Ayer se conmemoró el Día Internacional de la Mujer. En medio de encuentros y desencuentros sobre los derechos humanos de las mujeres. Un asunto que está costando la vida a las compañeras de viaje.
En la víspera, en el estado de Nuevo León, el Congreso estatal aprobó una ley que criminaliza a las mujeres que interrumpan su embarazo, lo que representa un retroceso en la lucha por el reconocimiento de los derechos de las mujeres.
En el pleno del senado, la morenista Lily Téllez calificó de “asesinas” a las mujeres que abortan y reclamó fuertemente a senadores de Movimiento Ciudadano que hayan colocado en su escaño un paliacate verde con una leyenda a favor de la interrupción legal del embarazo.
La senadora Patricia Mercado solo recordó que lograr el respeto de las mujeres a decidir sobre su cuerpo ha sido una de las banderas de luchas más importantes de la izquierda en México.
Este movimiento político logró que en la Ciudad de México se garanticen las condiciones necesarias para que las mujeres que decidan interrumpir su embarazo lo hagan sin ningún riesgo para su vida. En el resto de las entidades no ha sido nada fácil el proceso, Nuevo León dio la muestra esta semana.
Sobra mencionar que cientos de mujeres acuden cada año a la ciudad de México a interrumpir su embarazo, ya que sus legislaciones locales no se los permiten.
No es un asunto menor. Las mujeres que acuden a abortar en la clandestinidad tienen muchas probabilidades de perder la vida. No es un asunto de moral, sino de salud pública, han dicho las organizaciones civiles que durante años han exigido se les garantice sus derechos. Las estadísticas lo confirman.
Paradójicamente, unas horas antes. El pleno del senado acordó la entrega del reconocimiento ElviaCarrilloPuerto2019 a María Consuelo Mejía Piñeros, directora en México de la organización civil católicas por el Derecho a Decidir. Organización promovente del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, lo que pasa por el derecho a decidir sobre su cuerpo.
La posición de Lily Téllez es la excepción de las integrantes de su bancada en el Congreso de la Unión. Esto quedó de manifiesto ayer cuando en acto celebrado con motivo del 8 de marzo, en Palacio Nacional representantes de la cámara de diputados y del senado refrendaron su interés de continuar avanzando en garantizarle a las mujeres mexicanas las condiciones idóneas para lograr la equidad de género.
Las oradoras del evento, todas fueron mujeres, reconocieron en el Presidente de México a un aliado en la lucha por sus derechos. Una tarea en la que se ha avanzado, pero falta mucho por recorrer.
El acto se dio después de que el Ejecutivo federal corrigiera en la entrega de recursos destinados a los refugios que atienden a las mujeres que sufren violencia. Estos espacios llegan a representar la diferencia entre la vida o la muerte de mujeres que sufren violencia. Se quería dejar sin un techo financiero durante este año, aunque a última hora se rectificó.
Felicitas Martínez Solano, mujer indígena del estado de Guerrero, hizo escuchar su voz ayer en Palacio Nacional, fue una de las más contundentes en su discurso. Pidió a las diputadas y senadoras ahí presentes “un presupuesto digno para las instituciones que atienden a las mujeres”.
En algunos casos estas instituciones gubernamentales que debieran promover el derecho de las mujeres se han convertido en casas de gestoría para obtener recursos ante la falta de apoyos en que las tienen. Incluso, institutos como el de la Mujer en varias entidades siguen siendo espacios para pago de cuotas políticas donde está ausente la lucha de las féminas.
Sin las mujeres dijo Felicitas, la cuarta transformación no tendría razón de ser. Que su voz llegue a todo el país. Sobre todo que se convierta en acción.
POSTDATA
Lo sucedido con el senador Salomón Jara es un serio llamado de atención para Morena. El legislador, por una ocurrencia propuso la revocación de los permisos a las calificadoras financieras que afecten la estabilidad del país. Como era de esperarse, fue la amenaza torpe de Jara Cruz lo que provocó una sacudida en la economía. Como ocurrió con aquella idea de castigar a la banca por los altos intereses. Manejar el poder requiere mucha mesura.