y con Zedillo siguió la pesadilla: el peso mexicano con Zedillo se devaluó 175 por ciento, con Vicente Fox, Calderón y Peña, el peso tuvo una devaluación acumulada de 88 por ciento y la deuda de México se incrementó en 500 por ciento del 2007 al 2018. Por el contrario, como ya dijimos, con Andrés Manuel el peso se ha revaluado y los primeros tres años el gobierno de la 4T pagó 851 mil millones de pesos de la deuda del FOBAPROA que nos dejó Zedillo a todos los mexicanos.
Con Peña Nieto la importación de gasolina se disparó en 63 por ciento: de 347 mil barriles que se importaron en 2013, en el 2018 se importaron 567 mil barriles, es decir 86 millones de litros de gasolina en un día y de diesel, 35 millones: esa importación masiva de combustibles se traduce en fuga de dólares para México y en déficit del gasto público. Para eso sirvió la reforma energética de Peña y para eso desmanteló las seis refinerías y las dejó en el abandono.
UN CAMBIO DE FONDO
Por el contrario, el gobierno de la 4T está trabajando para volver a echar andar las seis refinerías que, junto a la Deer Park y a la refinería Olmeca se logre la autosuficiencia energética y no gastar más en la compra de gasolina en el extranjero. Se supone que para 2024 México logrará su autosuficiencia energética.
Las remesas por 58 mil millones de dólares que envían a México nuestros paisanos que trabajan en los Estados Unidos; más el aumento en la Inversión Extranjera Directa que de enero a junio de este año creció 11 por ciento; más las exportaciones de bienes y el turismo por las que ingresan a nuestro país cerca de 140 mil millones de dólares; más la eliminación de la condonación de impuestos que ha permitido el incremento en la captación tributaria; más el combate al robo de combustibles que ha evitado la pérdida anual por 140 mil millones de pesos; más la disminución de los gastos de publicidad en un 70 por ciento que se le daba a Televisa, a TV Azteca y a los periodistas chayoteros.; más la austeridad en el gasto público y el uso racional del presupuesto sin caer en el derroche: por todo ello nuestro país cuenta hoy con reservas monetarias internacionales de 204 mil millones de dólares y cuenta además con una Línea de Crédito Flexible con el Fondo Monetario Internacional por 47 mil millones de dólares. De los países miembros de ese organismo es México quien tiene su cartera de créditos más limpia. Todo esto nos explica la solidez del peso mexicano, la mejoría en su cotización frente al dólar y la confianza en los inversionistas nacionales y extranjeros.
No omito que la fortaleza del peso respecto al dólar merma las remesas que nuestros paisanos envían a sus familiares en dólares a México; tampoco ignoro que el superpeso encarece nuestras exportaciones y nos hace menos competitivos en el mercado mundial. Y, por otro lado, las reservas monetarias que México tiene en dólares, oro y otras divisas, al perder precio el dólar frente al peso merma también nuestras reservas monetarias, pero fin, es parte de las contradicciones del capitalismo. (Catedrático de la UJAT y colaborador de Presente)