Dejemos de estar usando a Pemex y CFE como garante de la transición energética. Colocándolas como las empresas multiusos, y mejor concentrémonos en lo que saben hacer y han hecho, pero adaptándolas con el dinero suficiente con base a una autonomía financiera para que puedan ser parte de los cambios tecnológicos; ante la falta de estas para producir las propias para tener una ventaja competitiva en el mercado. Pero dejándolas ser en el mercado.
Las palabras, en un papel, pueden sonar de buena forma a los oídos. Pero cuando esas ideas comunicadas, requieren de dinero, y de ciencia aplicada con ingeniería y tecnología, pierden todo el interés, al no dar comprender el porqué y el cómo debe ser para que todos los seres humanos tengan acceso a energía barata, confiable y transitar a dejar lo que hoy contamina.
Pemex y CFE son parte del sector de energía; sin embargo, no son el todo por el que debe ser. Tenemos regulaciones, órganos autónomos, leyes, tratados de libre comercio y el todo está siendo realizado en forma paralela, entre una realidad virtual generada en los discursos, y la cotidianidad de la demanda de energía en México en aumento.
En los últimos días hemos escuchado que ciertos sectores que crean a la energía y transforman a la misma; están generando y produciendo cierta contaminación al medioambiente en el presente y en el futuro. En las campañas, y en todo momento en el que pueda. Y existe el poder discernir sus ideas, colocan a este discurso, sin una lógica real técnica-economía.
Por tal motivo hemos de plasmar lo siguiente de cómo y qué contamina a México, y algunas consideraciones a tomar para la realidad energética:
1. Actualmente, del total de combustibles, y las diferentes formas de utilizar a estos, el gas natural (generar electricidad, industria e hogares) ocupa el primer lugar de producir gases de efecto invernadero (GEI). Es medido en toneladas de dióxido de carbón equivalente (tCO2e), seguido de la quema de gasolina por los automóviles, y diésel. Adonde Pemex, sin contabilizar a las refinerías, generan un tercio de contaminación respecto al gas natural, y las refinerías en su conjunto una décima parte.
Las refinerías no son el problema de México.
2. Pemex en total genera de gases de efecto invernadero (GEI) entre 170 a 190 mil tCO2e por día. Las refinerías representan el 21 % del total generado, y la extracción y producción (E&P) de hidrocarburos en 53%. Acuerdo al plan presentado de Pemex de sostenibilidad del 2024 a 2030, la tendencia es el mantener entre 130 a 140 mil tCO2e en promedio diario. Incrementando el porcentaje del total de emisiones al medioambiente, la refinación en un 14 % ante una mayor utilización de las refinerías, y puesta la refinería Olmeca a operar, pero contrayendo la E&P en un 9%.
3. Para el 2030 la empresa del estado Pemex, espera al 2030 poder reducir entre 125 a 130 mil las tCO2e. Esta contracción de emisiones, solo podrá ser lograda al incrementar el presupuesto de Pemex entre 35 a 50 mil millones de pesos en forma anualizada del 2025 a 2030; pero de acuerdo con la realidad de la empresa, requiere no esta cantidad, sino alrededor de 90 a 120 mil millones, para poder reducir los gases de efecto invernadero. Ante el incremento de petrolíferos a partir del 2025 hasta el 2035, y después de esta fecha, podría reducir el uso de gasolina, diésel y turbosina, prologando esperando que el consumo continúe de estos tres hasta finales de este siglo.
4. Las refinerías, no son el todo de la contaminación, son parte de y requieren poder invertir una mayor forma del poder recuperar a los gases de efecto de invernadero. Debido a que las plantas que producen una mayor de emanaciones dentro de estas, son las que generan al vapor, y al cual proporcionan energía térmica para casi todos los procesos de la refinería. El total sistema de refinación, la que mayor contamina con GEI, está en primer lugar Salina Cruz, Seguida de Tula, Cadereyta, Minatitlán, Madero y Salamanca. Esto relacionado con el volumen de petróleo crudo de entrada que cada una de ellas procesa en forma diaria.
5. Por otro lado, para que Pemex pueda ser parte de la transición energética debe poder valorar los riesgos ligados a los cambios en el mercado. Esto conlleva tener tecnologías de punta, y que puedan ser inaccesibles a la empresa, ante la falta de una autonomía presupuestal, y depende, si autorizan el presupuesto adicional para cumplir con las metas establecidas de sustentabilidad. Además de ciertos cambios que están por ocurrir en el mediano plazo referente a las normatividades internacionales, regulaciones y mejores prácticas, y donde México, deberá adoptar en su mercado. El objetivo es poder mitigar la aportación de gases de efecto invernadero en el planeta que contribuye en forma diaria. Hoy en día, las empresas, gran parte de sus accesos a poder apalancar sus deudas, proyectos y todo aquello que requiera un dinero; en el futuro inmediato, no solo dependerá de la forma como pagas a los proveedores, y como están tus finanzas como empresa, si no habrá un nuevo indicador para saber qué tanto contaminas, y qué haces para reducirlo. En el caso que estés por arriba de las normas, y prácticas internacionales, sería una más de las limitantes para tener acceso a dinero barato, y con mejores condiciones de pagos.
La actualidad de la diplomacia ambientalista está a la vuelta de la esquina, y la realidad está por pegar al doblar para México. Continuar usando a Pemex como garante de un discurso, y que pueda atraer a votantes, significa una realidad, y que esta empresa continuará siendo usada como un comodín para cada administración en turno. Cualquiera que pretenda creer que podría ser la salvación de un plan infundado en supuestos.
El pensar de esta forma, y solo ver dentro de la caja de cada discurso, es solo un deseo en el presente, y no actualizar al futuro con el pasado a lo que hizo falta por hacer.
México contamina en forma diaria entre 1.3 a 1.5 millones de tCO2e, y a donde en algún momento tendrá que invertir para eliminar a estos, no a nivel a donde los seres vivos respiran, sino desde antes en el recuperar en las plantas que operan la atmósfera, y donde esté afectando a la calidad del aire. (– Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos)