Probablemente alguna vez habremos oído mencionar esa palabra, que comúnmente es utilizada por los abogados cuando se topan con un algún asunto en el que por más que se quiere demostrar una verdad o hallar una solución, termina convirtiéndose en lo que se dice es un verdadero "margallate", cuyo significado, según la Real Academia Española, es embrollo, enredo, confusión, etc.
Pareciera ser que en eso se ha convertido el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, ocurrido aquella noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero, tema en el cual –por cierto-- ni caso tiene hacer de nuevo una narrativa ante la amplia difusión que ya han hecho las autoridades y muchos medios de comunicación.
Lo que sí importa, es que a estas alturas entre la sociedad mexicana se mantiene vivo el reproche a los servidores públicos que tuvieron conocimiento desde el primer momento que ocurrieron esos hechos y que, por omisión, ineptitud o complicidad, no cumplieron con su deber para tratar de evitarlo, si es que pudo ser posible, ese lamentable hecho que a nueve años de haberse perpetrado, sigue como un acontecimiento histórico muy lamentable.
Pero ¿qué pasó en realidad aquella trágica noche de terror?. Es posible que nunca se sepa la verdad; desde un principio por razones inexplicables lo que se hizo --con tantas manos por las que ha pasado la investigación-- es una historia en la que, por momentos, parecería que el afán no fue averiguar la verdad sino enredar todo y crear confusión, hacer un embrollo, para que finalmente, hoy resulte que muchos de los que se dice fueron señalados como presuntos responsables estén libres.
En libertad, por haber sido torturados los procesados, sin tener en cuenta que al ser la tortura un tema en relación con el cual la SCJN ha sentado jurisprudencia, por ser considerada una violación sustancial de derechos humanos que contraria el marco constitucional, ello hace que aquellos obtengan su libertad, y al respecto surgen dos preguntas, la primera: ¿los encargados de la investigación ignoraban ese criterio del Poder Judicial de la Federación? Y la segunda: ¿lo hicieron deliberadamente para dejar la puerta abierta o la posibilidad de que pudieran obtener su libertad los procesados?
La verdad es inexplicable. Lo que sí se sabe es que, en principio, se habló de una verdad histórica, que después resultó que no lo era, surgiendo la versión de que había sido "crimen de Estado" y ahora parecería que también tampoco es así y de nuevo está prevaleciendo, con algunas modificaciones, la primera "verdad histórica".
En fin, mucho enredo y confusión. De ahí que continúe siendo una agenta pendiente, sin que se vea una acción encaminada para demostrar realmente que, siendo un caso tan delicado, por la manera como se desarrollaron los hechos, las víctimas de los mismos y quienes participaron en su autoría y ejecución, haya existido el debido cuidado para asegurar no sólo vestigios del mismo, sino que los elementos probatorios recabados (testimonios, declaraciones, peritajes, etc.), fueran realizados como está previsto en la ley.
Y, a como pintan las cosas, por el tiempo que lleva la investigación, entre más tiempo pasa, lejos de ver alguna señal que revele que se sabrá la verdad, con tantas declaraciones y versiones de las autoridades, aunados a los dimes y diretes en torno al caso, la justicia que tanto han buscado los familiares de los desaparecidos, no se sabe si algún día llegará.
Paradójicamente, da la impresión que se pretende demostrar que se está haciendo justicia, trayendo a juicio a los torturadores y que con su actuación contaminaron la investigación y no a quienes cometieron los hechos, principalmente al autor o autores intelectuales, así como a los ejecutores materiales.
En todo esto, no obstante el interés del Presidente Andrés Manuel López Obrador para que se conozca la verdad, sin duda será un asunto que en tiempos de la 4T quedará pendiente y habrá que ver si en lo sucesivo alguien pueda desenredar este asunto que, como al inicio dijimos, se ha convertido en un verdadero margallate.
Por su parte, los familiares de los 43 estudiantes seguirán haciendo eco a sus demandas de justicia y el esclarecimiento de los hechos. (altar_mayor@yahoo.com.mx)